El consumo de leche en Europa hace 7.000 años era muy desigual entre las primeras poblaciones campesinas

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Cerámica procedente del yacimiento arqueológico de Verson (Francia) (Fotografía de Annabelle Cocollos, Consejo Departamental de Calvados, publicada en Germain-Vallée et al. 2015)

Los resultados de una nueva investigación revelan que el consumo de los lácteos en Europa era muy desigual entre las primeras poblaciones campesinas. Un equipo de investigación internacional, liderado por la investigadora Miriam Cubas (Universidad de York-Universidad de Oviedo), ha conseguido recuperar residuos de las actividades culinarias en las vasijas usadas por las sociedades prehistóricas de hace 7.500-5.500 años. Los resultados han sido publicados en la revista Nature Communications y entre los firmantes figura Xosé-Pedro Rodríguez, investigador del Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social (IPHES) y de la Universitat Rovira i Virgili (URV) (España).

El análisis químico de los restos de grasas de animales, cera de las plantas, aceites de pescado y resinas preservados en las cerámicas prehistóricas ha permitido al equipo de la Dra. Cubas explorar los distintos usos de estos recipientes por parte de las comunidades neolíticas, y particularmente su relación con las actividades agrícolas y ganaderas.

Los resultados reflejan una gran variación en el uso de las cerámicas entre estas comunidades. Entre los recursos identificados, destacan los productos lácteos cuya presencia se incrementan a lo largo de un gradiente latitudinal hacia la zona norte de Europa, la región atlántica francesa y las Islas Británicas. Este hallazgo implica que las primeras comunidades agrícolas necesitaron tiempo para adaptar sus prácticas económicas antes de expandirse a zonas más al norte.

Los autores concluyen que estas diferencias pueden estar relacionadas con las diferentes actividades ganaderas, con una mayor presencia del ganado vacuno en el norte y una ganadería centrada en las ovejas y las cabras en el sur de Europa. En la Península Ibérica, estas prácticas culinarias reflejan más una importancia de los recursos cárnicos procedentes de los animales domésticos (oveja y cabra) que se introducen en esos momentos.

Los productores prehistóricos que colonizaron áreas del norte con climas más severos pueden haber tenido una mayor necesidad de los beneficios nutricionales de la leche, incluida la vitamina D y las grasas, sugieren los autores del estudio.

Mapa de Europa atlántica que muestra las dataciones estimadas para la dispersión neolítica y las composiciones de isótopos de carbono de ácidos grasos en la cerámica neolítica temprana.
a) Se muestra la llegada más temprana estimada del Neolítico temprano y la ubicación de los sitios arqueológicos incluidos en el estudio. b) Error estándar del promedio de dataciones de llegada del Neolítico que se muestran en a). c) Se muestran estimaciones espaciales de valores de Δ 13C de ácidos grasos basados ​​en el análisis de 647 restos cerámicos individuales. Las estimaciones se limitan a las áreas donde el error estándar promedio es <0.30 ‰. Los valores más negativos respecto a Δ 13C (es decir, ≤3,3 ‰) se asocian con las grasas lácteas; aquellas situadas entre −3,3 y −1,0 ‰ son típicas de las grasas de rumiantes y los valores ≥ −1 ‰ son típicas de las grasas no rumiantes. Se muestran las desviaciones promedio y estándar de los valores de Δ 13C por región. d) Error estándar del promedio de los valores estimados de Δ 13C que se muestran en c).

Se trata de una de las comparaciones regionales más amplias que se han publicado hasta el momento sobre el uso de la cerámica durante la Prehistoria. Uno de los hallazgos más sorprendentes es la ausencia de alimentos marinos en las cerámicas documentadas, incluso, en yacimientos arqueológicos situados en zonas de costa, donde estos recursos alimenticios están claramente disponibles. Una excepción es la zona del Báltico donde tanto los recursos lácteos como los alimentos de procedencia marina fueron preparados en la cerámica.

“Nuestro estudio ofrece una amplia comparación regional sobre el uso de la cerámica durante la Prehistoria. Estos resultados contribuyen a obtener más información sobre cómo vivieron los grupos humanos durante este proceso de cambio tan trascendental que supuso la introducción de la ganadería y la agricultura”, afirmó Miriam Cubas (izquierda), autora principal del artículo.

Respecto a la ausencia de alimentos marinos, agrega: "Este sorprendente descubrimiento podría significar que muchos agricultores prehistóricos los rechazaron en favor de los lácteos, pero tal vez el pescado y los mariscos simplemente se procesaron de otras maneras".

“Las diferencias respecto a la frecuencia de aparición de los productos lácteos podrían ser importantes para la comprensión de la evolución de la tolerancia a la lactosa en los adultos en Europa. Hoy en día, las mutaciones genéticas que permiten a los adultos digerir la lactosa presente en la leche tienen una mayor presencia en la zona noroeste de Europa que en las regiones del sur”, sostiene el profesor Oliver Craig (derecha), del Departamento de Arqueología de la Universidad de York.

El equipo de investigadores procedentes de la Universidad de York, la Universidad de Oviedo, la Sociedad de Ciencias Aranzadi, la Universidad Autónoma de Barcelona, el Instituto Max Planck, la Universidad de Cantabria, INRAP, el Servicio Regional de Arqueología de Normandía, el Servicio de Arqueología del Departamento de Calvados, la Universidad de Lisboa, UNIARQ, la Universidad de Santiago de Compostela (USC), la Universidad de Rennes, el Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria, el Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social, la Universitat Rovira i Virgili, el Museu Arqueológico de São Miguel de Odrinhas y la Universidad de Barcelona ha analizado los residuos orgánicos conservados en las cerámicas del Neolítico antiguo procedentes de 24 yacimientos arqueológicos situados entre Portugal y el Báltico. Esta investigación permite expandir nuestro conocimiento sobre las prácticas culinarias de estas primeras sociedades agrícolas, el papel que desempeñaron los distintos alimentos y su impacto en la dieta de las primeras comunidades campesinas.

Fragmento cerámico hallado en Cova Eirós. Foto: GEPN-AAT (Universidade de Santiago de Compostela)

La colaboración con investigadores de la USC (GEPN-AAT), del IPHES y de la URV ha permitido incluir entre los recipientes analizados la cerámica cardial descubierta en Cova Eirós (Triacastela, Lugo, Galicia). El análisis de los lípidos ahí contenidos muestra que fue utilizada para el procesado de vegetales y carnes de rumiante. Este dato permite acercarnos a las costumbres alimentarias de las primeras sociedades agricultoras y ganaderas de la costa atlántica.

Fuentes: iphesnoticias.blogspot.com | eurekaalert.org | 27 de abril de 2020

Aníbal Clemente

Historia y Arqueología. Publicación digital de divulgación cultural.

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