El sudeste asiático estaba lleno de grupos humanos arcaicos mucho antes de que apareciera el 'Homo sapiens' en la zona

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La población ancestral de los humanos modernos parece haberse dividido a medida que se movía a través de Asia. Foto: Shutterstock

Por João Teixeira Universidad de Adelaida (Australia)
Hace unos 55.000-50.000 años, una población de humanos modernos abandonó África y comenzó una larga caminata que los llevaría por todo el mundo. Después de cruzar rápidamente Eurasia y el sudeste asiático, viajaron a través de las islas de Indonesia y, finalmente, hasta el continente de Sahul, la actual Australia y Nueva Guinea. Sus descendientes son las poblaciones humanas modernas que se encuentran en esta enorme región en la actualidad.

En una nueva investigación, publicada en Proceedings of the National Ademy of Sciences (PNAS), detallamos cómo, durante este extraordinario viaje, los ancestros de los humanos modernos se encontraron y se mezclaron genéticamente con una serie de grupos humanos arcaicos, incluidos los neandertales y los denisovanos, y muchos otros para los que actualmente no tenemos nombre. Las huellas de estas interacciones aún se conservan en nuestros genomas.
Por ejemplo, todas las poblaciones modernas no africanas tienen aproximadamente un 2 por ciento de ascendencia neandertal. Esta fuerte señal genética universal muestra que el evento original de hibridación con los neandertales debió haber ocurrido justo después de que la pequeña población fundadora saliera de África.

Incluso podemos emplear esta señal genética neandertal para datar cuándo dejaron África. El gran tamaño de los fragmentos de ADN neandertal en el genoma de un antiguo esqueleto del sur de Rusia, que tiene 45.000 años de antigüedad, muestra que, como máximo, de 230 a 430 generaciones podrían haber pasado desde el momento de la hibridación inicial (datada en hace unos 50-55.000 años).
Al analizar dónde se encuentran trazas genéticas arcaicas en la actualidad (derivado de estudios genéticos anteriores), y al utilizar mapas de paleovegetación que identifican hábitats favorables de sabana a lo largo de la ruta de expansión hace 55.000 años, hemos reconstruido las ubicaciones geográficas probables y el número de eventos de hibridación con homininos arcaicos.


Salida de África

Uno de los primeros eventos de hibridación, después de haberse producido con los neandertales, parece haber tenido lugar durante el movimiento de expansión por el sur de Asia. El grupo humano arcaico involucrado no fueron ni los neandertales ni los denisovanos, sino algo similar, y que actualmente no tiene nombre.

Las huellas genéticas de este grupo arcaico se pueden encontrar en las poblaciones modernas del Punyab y Bengala hasta Nueva Guinea y Australia. Como resultado, creemos que este evento de hibridación (marcado con el número 1 en el mapa) probablemente ocurrió en algún lugar del norte de la India, que es la posición más "hacia arriba" o hacia el oeste que se observa que aconteció por primera vez.

La población ancestral de los humanos modernos parece haberse dividido a medida que se movía a través de Asia, con un pulso que de dispersión hacia el norte, donde entra en contacto con un grupo de denisovanos (marcado con el número 2 en el mapa). Estos denisovanos eran genéticamente próximos a los que ya conocemos de las montañas de Altai (Siberia). Las huellas de este contacto se pueden ver en el este de Asia en la actualidad, y también en las poblaciones del América del Norte y del Sur, las cuales provienen del noreste de Asia.

Las islas del sudeste asiático ya estaban llenas

El otro pulso de expansión de los humanos modernos se dirigió hacia el sur, a la península de Malasia y hacia las islas del sudeste asiático, donde una gran sorpresa esperaba. Al llegar descubrieron que esa área ya estaba llena de diferentes grupos de humanos arcaicos, incluyendo especies completamente diferentes.

