El ADN antiguo está revelando el paisaje genético de las gentes que se establecieron por primera vez en el este de Asia

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La genetista Qiaomei Fu, jefe del Laboratorio de Paleontología Molecular del Instituto de Paleontología y Paleoantropología de Vertebrados en Beijing, prepara muestras para la extracción de ADN antiguo. Instituto de Paleontología y Paleoantropología de Vertebrados de China, CC BY-ND

Los primeros seres humanos surgieron originalmente en África antes de extenderse por Eurasia hace unos 60.000 años. Después de eso, la historia de la humanidad ha recorrido muchos caminos diferentes, algunos más estudiados que otros.

Las regiones orientales de Eurasia albergan aproximadamente 2.300 millones de personas en la actualidad, aproximadamente el 30% de la población mundial. Los arqueólogos saben, a través de fósiles y artefactos, que los humanos modernos han ocupado el sudeste asiático desde hace unos 60.000 años y el este de Asia desde hace unos 40.000 años.

Sin embargo, queda mucho por desenredar. ¿Quiénes fueron las personas que vinieron por primera vez a estas regiones y acabaron por inventar la agricultura? ¿De dónde vinieron las diferentes poblaciones? ¿Qué grupos terminaron predominando y cuáles desaparecieron?

El ADN antiguo está ayudando a responder algunas de estas preguntas. Al secuenciar los genomas de personas que vivieron hace muchos milenios, los científicos como yo estamos comenzando a completar la imagen de cómo estaba poblada Asia.

Analizando genomas antiguos

En 2016, me uní al Laboratorio de Paleontología Molecular de la Dra. Qiaomei Fu, en el Instituto de Paleontología y Paleoantropología de Vertebrados de la Academia de Ciencias de China, en Pekín. Nuestro desafío: resolver la historia de los humanos en el este de Asia con la ayuda de colaboradores que murieron hace mucho tiempo: los humanos antiguos que vivieron hace decenas de miles de años en esta región.

Los miembros del laboratorio citado han podido extraer y secuenciar ADN antiguo a través de restos humanos obtenidos en yacimientos arqueológicos. Luego, la Dra. Fu y yo hemos empleado herramientas genómicas computacionales para evaluar cómo su ADN se relaciona con el de los humanos antiguos y actuales, los cuales han sido previamente secuenciados.

El esqueleto de una persona que vivió hace unos 8.700 años en Xiaogao, Shandong, China, cerca del río Amarillo. La ascendencia del norte de Asia oriental de este individuo se puede encontrar en los restos de personas que vivían en las estepas orientales de Siberia. Jianfeng Lang, Universidad de Shandong , CC BY-ND

Una de las secuencias obtenidas proviene del ADN extraído de los huesos de las piernas del Hombre de Tianyuan, un individuo de hace 40.000 años descubierto cerca de un famoso enclave paleoantropológico en el oeste de Pekín. Este es uno de los primeros humanos modernos encontrados en el este de Asia, cuya secuencia genética lo marca como un antepasado temprano de los asiáticos y nativos americanos de hoy en día. El hecho de que viviera donde se encuentra la actual capital de China indica que los antepasados ​​de los asiáticos actuales comenzaron a echar raíces en el este de Asia hace unos 40.000 años.

Más al sur, dos cazadores-recolectores del sudeste asiáticode hace entre 8.000 y 4.000 años, procedentes de Laos y Malasia y asociados con la cultura Hòabìnhian, tienen un ADN que, como el hombre de Tianyuan, muestra que son antepasados ​​tempranos de asiáticos y nativos americanos. Sin embargo, ambos cazadores-recolectores provienen de un linaje completamente diferente al del Hombre de Tianyuan, lo que sugiere que muchas poblaciones genéticamente distintas ocuparon Asia en el pasado.

Ahora bien, hoy en día ningún ser humano comparte la misma estructura genética que los habitantes de la cultura Hòabinhian o del Hombre de Tianyuan, tanto en el este como en el sudeste asiático. ¿Por qué estos ancestros, que persistieron durante tanto tiempo, desaparecieron del acervo genético de las personas que viven actualmente? Los agricultores antiguos tienen la clave a esa pregunta.

El Hombre de Tianyuan, en la cercana Pekín actual, y la gente de Hòabinhian, en las actuales Laos y Malasia, representan dos linajes muy antiguos, pero son distintos de los asiáticos orientales de hoy en día. Mapa © Colaboradores de OpenStreetMap, modificado por The Conversation, CC BY-SA

El ADN lleva marcas de migraciones antiguas

Según los restos de plantas encontrados en yacimientos arqueológicos, los científicos saben que la gente domesticó el mijo en la región del río Amarillo del norte de China hace unos 10.000 años. Y casi al mismo tiempo, la gente de la región del río Yangtze, en el sur de China, domesticó el arroz.

A diferencia de Europa, la domesticación de plantas comenzó a nivel local y no se introdujo desde otros lugares. Este proceso llevó miles de años, y las sociedades del este de Asia se volvieron cada vez más complejas con el surgimiento de las primeras dinastías chinas hace unos 4.000 años.

