Hallada una muralla y una torre romana de finales del siglo II en el Baluarte de la Bandera en Ceuta
Un equipo de arqueólogos de la Universidad de Cádiz (UCA), encabezado por el ceutí Dario Bernal, se encuentra desde este lunes realizando excavaciones en el interior del Baluarte de la Bandera después de que tras unas excavaciones arqueológicas preventivas realizadas en los últimos seis años hayan quedado al descubierto restos, en muy buen estado de conservación, de la Ceuta romana de finales del siglo II o inicios del siglo III después de Cristo.Hay que poner de manifiesto que la idea de la Ciudad Autónoma es musealizar la zona tal y como así se hizo en su día con la Basílica Tardorromana (derecha) logrando poner en valor todo lo que se está hallando en el interior del Baluarte de la Bandera, aunque previamente hay que conocer al detalle lo que se esconde en el subsuelo.
Durante el recorrido realizado por la excavación de la mano de Dario Bernal, el licenciado en Geografía e Historia asegura que todavía se sorprende con lo que ofrece Ceuta. “Nosotros hemos hecho muchísimas excavaciones y cada excavación tiene una peculiaridad y te da una perspectiva nueva sobre algo que desconoces. En el fondo, la arqueología de la época que nosotros hacemos, la Ceuta medieval es maravillosa, hay cantidad de restos por todos lados, cosas muy conservadas, sin embargo la arqueología de época romana está muy deteriorada, es como hacer un puzle, y es muy difícil interpretar todo esto si no se tiene una perspectiva global de la ciudad”, reconocía mientras resaltaba el valor de los restos hallados en este trabajo arqueológico en el Baluarte de la Bandera, el cual se inició en 2014, aunque la UCA viene realizando excavaciones desde 2018 con el fin de intentar precisar algunos detalles de este hallazgo, que como indicaba Bernal a EL PUEBLO, “básicamente estos son restos de las murallas romanas de Ceuta, algo que no se conocía antes de comenzar a realizar las excavaciones”.
Foto: Baluarte de La Bandera
Sobre el terreno, este diario fue testigo de que en la zona se diferencia perfectamente una fase contemporánea que es la relacionada cuando la zona tenía un uso lúdico y de ocio al eregirse en dicho lugar la antigua discoteca llamada ‘El Candelero’, otra fase donde se observan niveles de sustratos más negros al ubicarse a finales del siglo XVIII y buena parte del siglo XIX la fragua del Parque de Artillería, y finalmente, por debajo de ese nivel, una fase de época preislámica, por lo tanto anterior al a época medieval, y que es de gran importancia para Ceuta debido al estado de conservación que presentan las estructuras halladas, y donde se puede observar un muro de grandes dimensiones de la época romana, más concretamente de la época Antoniana de finales del siglo II e inicios del siglo III, indicándose por parte de Dario Bernal que el estado de conservación que presenta es excepcional, poniendo de manifiesto que “en Ceuta nunca se han encontrado estructuras de esta época tan bien conservadas y con esta potencia”.
En este sentido, que esta muralla se encuentre dentro de la propia estructura del Baluarte de la Bandera ha propiciado que tenga este alto nivel de conservación, resaltando que norlmalmente, cuando se construían fortificaciones y se contaba con una estructura anterior, lo que se hacía siglos posteriores era forrar por fuera aprovechando la estructura existente, con lo cual protegían estos restos, para seguidamente levantar el nivel de uso.
En esta ocasión, los restos hallados en el Baluarte de la Bandera corresponde al ángulo noroeste de la muralla de la Ceuta romana, pudiéndose incluso observar a los pies de esta muralla una canalización de la época con las losas que se utilizaban como tapaderas.
Además, esta muralla tiene una antigua torre adosada por el exterior que presenta un tirante que fue construido para reforzar la esquina de muralla hallada.
Como reconocía Bernal durante el recorrido realizado por el interior del Baluarte de la Bandera, se ha podido llegar a la conclusión de que estos vestigios datan de finales del siglo II e inicios del siglo III gracias a los estratos que se asocian a la fase de construcción, así como el material cerámico utilizado en la algamasa para la construcción de esta muralla.
Pero además de este hallazgo también se ha podido localizar otra estructura, otra muralla de tres metros de altura, también en buen estado de conservación, y que es donde se está trabajando en la actualidad ya que está tapada por un tacón de tierra, y que corresponde a la época tardorromana, pudiéndose tratar de un trozo de muralla bizantina según los restos encontrados hasta el momento y que podría fecharse en el siglo VI, observándose que esta muralla tiene adosada justo detrás de ella la muralla Califal, una de las puertas de acceso que tenía este recinto medieval de la ciudad.
