Los secretos de la Piedra Zanata podrán averiguarse con termografía infrarroja

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Expertos norteamericanos examinarán en marzo del próximo año, bajo los auspicios de la Universidad de La Laguna, la ‘joya’ aborigen descubierta hace casi tres decenios en Tenerife.

Expertos norteamericanos que realizarán una estancia en la Universidad de La Laguna (ULL) en marzo de 2020 pretenden examinar la Piedra Zanata, que se estima por muchos como el eslabón perdido de nuestra civilización prehispánica, pieza hallada en los años 90 y que se expone en el Museo Arqueológico de Santa Cruz de Tenerife.

En un principio se cree que la piedra es auténtica y que contiene reveladoras inscripciones bereberes, pero podría contener otros signos inapreciables al ojo humano y a los microscopios, que saldrían a la luz mediante la aplicación de termografía infrarroja (IRT en sus siglas en inglés).
El profesor Chet Van Duzer (izquierda), formado en Stanford (EE.UU.) y que ahora trabaja para organizaciones culturales de todo el mundo desde Providence (EE.UU.), hará una estancia en marzo de 2020 en la Cátedra de Estudios Árabes e Islámicos de la Universidad de La Laguna, que dirige la profesora Maravillas Aguiar Aguilar.
La Cátedra quiere aprovechar su presencia en la Isla para realizar un estudio a fondo de la piedra, cuyo hallazgo, al principio de los 90, supuso una gran conmoción en la sociedad isleña. Hasta el punto de que su estudio y la posibilidad de su autenticidad costó la vida al recordado catedrático Rafael Muñoz, que fue el primer autor que analizó la piedra, junto al especialista y exdirector del Museo Arqueológico, Rafael González Antón, que también apoyó fuertemente su valor histórico.
Sobre el sistema multiespectral, que era el otro procedimiento de estudio posible, se duda de si puede ser eficaz en objetos no pigmentados (por ejemplo, lo es absolutamente en la recuperación de los mapas antiguos), aunque existe otra técnica, la citada termografía IRT, que permite recuperar, por ejemplo, los seriales y dibujos de las armas antiguas que han sido borrados por el tiempo. Este puede ser el camino para arrancar a la Piedra Zanata, que tiene forma de pez y luce otro pez interior con inscripciones bereberes, todos sus secretos escondidos, si los hubiera.

ESPECIALISTAS

La Universidad de La Laguna consultará a otros expertos que colaboran con el profesor Chet Van Duzer, que actualmente trabaja en la John Carter Brown Library, de la Universidad de Brown, como el especialista Gregory Heyworth, que ya ha emitido su opinión provisional sobre la posibilidad de someter la piedra a la tecnología IRT, sin dañarla. Puede que tenga que ser trasladada a los Estados Unidos, aunque esta es solo una hipótesis. Al menos el experto ha preguntado, este viernes pasado, si la piedra puede viajar.

La profesora Maravillas Aguiar, que el DIARIO DE AVISOS entrevista mañana lunes en la sección Conversaciones en Los Limoneros, se muestra muy ilusionada con este asunto. Como ella misma dice, “la Piedra Zanata puede ser una gran mentira o una gran verdad, no lo sabemos, pero hay que averiguarlo porque tenemos obligación de saber el origen de nuestro pueblo guanche”.
Estamos ante una interesantísima posibilidad de arrancar todos los secretos a la Piedra Zanata, que tanta controversia despertó desde el momento de su hallazgo en un lugar que no ha sido revelado para no dar pie a expolios y búsquedas por parte de profanos. Y, desde luego, dar un espaldarazo definitivo a la teoría de nuestra procedencia bereber, aceptada plenamente por unos científicos y cuestionada por otros pocos.
Foto: Cara principal de la piedra Zanata, donde se aprecia el contorno esculpido en forma de atún, el atún interior que forma el cartucho de la inscripción y la inscripción misma.

CANARIAS HALLA SU ESLABÓN PERDIDO

El periódico El País publicó el 21 de septiembre de 1992 un reportaje, firmado por Carmelo Martín y que reproducimos a continuación, en el que se destacaba el histórico descubrimiento de la Piedra Zanata y de su grabado rupestre:

El hallazgo de una piedra que mide unos 20 centímetros de largo, con una inscripción en escritura tifinagh (alfabeto con más de 20 siglos de antigüedad) que consta de apenas tres signos grabados, ha revolucionado estos días la arqueología canaria. Según el Museo Arqueológico y Etnográfico de Tenerife, que ha expuesto la valiosa piedra, "se trata del mayor descubrimiento de la historia de Canarias sobre el origen de los primeros pobladores”. Estos, los guanches, eran, según el escueto mensaje rupestre, bereberes, concretamente miembros de la tribu zanata, y arribaron a las islas hace más de 1.700 años, durante su huida de la dominación romana en el norte de África.

