Descubren en Italia restos de lo que podría ser el perro domesticado más antiguo del mundo
Este hueso de mandíbula canina procede de la Grotta Paglicciy (Italia) y muestra los dientes de los que podrían ser los primeros perros domesticados de Europa.En Italia, recientemente descubrieron restos fósiles del que podría ser el perro domesticado más antiguo de la historia de la humanidad. El hallazgo fue realizado por un grupo de investigadores de la Universidad de Siena.
El estudio, que fue publicado en agosto por la revista Scientific Reports, indica que los restos arqueológicos podrían tener hasta 20.000 años de antigüedad y podrían resultar clave para revelar información acerca de la evolución de los caninos de lobo a perro. Así lo asegura la Unidad de Investigación de Prehistoria y Antropología de Ciencias Físicas, Tierra y Medio Ambiente de la Universidad de Siena.
Diferencia entre un hueso de un perro de la Grotta Paglicci (el más pequeño) y el mismo hueso de un lobo actual. Sobre la mesa hay otros dos restos caninos hallados en la Grotta Paglicci (una vértebra y una mandíbula).
La mayoría de los científicos está de acuerdo en que los perros domesticados evolucionaron de lobos que se transformaron de depredadores a carroñeros para asegurar su supervivencia y se unieron de manera conveniente a las comunidades humanas para encontrar comida suficiente.
De lo que no se tiene demasiado conocimiento es de la función que, en un principio, los lobos devenidos en perros tenían en la vida de nuestros antepasados más antiguos. Es parte de lo que se proponen descubrir los investigadores de Siena.
Los restos fueron hallados en dos cuevas del período paleolítico ubicadas en la región de Apulia en el sur de Italia. El diario Daily Mail recoge que las cuevas de Paglicci y Romanelli cerca de la ciudad de Castro también fueron habitadas por humanos hace unos 40.000-30.000 años, mientras que la antigüedad de los restos de perros oscila entre 20.000 y 14.000 años, por lo que se puede deducir que las personas y los perros ya convivían. La cifra de 20.000 años extiende el límite de la historia hasta ahora conocida de las mascotas caninas.
"Desde un punto de vista arqueológico, los restos más antiguos de perros domesticados se encontraron en Europa Central y datan de hace 16.000 años. En el área mediterránea, hemos podido determinar que los perros domesticados existieron hace 14.000 años con seguridad, pero posiblemente incluso desde hace 20.000 años", explica Francesco Boschin (izquierda), coordinador del trabajo de la Unidad de Investigación en Prehistoria y Antropología.
"Lo cierto y definitivo es que los restos encontrados en Apulia representan hasta la fecha los especímenes más antiguos descubiertos en el área mediterránea y también podrían representar la evidencia, hasta ahora ausente, del proceso evolutivo que dio lugar a los perros, los primeros animales domesticados por el hombre", señala.
En las cuevas también se descubrieron restos de lobos mucho más grandes que los perros, con molares diseñados para desgarrar la carne que los perros no tienen. El análisis molecular indica que la separación genética de lobos y perros comenzó hace entre 30.000 y 20.000 años, según Boschin. El proceso de domesticación en sí mismo puede haber jugado un papel clave en ese proceso.
"Creemos que en la primera etapa del proceso de domesticación siempre fue así, los animales domesticados son siempre más pequeños que los salvajes. Esto es cierto para todos los mamíferos. En el caso de los perros, los consideramos mascotas, y esta es la primera evidencia: su menor tamaño", asegura Boschin en el estudio.
El profesor Caramelli (izquierda), de la Universidad de Florencia, viendo la diferencia entre un perro de la Grotta Paglicci y un lobo corriente en el laboratorio de antropología de la Universidad de Siena.
Los académicos y científicos coinciden en que la domesticación del perro se remonta al último período glaciar de la Tierra, un lapso de tiempo de crisis ambiental durante el cual poblaciones animales y humanas europeas buscaron refugio en las regiones más cálidas del sur de Europa como Italia y los Balcanes.
"En este período de crisis, el lobo, un depredador social de alguna manera similar al hombre, encontró una nueva forma de garantizar su supervivencia aprovechando un nuevo nicho ecológico: comiéndo las sobras alimenticias dejadas en los asentamientos humanos", sostiene Boschin.
Este cambio en el comportamiento de los animales habría favorecido una relación más estrecha entre el ser humano y los lobos. Según los investigadores de Siena, es probable que los humanos ayudaran a la transformación del lobo en perro. De acuerdo con Boschin, el proceso de domesticación podría haber sido acelerado por la decisión del hombre de matar a los más agresivos y dejar vivir a los mansos.
La investigación podría ser un camino para comprender mejor el papel que desempeñaban los perros en las comunidades paleolíticas: pueden haber tenido una función específica en la caza o en la defensa de campamentos, o un propósito más espiritual. El equipo de científicos todavía está analizando sus hallazgos y espera poder proporcionar más respuestas a las preguntas sobre la coexistencia temprana del hombre y su mejor amigo, dijo Boschin.
Fuente: lanacion.com.ar | dailymail.ci.uk | 15 de septiembre de 2020
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