Es también entonces cuando el cultivo de arroz parece haberse extendido desde sus orígenes hacia áreas más al sur, incluidas las tierras que pertenecen a los países actuales del sudeste asiático. El ADN ayuda a contar la historia. Cuando los productores de arroz del sur de China se expandieron más hacia el sur, no solo introdujeron su tecnología agrícola, sino también su genética en las poblaciones locales de cazadores-recolectores del sudeste asiático.

La abrumadora afluencia de su ADN terminó inundando el acervo genético local. Hoy en día, quedan pocos rastros de la ascendencia de los cazadores-recolectores en los genes de las personas que viven en el sudeste asiático.

Más al norte, se desarrolló una historia similar. Los antiguos cazadores-recolectores siberianos muestran poca relación con los asiáticos orientales actuales, pero los agricultores siberianos posteriores sí están estrechamente relacionados con ellos. Los agricultores del norte de China se trasladaron más hacia el norte, hacia Siberia, llevando consigo su ADN, lo que provocó una fuerte disminución en la prevalencia de la anterior ascendencia local de cazadores-recolectores.

Los productores de arroz, posiblemente de los alrededores del río Yangtsé, se trasladaron al sur, hacia el sudeste asiático, mientras que los productores de mijo de los alrededores del río Amarillo se trasladaron al norte, hacia Siberia. Crédito: Colaboradores de OpenStreetMap, modificado por The Conversation, CC BY-SA

Las poblaciones del pasado eran más diversas que en la actualidad

En términos genéticos, los asiáticos orientales actuales no son muy diferentes entre sí. Se necesita analizar mucho ADN para poder distinguir genéticamente entre personas con diferentes historias culturales.

Lo que nos sorprendió la Dra. Fu y a mí fue lo diferente que era el ADN de varias poblaciones antiguas de China. Nosotras y otros investigadores hemos encontrado ADN compartido en la región del Río Amarillo, un lugar importante en el desarrollo de la civilización china. Este ADN compartido ostenta una ascendencia del norte de Asia oriental distinta de una ascendencia del sur de Asia oriental, y que hemos localizado en la costa del sur de China.


Cuando llevamos a cabo el análisis del ADN de las personas que vivían en la costa sur de China hace 9.000-8.500 años, nos dimos cuenta de que ya para entonces gran parte de China compartía una herencia común. Debido a que su arqueología y morfología eran diferentes de las de los agricultores del río Amarillo, pensamos que estas personas de la costa podían provenir de un linaje no estrechamente relacionado con los primeros asiáticos agrícolas del este. Quizás la ascendencia de este grupo era similar a la del Hombre Tianyuan o a los hombres de la cultura Hòabinhian.

Las personas con diferentes estilos de vida que vivían muy alejadas en el norte de China cerca del río Amarillo y a lo largo de la costa sur de China desde hace 9.000 años pasaron su ADN distintivo a los asiáticos orientales y sudorientales de la actualidad. Los austronesios son los descendientes más cercanos de la antigua población de la costa sur de China. Mapa © Colaboradores de OpenStreetMap, modificado por The Conversation , CC BY-SA

Sin embargo, todas las personas que analizamos estaban estrechamente relacionadas con los asiáticos orientales actuales. Eso significa que hace 9.000 años, el ADN común a todos los asiáticos orientales actuales ya estaba muy extendido en China.

Las poblaciones actuales del norte y sur de China tienen más en común con las antiguas poblaciones del río Amarillo que con las antiguas poblaciones de la costa del sur de China. Por lo tanto, los primeros agricultores del río Amarillo emigraron tanto al norte como al sur, contribuyendo al acervo genético de los seres humanos en el este y el sudeste de Asia.

Este individuo, que vivió hace unos 8.300 años en la isla Liang, en el Estrecho de Taiwán, tiene la ascendencia sureña que se encuentra en los habitantes de la costa continental del sur de China. Hunglin Chiu, Instituto de Antropología, Universidad Nacional Tsinghua , CC BY-ND

No obstante, la ascendencia de la costa sur de China no desapareció. Persistió en pequeñas cantidades y, con el tiempo, aumentó en la región norte del río Amarillo. La influencia de los antiguos asiáticos del sudeste es baja en el continente, pero tuvieron un gran impacto en otros lugares. En las islas que se extienden desde el estrecho de Taiwán hasta la Polinesia viven los austronesios, más conocidos por su pericia en navegación. Ellos poseen, en la actualidad, la mayor cantidad de ascendencia del sur de Asia oriental, destacando las raíces ancestrales proveniente de la costa sur de China.

Otros patrones genéticos emergentes muestran conexiones entre los tibetanos y los antiguos habitantes de Mongolia y el norte de China, lo que plantea interrogantes acerca de la población de la meseta tibetana.

El ADN antiguo revela cambios rápidos en la ascendencia durante los últimos 10.000 años en Asia, probablemente debido a la migración y al intercambio cultural. Hasta que pueda ser posible recuperar ADN humano más antiguo, los científicos solo pueden especular sobre exactamente quién, genéticamente hablando, vivió en el este de Asia antes de eso.

Por

Profesor asistente de biología, Universidad de Richmond

Fuente: theconversation.com | 15 de septiembre de 2020

Aníbal Clemente

Historia y Arqueología. Publicación digital de divulgación cultural.

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