La noticia fue desvelada por las autoridades insulares de la mano de los investigadores en el Cabildo de Tenerife, con carácter de gran acontecimiento. A lo largo de la semana ha resucitado el interés por los guanches, que eran hasta ahora los grandes desconocidos, entre historiadores, antropólogos, arqueólogos, filólogos, intelectuales y políticos. El director del citado museo, Rafael González Antón, autor, junto a varios colaboradores, del hallazgo en un yacimiento ritual del norte de Tenerife, ha sentenciado, con la piedra en la mano, que “por primera vez contamos con una prueba fehaciente del origen bereber de los guanches”. En los últimos años tal hipótesis se había impuesto entre la comunidad científica, pero sin un testimonio irrefutable que lo avalara. El catedrático de Estudios Árabes e Islámicos de la Universidad de La Laguna, Rafael Muñoz Jiménez, ha logrado descifrar los símbolos representados en la piedra, que traducidos de la escritura tifinagh, consisten en tres consonantes (Z, N y T) y significan zanata.

Los zanatas forman una de las principales tribus bereberes del África blanca. La importancia de este hallazgo es que se trata del primer resto arqueológico del archipiélago que revela un gentilicio bereber. En otras palabras, los guanches dejaron escrita su nacionalidad, pero hasta ahora no había salido a la luz este eslabón perdido. “Tenemos ya el carné de identidad de los guanches”, afirma González Antón.

El misterio que rodeaba dicho origen dio pie a una rica mitología, en la que, según los griegos, Hércules viajó a las islas a robar las manzanas de oro del jardín de las Hespérides, mientras los romanos las bautizaron como afortunadas. El guanche ha pasado, incluso, por superviviente del continente desaparecido de la Atlántida. Ahora resurge como uno de los vestigios más remotos de una cultura milenaria, la bereber, a la que algunos expertos atribuyen el origen de la humanidad. El estudio sobre el guanche se revaloriza a la luz de este hallazgo. En el I Congreso Internacional sobre Momias, celebrado en febrero pasado en Tenerife, fue solicitada la declaración de patrimonio de la humanidad para los aborígenes canarios. Dentro del Proyecto Cronos del museo tinerfeño ha sido posible aislar el ácido desoxirribonucleico (ADN) de los guanches, cuya comparación con el de los bereberes permitirá cerrar aún más el círculo de dicho paralelismo, según indicó Conrado Rodríguez Martín, conservador del citado museo arqueológico.

El escritor Juan Manuel García Ramos reflexiona con alborozo sobre el hito recién alumbrado. “Es la confirmación de una probabilidad; estamos ante la piedra roseta de los orígenes del archipiélago”, señala. El hecho no espanta a un europeísta convencido como el presidente del Gobierno autónomo, Jerónimo Saavedra, para quien "estamos ante un hecho cultural de primera magnitud que contribuye a clarificar las raíces étnicas de nuestros ancestros”.

Fuente: diariodeavisos.elespanol.com | 11 de agosto de 2019

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Maravillas Aguiar Aguilar: “La piedra Zanata puede ser una gran mentira o una gran verdad, no lo sabemos”

Maravillas Aguiar Aguilar: “La piedra Zanata puede ser una gran mentira o una gran verdad, no lo sabemos”. DA.


La profesora Maravillas Aguiar Aguilar (Santa Cruz, 1966) es catedrática de Estudios Árabes e Islámicos de la Universidad de La Laguna. Y directora del Instituto de Estudios Canarios. Empezaré la entrevista por el final. “Mavi, ¿hay demasiada gente de fuera en Canarias que no comprende nuestros sentimientos? ¿Por qué hemos abandonado el estudio y la investigación de nuestra historia?”. “Yo me hago la misma pregunta”, me responde: “¿Pero por qué no podemos tener un pasado? Parece como si renunciáramos a buscarlo”. La acaban de elegir directora del Instituto de Estudios Canarios y recientemente ha accedido a la cátedra citada de la Universidad de La Laguna. Es toda una autoridad en los estudios árabes y hasta los servicios secretos han solicitado su colaboración en un momento dado, porque, sobre todo después del atentado contra las Torres Gemelas, se intentaban traducir, sin éxito, conversaciones entre islamistas interceptadas. No ha hecho falta su concurso, de momento, pero ahí está, en la reserva. “Necesitaban gente que supiera árabe. No es fácil este idioma, ni siquiera en su versión estándar. Date cuenta de que, entre ellos mismos, hablando distintos dialectos, pueden no entenderse”.

