Hallan en Israel evidencias de personas de la cultura natufiense (hace unos 15.000 años) que consumían serpientes y lagartijas
Tipos de modificación ósea en el material experimental (columna izquierda) y sus equivalentes en el conjunto arqueológico (columna derecha). (a) Perforaciones de borde regular del pellet Mount Nitai; (b) perforaciones de borde irregular del experimento por pisoteo; (c) suavizado de la perforación del borde regular del experimento por pisoteo; (d) agrietamiento de la superficie del hueso debido al experimento de meteorización; (e) rotura de partes sobresalientes de las vértebras del experimento por pisoteo; (f) estrías lineales de la muestra arqueológica; (g) descamación de la superficie ósea de la muestra arqueológica. Crédito: Informes científicos (2020). DOI: 10.1038 / s41598-020-66301-5Un trío de investigadores del Instituto de Arqueología Zinman de la Universidad de Haifa, ha encontrado evidencias de que las gentes de la cultura natufiense comían serpientes y lagartijas hace aproximadamente 15.000 años. En su artículo de investigación, publicado en la revista Scientific Reports, Ma'ayan Lev (izquierda), Mina Weinstein-Evron y Reuven Yeshurun describen el estudio de huesos de escamosos (Squamata) encontrados en cuevas del yacimiento de el-Wad Terrace, en Israel, y lo que han aprendido sobre ello.
Los escamosos incluyen ciertos tipos de reptiles, como serpientes y lagartos. En este nuevo esfuerzo investigador, los arqueológos estaban estudiando una cueva que había sido habitada por individuos de la cultura natufiense hace aproximadamente 15.000 años, los cuales se cree que fueron algunos de los primeros en construir hogares y cultivar plantas, es decir, si bien todavía eran cazadores-recolectores, estaban a punto de convertirse en granjeros.
Entrada a la cueva del yacimiento el-Wad Cave Terrace, un sitio prehistórico en el Monte Carmelo, Israel.
Mientras los investigadores revisaban el material encontrado en la cueva, que incluía artefactos hechos por los natufienses (cuchillos y otras herramientas), observaron que un porcentaje muy alto de los restos óseos encontrados pertenecían a escamosos, y, más específicamente, a la serpiente látigo y al lagartos de cristal. Su gran número provocó que se preguntaran si tal vez la gente natufiense los habría estado comiendo.
Foto: serpiente látigo.
Por lo general, analizar huesos de criaturas grandes como ciervos u osos para ver si los humanos las comieron es fácil, ya que a menudo tienen marcas de cuchillos o dientes. Pero hacerlo con pequeños huesos de serpientes o lagartos presenta un desafío mayor. Para averiguar si tales animales podrían haber sido comidos por los humanos, los investigadores sometieron huesos modernos de serpientes y lagartos a condiciones que probablemente habrían padecido los antiguos escamosos, por ejemplo, carnicería, asado y erosión por la arena, así como alimento de alguno depredadores. Posteriormente, los huesos modernos se compararon con los huesos antiguos a fin de terminar similitudes y diferencias.
Los investigadores hallaron muchas semejanzas entre los huesos viejos y los nuevos, las suficientes como para convencerles de que los natufienses comían serpientes y lagartos. A este respecto, sugieren que sus hallazgos tienen sentido lógico, ya que si las personas construyeron en la zona sus hogares necesitaban poder sobrevivir comiendo lo que estuviera disponible localmente, y, en ese sentido, habría habido muchas serpientes alrededor, lo que las convertiría en un objetivo probable para una comida. También observaron que solo las serpientes no venenosas mostraban signos de haber sido consumidas.
Fuente: phys.org | 30 de junio de 2020
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