Los marineros de la Edad de Piedra tenían mejores barcos de lo que se creía
Los cinco aventureros, ultimando los detalles antes de partir el pasado mes de julio (Koukai Project)No fue tan fácil como parecía. Un grupo de arqueólogos japoneses quería recrear un viaje de hace 30.000 años, en plena Edad de Piedra, que recorrió la cadena de islas Ryukyu (o Nansei), el archipiélago más meridional de Japón. Pero no pudo ser. Su balsa, una réplica construida utilizando tecnología paleolítica, no alcanzó el objetivo final. Los colonizadores prehistóricos resulta que tenían más recursos de los que se creía.
Las corrientes marinas más grandes del mundo han sido un obstáculo insalvable para este grupo de atrevidos investigadores que comenzó su aventura el pasado mes de julio. Los cinco marineros, todos ellos expertos practicantes de Kayak oceánico, utilizaron un bote de madera basado en un modelo encontrado en China y Japón que se remonta a hace 8.000 años. Pero no fue suficiente.
Una de las barcas de bambú realizadas por los arqueólogos (Antiquity)
Los primeros pobladores de las islas Ryukyu navegaron hasta el archipiélago hace entre 40 y 30.000 años. Muchos expertos creen que las balsas de bambú fueron la embarcación más utilizada por los primeros navegantes de la costa del Pacífico occidental, ya que pueden hacerse con relativa facilidad utilizando materiales locales y herramientas de aquella época.
Estudios anteriores revelaban que podían viajar más de 800 kilómetros. Lo que no podían aguantar esas embarcaciones es, según revela el estudio publicado en la revista Antiquity ,la corriente de Kuroshio que atraviesa la región. Esta es una de las más fuertes del mundo, e incluso podía ser incluso más intensa en la época en la que las islas fueron colonizadas.
Las islas Ryukyu en el momento de su colonización inicial, reconstruidas bajando 80m el nivel del mar (áreas grises). El mapa también muestra el curso de la corriente actual de Kuroshio, junto con las fechas más antiguas reportadas para los sitios del Pleistoceno (Antiquity)
El barco de bambú de los arqueólogos, liderado por Yousuke Kaifu, del Museo Nacional de Naturaleza y Ciencia de Japón, no pudo atravesar la corriente ni llegar a la siguiente. Tampoco lo lograron cuando trataron de mejorar el diseño de la balsa. “Parece que los marineros de la Edad de Piedra tenían mejor tecnología naval de lo que esperábamos”, señalan los investigadores.
Hace unos 50.000 años, el Homo sapiens comenzó a colonizar islas en todo el Pacífico occidental. Este hecho marca las primeras travesías repetidas, y aparentemente planeadas, de nuestra especie a través del mar. Sin embargo, cualquier evidencia de la tecnología marítima que hizo posible estas aventuras se ha perdido hace mucho tiempo.
Trabajos de construcción de la primera balsa de bambú, realizada en 2017 (Yousuke Kaifu / Antiquity)
Los arqueólogos han tenido que recurrir a fuentes alternativas para encontrar evidencias de estos viajes. En las últimas décadas, por ejemplo, se ha apostado por una serie de marchas experimentales utilizando recreaciones de naves paleolíticas para probar su viabilidad. El último intento, promovido por el Museo Nacional de Naturaleza y Ciencia en Tokio y el Museo Nacional de Prehistoria en Taiwán, comenzó en 2013.
La culminación del proyecto ha sido el crucero de Kaifu y su equipo a través de los 1.200 kilómetros que forman la región de las islas Ryukyu. Para construir su balsa usaron herramientas de piedra que se encuentran en la región y son capaces de cortar y trabajar el bambú. Además, se basaron en la experiencia del pueblo Amis de Taiwán, que continuó utilizando barcas de este material para la pesca costera hasta hace poco.
Herramientas para trabajar la madera de Japón: A) Un hacha de piedra con borde y una piedra de moler. B) Replica de una hacha de piedra (Yousuke Kaifu / Antiquity)
Los investigadores trabajaron codo con codo con amis para construir, en 2017, una barca que tenía 10,5 metros de largo y estaba tripulada por cinco kayakistas de mar profesionales y semiprofesionales. Tras 14 horas de navegación, en las que recorrieron unos 80 kilómetros, tuvieron que dar la vuelta y regresar a puerto.
El obstáculo que les había cortado el paso era Kuroshio (Corriente Negra, en japonés). Esta comienza frente a la costa oriental de Taiwán y fluye hacia el noreste, donde se funde con la deriva oriental de la corriente del Pacífico Norte. Pero no se dieron por vencidos y construyeron una nueva balsa más ancha, más ligera y más dura.
Esta nueva barca tampoco logró cruzar la corriente. ”Está claro que los marineros de la Edad de Piedra de Asia Oriental que hicieron este viaje por primera vez tenían una tecnología naval más avanzada que la simple balsa de bambú”, reconocen ahora los arqueólogos que han participado en el proyecto.
Esta segunda decepción, aún así, no supone el fin del proyecto. “El estudio fue diseñado para tener una mejor imagen del 'Homo sapiens' paleolítico. Parece que afrontaron un gran desafío para ir a nuevos lugares, así que queremos saber cuál fue”, apunta Yousuke Kaifu. Por eso ya está trabajando en un nuevo diseño de canoa.
Fuente: lavanguardia.com | 13 de diciembre de 2019
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