-Es decir, que aprender árabe cuesta tres veces más que aprender inglés.

“Pues sí. Tiene un alfabeto de 28 letras y una escritura ya de por sí muy distinta a la nuestra, porque además se realiza de derecha a izquierda. Fíjate que desde el año 52 hay rastro de enseñanzas de árabe en nuestra universidad, pero ahora está muy limitado, dentro del grado de Estudios Francófonos Aplicados. Es preciso cambiar esto, porque además los alumnos lo demandan”.

-¿Es la piedra Zanata el eslabón perdido de nuestra historia como pueblo?

“Mira, la piedra Zanata puede ser una gran mentira o una gran verdad. Hay ciertas señales de que es auténtica y de que contiene símbolos reveladores. Para comprender el hallazgo es preciso ir al libro de uno de mis maestros, el profesor Rafael Muñoz. Existen teorías para todos los gustos. Zanata no es una palabra árabe, es bereber. Si su origen está en el pueblo guanche puede ser el eslabón perdido de nuestra procedencia bereber”.

-Pero el origen bereber del pueblo guanche parece incuestionable.

“Fíjate en la toponimia: tajinaste, Tegueste, Taganana, Tamaraceite, Melenara. Me propongo editar un libro, desde el Instituto de Estudios Canarios, con citas de 21 autores que se refieren a unas misteriosas islas al sur, desde el siglo IX al XVI. 21 autores que hablan de estas islas en tiempos tan remotos, y lo hacen desde Egipto a Siria, pasando por lo que hoy es Marruecos”.

-¿Es tan distinto el idioma que hablan los bereberes al que hablan los árabes?

“El árabe y el bereber son dos lenguas diferentes. Ambas son lenguas de la familia afroasiática, pero distintas. Los bereberes tienen un idioma propio, con préstamos de palabras árabes”.
(La profesora Aguiar realizó un postgrado en el Instituto de Lenguas Orientales de la Universidad Libre de Bruselas, después de licenciarse en Filología Española en la Laguna. Obtuvo la titularidad en el 97 y la cátedra este mismo año 2019. Trabajó en la Biblioteca Real de Bélgica con el profesor Hossam ElKhadem, ya jubilado, que también formó parte de su tribunal de doctorado en La Laguna. Tiene un recuerdo especial para la catedrática Marita Arcas Campoy, que se acaba de jubilar, y a la que ha sustituido).
-Es una pena que no hayamos sabido cuidar nuestros yacimientos prehispánicos.

“Lo es, a pesar del ímprobo trabajo que han hecho investigadores como Tejera Gaspar, Carmina del Arco, González Antón y otros. Parece como si no hubiera, en nuestro propio pueblo, conciencia de nuestra identidad. A mí me encanta decir que mi abuela era camellera en Fuerteventura y que estoy muy integrada en mi tierra. A veces perdemos la perspectiva de las cosas”.

-Tu tesis es muy difícil y atrevida. No la has publicado por su complejidad, ¿no es verdad?

“Pues, sí. A ver cómo te lo puedo explicar. Traduje un manuscrito árabe matemático en el que se explica cómo utilizar el cuadrante de senos, un instrumento con el que se resolvían problemas de trigonometría, que indica cómo calcular la profundidad de un pozo, la hora del día, que hace sumas, restas. Como una calculadora en versión muy rudimentaria”.

-Qué curioso, formación de letras e inquietud matemática.

“No creas, yo tenía afición por la ciencia hasta que una profesora me encauzó por la senda de la literatura. Pero la ciencia me gusta y acabé manejando bien ese manuscrito del siglo XIV. Pero, claro, publicarlo va a ser muy poco digerible. He publicado otros trabajos mucho más amenos, por supuesto”.

-¿Cómo resolvemos el problema de las momias guanches? Los pueblos árabes no embalsaman a sus muertos.

“No, el embalsamamiento no existe en las sociedades islámicas. Ellos entierran a sus muertos envueltos en un sudario y con la cabeza hacia La Meca”.

-Luego, sigue siendo un misterio.