En la entrevista mantenida con el licenciado en Geografía e Historia ceutí, reconocía que “el problema que presentan las excavaciones urbanas es que son plurisecuenciadas”, mostrando a EL PUEBLO in situ restos de la época portuguesa, una bóveda del siglo XVIII, y otros restos que evidencian que se trata de un monumento que ha estado en continua reforma durante 500 años, y que debajo de los niveles del suelo se encuentran los restos medievales, tardorromanos y de la época romana.
Por lo tanto lo que se puede observar hasta el momento y hasta que no se avance más en los trabajos de excavación es el ángulo de una muralla romana, al que se le adosa una torre y donde posteriormente se construye otra muralla en el siglo VI.
Una de las curiosidades que se han podido constatar durante las excavaciones es que en la segunda mitad del siglo VII Ceuta sufrió un terremoto. Dicho terremoto provocó que parte del muro romano hallado se encuentre desplazado y con numerosas grietas, no llegando a desplomarse gracias a unos paquetes de tierra sobre los que el muro descansó tras el seismo. Ha sido precisamente el estudio realizado sobre el proceso de formación de estos paquetes de tierra o de esos estratos el que ha determinado cuando pudo haberse producido dicho terremoto, siendo precisamente en dicho momento cuando también se separa la torre existente de la muralla, pudiéndose observar una gran grieta.
“Nosotros hemos excavado este tacón de tierra un poco para poder sacar estas conclusiones, y el objetivo de esta campaña es terminar de excavar esta zona e intentar llegar hasta el nivel geológico, al cual todavía no se ha llegado, ya que estos paquetes de tierra que hay en la zona son de la segunda mitad del siglo VII, y en Ceuta nunca se habían excavado niveles estratigráficos de esta época bien conservados. Aunque se vea ahora un tacón de tierra, tiene bastante importancia porque luego los restos encontrados son de ese momento histórico, y ya hemos visto al excavar en esta zona que los materiales son bastante buenos, sale bastante cerámica, y como es un momento histórico muy relevante para la ciudad, pero que se encuentra mal documentado, teníamos mucho interés en hacer esta excavación y poder fechar esta estructura (el muro bizantino) que tiene casi tres metros de altura, tratándose de una muralla importante que pensamos que es la que mandó construir Justiniano en el segundo cuarto del siglo VI, de ahí que queramos llegar a la base para poder excavar los niveles constructivos asociados al muro”, resaltaba Bernal.
El arqueólogo ceutí resaltaba que inicialmente estos trabajos se van a desarrollar durante las próximas tres semanas, y que toda la información que se está obteniendo durante la excavación será muy importante para, cuando se quiera poner en valor y musealizar, saber qué y cómo se quiere mostrar al visitante.
Como insistía Bernal, este hallazgo para Ceuta es muy importante ya que son parte de las murallas de la Ceuta romana. “Nosotros siempre hemos tenido la imagen de Ceuta como una ciudad fortificada, pero las fortificaciones que se ven, las más antiguas son de época califal, del siglo X, y las halladas ahora son muy anteriores”.
Una de las especulaciones que han ido produciéndose durante estos trabajos es que la estructura de la torre que se adhiere a la muralla romana pueda tratarse de un faro, ya que está al lado del mar, proyectado hacia fuera, pero este hecho no es ni siquiera una hipótesis ya que, hasta el momento, no se tienen datos suficientes que puedan llevar a dicha conclusión, reconocía Bernal, quien recordaba que los faros de la época romana eran escalonados, y lamentablemente la estructura hallada no presenta este tipo construcción.
Pese a todo, Bernal reconoce que la zona tenía claramente una conexión con el mar, y no pierde la esperanza de una vez terminada la excavación poder encontrar algún resto relacionado con los malecones de acceso al muelle, a la playa o lo que fuera.
Para concluir, el arqueólogo ceutí reconocía que quedan muchos años de trabajo todavía, al menos cinco, aunque resaltó que está más avanzado de lo que pueda parecer a simple vista, ya que está desparasitado, está encargado el proyecto a los arquitectos de valorización, y lo que habrá que buscar en su momento es una subvención importante para acondicionar toda la zona como se hizo con la puerta Califal.
Restos óseos
Una antropóloga visitará la excavación este martes. Durante las excavaciones también se han encontrado restos óseos, exactamente donde se ha hallado el paño de muralla bizantina, y estos serán analizados por una antropóloga. Como resaltaba Dario Bernal se trata de unos enterramientos en la zona donde se encuentra la muralla Bizantina, de época tardorromana, y esto provoca que haya que realizar la excavación con cuidado.
Fuente: elpueblodeceuta.es | 28 de julio de 2020
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