Un nuevo e inesperado capítulo en la historia de los neandertales
El hueso maxilar de una niña neandertal de la cueva de Scladina, Bélgica. Crédito: © J. Eloy, AWEM, Archéologie andennaiseA medida que la capacidad para estudiar ADN antiguo avanza, los científicos que tratan de comprender la evolución humana se llevan sorpresa tras sorpresa. Y esta vez, lo inesperado ha venido de la mano de los neandertales, ya saben, la "otra especie" de humanos inteligentes que compartió Europa con nuestros antepasados directos.
Sabemos, por ejemplo, que cuando los primeros hombres modernos (nosotros), llegaron al viejo continente, se encontraron con esta otra especie humana, los auténticos primeros europeos, que llevaban ahí varios cientos de miles de años y cuyas poblaciones se extendían desde la Península Ibérica hasta Siberia. Pero hace 40.000 años, poco después de "nuestra" llegada, los neandertales desaparecieron por completo.
Los detallados análisis genéticos llevados a cabo durante los últimos años han revelado que "ellos" tuvieron descendencia cruzándose con "nosotros" en Asia hace unos 60.000 años, mucho antes de nuestra migración a tierras europeas. Del mismo modo, tanto neandertales como hombres modernos se cruzaron, también, con los denisovanos, una población aparte de la que la que no sabríamos nada sin la genética, ya que sus fósiles son muy escasos.
Pero del pasado y origen de los neandertales apenas tenemos noticias. ¿La razón? Resulta extraordinariamente difícil encontrar ADN viable en fósiles de más de 100.000 años de antiguëdad. Y las pocas muestras que logran atravesar ese océano de tiempo se topan con una tecnología de análisis que a duras penas consigue obtener datos fiables de materiales tan antiguos.
El fémur de un neandertal masculino de la cueva Hohlenstein-Stadel, Alemania. Crédito: © Oleg Kuchar, Museo Ulm.
Una gran sorpresa
A pesar de ello, un equipo de investigadores del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva en Leipzig, Alemania, acaba de conseguir ADN viable de dos neandertales europeos de hace 120.000 años. Y se han llevado una gran sorpresa al comprobar que esos dos especímenes se parecen más (genéticamente hablando), a los últimos neandertales que vivieron en Europa 80.000 años más tarde (hace 40.000) que a otro neandertal de edad similar a la suya hallado en Siberia. El hallazgo se acaba de publicar en la revista Science advances.Gracias a este descubrimiento, ha sido posible empezar a desentrañar la historia temprana de los neandertales. Y ahora sabemos que esta otra especie inteligente tuvo en Europa una continuidad y estabilidad que duró, por lo menos, 80.000 años (los que van desde hace 120.000 a 40.000). Pero el trabajo también sugiere que ese grupo pudo haber migrado hacia el este y haber reemplazado allí a algunas poblaciones neandertales siberianas.
Cueva de Scladina. Crédito: D. Bonjean, © Archéologie andennaise
Migración a Siberia
Tanto los restos óseos como la evidencia genética nos han enseñado que los últimos neandertales que vivieron en Europa y Asia Central hace 40.000 años pertenecían a un único grupo. Es decir, que procedían de un ancestro común que vivió hace unos 97.000 años. Sin embargo, resulta que un neandertal de hace 90.000 años hallado en la cueva de Denisova, en Siberia, está más relacionado con los neandertales tardíos que con el llamado Neandertal Altai, encontrado en la misma cueva, pero cuya antigüedad es de 120.000 años. Y eso sugiere que hubo una migración temprana de neandertales hacia Siberia, seguida de una migración posterior desde Europa que reemplazó a la población anterior.¿Qué fue realmente lo que pasó? Para aclararlo, Stéphane Peyrégne y sus colegas del Instituto Max Planck obtuvieron muestras de ADN nuclear de neandertales que vivieron en Europa occidental hace aproximadamente 120.000 años, uno en la cueva Scladina, en Bélgica, y el otro de la cueva de Hohlenstein-Stadel, en Alemania.
Los investigadores utilizaron técnicas avanzadas que descartaran en las muestras la contaminación microbiana o de ADN humano actual, y hallaron que los dos individuos eran miembros de la población europea que dio origen a todos los neandertales identificados hasta ahora, excepto el neandertal de Altai. Lo cual parece sugerir que la población a la que los dos individuos analizados pertenecían vivieron en Europa al mismo tiempo que la población de Altai vivía en Siberia, y que más tarde sus descendientes emigraron hacia el este para reemplazarlos.
Foto: Falange de un dedo del pie de una mujer neandertal hallado en Denisova en 2010, y la ubicación de muestras neandertales de las que se disponen datos de todo el genoma.
Un grupo misterioso
Pero no fue esa la única sorpresa. Los investigadores, en efecto, tambièn encontraron ADN mitocondrial (que no está en los núcleos de las células, sino en las mitocondrias y que solo se transmite por vía materna) que era "altamente divergente" en el ejemplar de Hohlenstein-Stadel. Y eso significa que existió otra población que aún no ha sido identificada. Una historia, pues, mucho más compleja y que necesitará de mucha más investigación para aclararse.Fuentes: abc.es| archaeologynewsnetwork.blogspot.com| 27 de junio de 2019
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