A diez años del hallazgo de la Dama Roja del Mirón, la mujer que vivió hace 19.000 años
Foto: Lawrence de Guy Straus (en primer término) y Manuel González Morales en el lugar de enterramiento de la Dama Roja.En el verano de 2010, en la cornisa Cantábrica, un grupo de investigadores hallaron unos huesos humanos tras un gran bloque de piedra con grabados en el fondo de una cavidad. Dos años más tarde supieron que eran los de una mujer de entre 35 y 40 años que vivió en Cantabria hace 19.000 años y cuyo cuerpo fue cubierto de una pintura ocre en lo que parece un ritual funerario excepcional.
Se trata de un enterramiento único del periodo Magdaleniense (una de las últimas culturas del Paleolítico superior en Europa occidental) de la península ibérica, que da cuenta de un ritual funerario del que en toda Europa hay apenas media docena de testimonios.
Dos de ellos están en Francia y son muy similares al de la cueva cántabra del Mirón (en el municipio Ramales de la Victoria): "mujeres, en postura flexionada y tumbadas en el suelo, con elementos añadidos de ajuar o piedras cubriendo parte de los restos", detalla el catedrático de Prehistoria de la Universidad de Cantabria Manuel González-Morales.
Los arqueólogos liderados por González-Morales han podido aprender cómo eran estas poblaciones prehistóricas y qué comían gracias a pistas en los huesos, cuyos isótopos delatan la dieta (en este caso de proteína terrestre y una pequeña parte también acuática, seguramente salmones) y hasta en el sarro dental, que aloja restos conservados de plantas y de hongos.
A lo largo de estos diez años algunas cosas han cambiado respecto a las técnicas arqueológicas. “Las técnicas entonces pioneras de fotogrametría digital (una tecnología basada en la medición sobre imágenes digitales) para el registro, que empleamos de manera experimental desde 1997 y en pleno funcionamiento al año siguiente, se sustituyeron a partir de 2005 por una recogida de esos miles de restos coordenados individualmente a través de un nuevo sistema automatizado”, explica González-Morales, lo que les permitió manejar una base de datos desde el ordenador, y que supuso ganar mucha precisión, ahorrar mucho tiempo y minimizar el error humano.
“Las técnicas de análisis de los genomas antiguos están avanzando continuamente, de manera que cada vez se recupera más información a partir de hallazgos nuevos y de revisión de otros antiguos que permiten conocer mucho mejor la estructura de las poblaciones humanas del Paleolítico, las relaciones entre ellas y su movilidad”, ha precisado.
Para poder mostrar este yacimiento, convertirlo en museo es un reto pendiente que serviría para poner en valor un espacio único de la Prehistoria de Cantabria para que “el público pueda conocer de primera mano y tomar contacto con la realidad de un yacimiento arqueológico en proceso de investigación”, asegura González-Morales.
Fuente: innovaspain.com| 31 de agosto de 2020
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