Atapuerca se adentra en terreno desconocido
Gran Dolina tiene activas excavaciones en varios niveles. - Raúl OchoaEn el ecuador de la campaña de excavaciones de Atapuerca, el equipo de Gran Dolina se enfrenta a un doble reto. Los excavadores de la parte superior han finalizado el trabajo en el extenso nivel de TD-10, coetáneos en algunos momentos de los homínidos de la Sima de los Huesos. Tras liquidar de manera rápida la capa del 9, completamente estéril, se adentran el en el nivel TD-8. Un espacio en el que penetran en terreno desconocido del que sólo saben los restos de fauna que han aparecido en el retranqueo de la parte izquierda, donde están a dos campañas de llegar a la base.
El nivel TD-8 presenta cronologías de entre 500.000 y 850.000 euros «nuestro próximo reto será comprobar si en este nivel hay o no presencia humana». En el retranqueo de 25 metros cuadrados no la encontraron. «Es extremadamente importante no sólo para la sierra sino para toda Europa porque hay muy poca información de esta época, contadísimos yacimientos», explica el responsable del trabajo en el yacimiento, Andreú Ollé (izquierda). La hipótesis de la que parten es que en esa época «si no hay un despoblamiento sí hay un descenso importante de la población y encontrarlo aquí supondría una excepcionalidad más a las que ya nos tiene acostumbrados Atapuerca».
En la parte baja de Dolina están ya en su fase final. A pie de la base de un yacimiento donde Homo antecessor es protagonista. Con niveles de un millón de años «el registro fósil y arqueológico que nos tenía dar la Dolina casi está llegando al final», explicó María Martinón (derecha). Zonas de entre 800.000 y un millón de años con presencia humana (herramientas, cortes en los restos óseos de la fauna) pero no restos humanos. «Nos sugiere nuevas preguntas sobre si estos homínidos están relacionados con 'Homo antecessor', si tienen relación con los de la Sima…», explica. Jordi Rosell pone también el foco en Ursus dolinensis, una especie de oso de las cavernas descubierta también en este rincón donde han trabajado en los últimos 20 años.
En la zona de la Sima del Elefante está a 60 centímetros de llegar a la base. - Raúl Ochoa
Rastro neandertal
En Gran Dolina trabaja este año menos personal que en otras campañas porque parte del equipo se ha trasladado a Cueva Fantasma. El nuevo yacimiento se excava en superficie y la primera sorpresa es que «está repleta de fósiles», explica la coordinadora de los trabajos, Ana Isabel Ortega (izquierda). Los restos de fauna sobresalen en la superficie del yacimiento. Han aparecido piezas de caballos, hienas, osos y algún ciervo. Junto a ellos ha aparecido una herramienta musteriense, de tipo neandertal, lo que permite asegurar que «estuvo ocupada en época de los neandertales». Trabajan en el área donde en 2016 apareció un parietal humano, casi con seguridad neandertal, y esperan que puedan aparecer más restos.
Cueva Fantasma. @Susana Santamaría. Fundación Atapuerca.
Con la misma esperanza trabaja el equipo de Galería. Allí están en la zona con más restos fósiles y ultiman el entorno en el que apareció un fósil humano. «La esperanza no la perdemos, pero estamos en el paquete con más restos», señalaba Isabel Cáceres (derecha).
En la Sima del Elefante también están empezando a vislumbrar cambios. Están a unos 50 metros de la base del yacimiento y por primera vez se ha unido la zona tradicional de excavación con la que se sitúa bajo el puente. Es el nivel TE-7 con entre 1,3 y 1,4 millones de años. Lo más antiguo de Atapuerca y, prácticamente, de Europa. Los fósiles que aparecen son de animales y tienen cortes en fresco «no tenemos evidencia que sea de origen antrópico, pero no perdemos la esperanza de encontrar alguna evidencia humana», explica Rosa Huguet (izquierda).
Los cráneos de Apidima, una evolución de los de la Sima de los Huesos
Respecto a los cráneos localizados en Apidima (Grecia) datados en 200.000 años y que se han atribuido a Homo sapiens, Juan Luis Arsuaga (derecha), que participó en el análisis de uno de los dos cráneos y que lo adscribió a la especie neandertal, discrepa de esa interpretación. «Para nosotros Apidima 2, que lo estudiamos nosotros, es igual que Apidima 1, aparecieron juntos». Sostiene además que «son una especie evolucionada de los preneandertales de la Sima de los Huesos cien mil años y pico después», explica.
Hace una semana, la publicación científica de uno de los cráneos del yacimiento griego activó todas las alertas. El estudio adscribía este cráneo a la especie Homo sapiens con 210.000 años de antigüedad. Una revolución puesto que los restos más antiguos de nuestra especie se localizaron en Etiopía y tienen entre 196.000 y 160.000 años. En el caso de Grecia abordaría un avance mucho más antiguo de la especie, en una denominada incursión fallida de los sapiens a Europa. Pero Arsuaga se muestra crítico. «Son dos fósiles que han aparecido juntos, a 15 centímetros uno de otro, y son de la misma especie, neandertales arcaicos, los cuales aún no habían desarrollado completamente los rasgos del neandertal clásico», expone.
Fuente: elcorreodeburgos.com | 16 de julio de 2019
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