“Lo sigue siendo. Sabemos tan poco de nuestros pueblos prehispánicos que a mí me da mucha pena. A esto es preciso ponerle solución y volcarnos en su estudio desde las propias universidades canarias. Es preciso recuperar toda la información que existe, investigarla”.

Maravillas Aguiar Aguilar. DA

-Me hablabas de esas 21 citas de autores entre el siglo IX y el XVI que hablan de esas islas al sur. ¿Podrías citarme algunos de ellos?

“Mira, Canarias fue llamada “Las islas de la felicidad” por un autor. Otro cita, también en árabe, las invasiones normandas. Un viejo sufí las sitúa –a nuestras islas- frente a Safi, en la costa marroquí, y le dice a otro que viajó a una de ellas, posiblemente a Fuerteventura; que sus pueblos o tribus, en la misma isla, no se entendían entre sí y que él les enseñó a realizar la oración de al-subh; y que no se fue de allí hasta que no lo consiguió. Y hablamos del siglo XIII”.

-Lo que me cuentas es interesantísimo. Y su publicación, una necesidad, ¿no crees?

“Son sólo fragmentos de textos muy amplios los que se refieren presuntamente a Canarias, pero es verdad que muy reveladores. Mira, es nuestra historia. Y si se la presentas a la gente, la gente lo agradece. Fíjate el éxito que ha tenido el libro de los testamentos guanches editado por el Instituto de Estudios Canarios, aunque a mí me da mucha pena ese libro”.

-¿Por qué?

“Pues porque testan los últimos guanches, con nombres ya de cristianos y muchas veces dejan sus propiedades a la Iglesia, como una especie de sumisión. Esto habla del exterminio de nuestra cultura primitiva y de nuestro pueblo”.

(Los autores del libro Testamentos de guanches (1505-1550) son Leopoldo Tabares de Nava y Marín y Lorenzo Santana Rodríguez. Fue publicado en 2017 por el Instituto de Estudios Canarios. La profesora hace elogios de este trabajo.)

-¿Existe una especie de “invasión” del Islam en Occidente? ¿Lo ves como un movimiento organizado, como una estrategia?

“No, ni mucho menos. Es verdad que el trasvase ha sido enorme, pero son movimientos migratorios espontáneos. Además, no tienen nada que ver sus procedencias. La llamada primavera árabe fracasó por diferencias entre ellos. No existe ni unidad de criterio, ni estrategia migratoria, eso es una falsedad”.

-Vuelvo a la piedra Zanata. ¿Es posible, mediante la técnica actual, arrancarle todo su mensaje?

“Mira, estamos en unos proyectos interesantes, en colaboración con el profesor americano Chet Van Duzer. Él utiliza una técnica multiespectral para estudiar mapas que el tiempo ha dejado casi en blanco. La Universidad de Yale compró un mapamundi, muy caro, del siglo XV en el que no se veía prácticamente nada. El análisis multiespectral realizado al mapa permitió descifrar textos y otros detalles que permanecían ocultos”.

-¿Y?

“Pues se me ocurre que si aplicamos esto a la piedra Zanata a lo mejor nos revela todo lo que tiene y que no se ve; lo digo como hipótesis. El profesor Van Duzer trabaja en Providence, cerca de Boston, y tiene relación investigadora con mi cátedra de La Laguna. Realizará una estancia aquí en marzo de 2020, en el seno de nuestro grupo de investigación. El problema es que la piedra no está pigmentada, por lo que esta técnica es posible que no pueda aplicarse con éxito, aunque sí otras que han evolucionado mucho”.

-Sería muy interesante.

“Hay mucho por hacer. Por cierto que con esta conversación me han dado ganas de ir al museo, a ver de nuevo la piedra. Y lo haré pronto”.
(Está claro que hoy hablar árabe es un lujo. Ya se han explicado las dificultades por la cantidad de dialectos existentes. La profesora Aguiar confiesa que domina el árabe estándar, pero que otras lenguas se le escapan. La Laguna puede ser un centro de referencia de estas enseñanzas, bajo el mandato del nuevo equipo rectoral. Hay que tener en cuenta que el árabe se imparte en ella desde 1952, cuando no tenía la importancia que hoy tiene. Ha sido muy interesante la charla, celebrada como siempre en Los Limoneros, en compañía de un excelente menú, como también es habitual).

Fuente: diariodeavisos.elespanol.com | 12 de agosto de 2019

Aníbal Clemente

Historia y Arqueología. Publicación digital de divulgación cultural.

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