Hallazgos fósiles recientes de pequeños esqueletos han demostrado que parientes de Homo erectus (cuyos primeros fósiles son comunes en Java) habían sobrevivido en Filipinas y en la Isla de Flores (donde se les conoce como Homo floresiensis, apodados "hobbits") hasta hace unos 52.000 años, esto es, hasta que llegaron los humanos modernos.

Tras la entrada en el área de la población humana moderna, ésta contactó por primera vez e hibridó con parientes lejanos de los denisovanos, dejando una señal en los genomas de los australo-papúes y varias poblaciones de las islas del sudeste asiático. Estas señales son muy diferentes del evento de hibridación anterior en Asia Oriental, y en su lugar provienen de parientes denisovanos que se había separado genéticamente de los denisovanos de Altai (Siberia)/Asia Oriental hace unos 280.000 años. Este episodio de hibridación parece haber ocurrido en algún lugar alrededor del sur de Malasia/Borneo (marcado con el número 3 en el mapa).

Línea imaginaria de separación entre el Sureste Asiático y Oceanía

Aterrizaje en Australia

La ola de humanos modernos no parece haber esperado mucho para cruzar la denominada Línea de Wallace, la famosa barrera biogeográfica que marca el borde de las masas terrestres de las islas del sudeste asiático unidas durante los últimos períodos glaciares, cuando los niveles del mar eran hasta 120 metros más bajos.

Lo sabemos porque una aparición repentina de enclaves arqueológicos en Australia de hace unos 50.000 años indican que los humanos modernos habían cruzado rápidamente las brechas marítimas a través de las islas del sudeste asiático.

Aunque hay un yacimiento australiano mucho más antiguo, el refugio de roca Madjedbebe, en Arnhem Land, de entre 80.000 y 65.000 años de antigüedad, hay que tener en cuenta que es un lugar completamente aislado respecto del resto del registro arqueológico australiano y su datación se ha puesto en duda.

Mientras los humanos modernos se movían a través de las islas del sudeste asiático, entraron en contacto e hibridaron con dos grupos humanos más arcaicos. Las poblaciones de cazadores-recolectores de Filipinas conservan señales de otro momento de hibridación con los desinovanos (marcado con el número 4 en el mapa) después de que se hubieran separado de la ola principal de humanos modernos que se movían a través de las islas del sudeste asiático.

De manera similar, un estudio genético de la población moderna de corta estatura que vive alrededor de la cueva de la Isla de Flores, donde se encontraron los pequeños restos óseos de los "hobbits", identificó señales de ADN no de Homo erectus, que era el objetivo del estudio, sino una señal enigmática de algo más. La misma no procedía de los neandertales ni tampoco de los denisovanos, sino de algo de una antigüedad similar, es decir, de otro grupo arcaico actualmente desconocido (marcado con el número 5 en el mapa).


Los últimos supervivientes

Lo que nos dicen los diferentes estudios genéticos a lo largo de esta zona geográfica, es que los ancestros de los humanos modernos parecen haberse encontrado y mezclado con cuatro clases de homininos arcaicos diferentes en al menos seis momentos. Y todo esto sucedió en el breve lapso de tiempo que va entre la salida de África, hace 55.000-50.000 años, y la llegada a Australia y Nueva Guinea como máximo 5.000 años después.

Sorprendentemente, ninguno de estos eventos de hibridación genética parece haber involucrado a especies fósiles de las islas del sudeste asiático, las cuales sabemos que todavía existían cuando llegaron a esta área los humanos modernos, tal como el Homo luzonensis (Filipinas) y el Homo floresiensis de la Isla de Flores.

Las islas del sudeste asiático fueron claramente un lugar muy concurrido hace unos 50.000 años, ocupadas por muchos grupos humanos arcaicos diferentes en distintas islas. Pero poco después solo hubo unos supervivientes: nosotros.

Fuentes: theconversation.com | dailymail.co.uk | eurekalert.org | 15 de julio de 2019

Aníbal Clemente

Historia y Arqueología. Publicación digital de divulgación cultural.

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