Encuentran unas pinturas rupestres en una pared rocosa de la foz de Sigüés (Zaragoza)
Ana Baquedano, junto a las pintura que descubrió a mediados de julio. Iosu Anton
Agentes de protección de la naturaleza del Gobierno de Aragón encontraron hace unas semanas unas pinturas rupestres de color rojizo en una pared rocosa de la foz de Sigüés, en la Jacetania zaragozana. Según las primeras valoraciones, este hallazgo supone el descubrimiento de un nuevo núcleo del denominado arte esquemático, un estilo figurativo muy presente en Aragón que, como su propio nombre indica, se caracteriza por la simplicidad de sus trazos.
De hecho, la foz de Sigüés está muy próxima a la foz de Forniellos, otro paraje escarpado situado dentro del término municipal de Salvatierra de Esca en el que en los últimos años se han descubierto más de una decena de conjuntos de arte rupestre esquemático en los que también predomina el color rojo.
Las pinturas fueron localizadas a mediados de julio, pero ha sido esta semana cuando han sido visitadas por una técnico de la Dirección General de Patrimonio de la DGA y por los profesores de la Universidad de Zaragoza, Pilar Utrilla y Manuel Bea. Desde el Gobierno de Aragón prefieren ser cautos e insisten en que para confirmar “la autenticidad y el interés” del hallazgo hace falta estudiarlo más a fondo. Sin embargo, ayer Utrilla no tuvo ninguna duda tras ver in situ los dibujos.
“Se trata de cinco dedadas (manchas hechas con los dedos) en rojo. No se puede decir la época en la que fueron hechas, pero este es un motivo frecuente en el arte esquemático que también se encuentra en otras pinturas rupestres aragonesas, por ejemplo en las de Arén, Castillonroy, Estadilla o el río Vero”, explica esta catedrática de Prehistoria.
Ejemplo de arte levantino. Escena de caza (Valltorta, Castellón).
Los diferentes estilos de arte rupestre en Aragón
Aragón es una de las automomías con más pinturas rupestres y cuenta con ejemplos de los tres estilos que se han diferenciado para clasificar estas manifestaciones artísticas en la Península Ibérica: el arte rupestre cantábrico, el levantino y el esquemático.
En 1978 se descubrió la cueva llamada Fuente del Trucho en Asque-Colungo (Huesca), ocupada hace 22.000 años y en la que había restos de grabados y pinturas, los más antiguos encontrados en Aragón. Su hallazgo confirmó la existencia de manifestaciones de arte paleolítico en Aragón, hasta entonces solo atribuido a las cuevas de la cornisa cantábrica. Cabe destacar otros ejemplos como la cueva del Formón en Toledo de la Nata (Huesca) y Roca Hernando en Cabra de Mora (Teruel).
Junto al arte rupestre cantábrico, Aragón conserva importantes ejemplos de pinturas de estilo levantino y esquemático. El estilo levantino es un arte eminentemente pictórico desarrollado en cuevas y abrigos habitadas entre los años 6.000 y 4.000 a. C. Se caracteriza, sobre todo, por la figuración, y son representativas las escenas de animales y seres humanos en actos rituales, cacerías, danza, guerra. Existe una larga lista de yacimientos de arte rupestre levantino que se extiende desde el Prepirineo oscense, pasando por Caspe en Zaragoza, hasta Albarracín y la ribera del río Martín en Teruel.
Las pinturas esquemáticas
Aunque su cronología aún se discute, el arte rupestre esquemático se data en el periodo aproximado que va desde el año 4.000 al año 1.000 a. C., a finales de la Edad del Bronce. En unas zonas parece que tiene un origen propio, pero en otras sugiere ser una evolución del naturalismo propio del arte levantino a través de una progresiva simplificación de sus diseños.
En las pinturas esquemáticas las figuras son muy sintéticas y a veces resultan inidentificables, pero esa simplificación no debe entenderse como una pérdida de técnica pictórica, sino como una mayor capacidad de simplificación. No obstante, las principales diferencias respecto al arte rupestre levantino se dan en la temática, ya que lo más habitual son los signos abstractos, un tipo de dibujos casi desconocido en las pinturas levantinas.
La Ley del Patrimonio Cultural de Aragón considera bienes de interés cultural (BIC) las cuevas, abrigos y lugares que contengan manifestaciones de arte rupestre en toda su tipología. En diciembre de 1998, la Unesco declaró el arte levantino Patrimonio Mundial.
Fuente: amp.heraldo.es | 11 de agosto de 2019
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