Estudios genéticos arrojan luz sobre la estructura social de los habitantes de Çatalhöyük

Excavaciones en el yacimiento de Çatalhöyük.

La estructura social de los habitantes de una de las ciudades más antiguas del mundo, Çatalhöyük, en Turquía, era más compleja de lo que los científicos suponían. El parentesco podría tener un papel secundario en él, según determinaron los científicos sobre la base de las pruebas de ADN de los restos óseos encontrados.

Çatalhöyük, un enclave arqueológico en el centro de Turquía, fue habitado durante casi 1200 años, entre 7.100 y 5.950 a.C. Se estima que en el período de mayor prosperidad, el asentamiento, densamente construido, con un área de varias docenas de hectáreas, tenía aproximadamente 6.000 residentes. Un hecho interesante es que los muertos eran enterrados bajo los pisos de las casas.

Un equipo internacional de genetistas (que incluye a investigadores de Ankara y Estocolmo) coordinado por Maciej Chylenski (izquierda), del Laboratorio de ADN de fósiles de la Universidad Adam Mickiewicz, en Poznan, decidió estudiar el ADN de algunos de los restos humanos descubiertos en el asentamiento prehistórico.

Los investigadores se centraron en los restos de casi 40 personas que se hallaban debajo de los pisos de 4 casas habitadas hace aproximadamente 8.500 años. En una entrevista con el medio de comunicación PAP, Chylenski enfatizó que el material genético estaba mal conservado, por lo que su examen no ha resultado una tarea fácil.

"Por ahora, sabemos que los individuos enterrados bajo la misma casa no estaban emparentados en línea materna. Por ejemplo, en el caso de los niños, las mujeres que yacían a su lado no eran sus madres. No sabemos si estaban relacionados de alguna otra manera", dice Chylenski.
En este sentido, añadió que es necesario llevar a cabo un análisis de los datos de los genomas nucleares para descartar por completo el parentesco, si bien, como se ha dicho, el ADN no está muy bien conservado. No obstante, el genetista hará nuevos intentos para obtener genomas nucleares en un futuro próximo.

La plataforma noroeste del Edificio 3 muestra múltiples enterramientos debajo de sus pisos. Crédito: Proyecto Catalhöyük.

“Con todo, se puede decir que los genomas mitocondriales, en combinación con los resultados obtenidos por los aarqueólogos que trabajan en el yacimiento, sugieren que la estructura social de Çatalhöyük era más compleja de lo que cabía esperar y el parentesco biológico podría tener un papel secundario", dice el científico.

De este modo, como resultado del análisis del genoma mitocondrial, numerosas especulaciones arqueológicas anteriores han sido refutadas: los habitantes de una casa probablemente no pertenecían a una misma familia.

Los investigadores también encontraron que, en términos genéticos, los habitantes de esta ciudad prehistórica estaban relacionados con los pueblos del Mar de Mármara. Esta área desempeñó un papel importante en la propagación de la agricultura y la cría de animales en Europa, la llamada Revolución Neolítica.

"El momento del inicio del Neolítico en ambas regiones, y las similitudes en la cultura material, pueden indicar que las poblaciones de Anatolia Central, o grupos estrechamente relacionados con ellas, participaron en la Revolución Neolítica en la región del Mar de Mármara", afirma Chylenski.

A) La ubicación de Catalhoyuk y otros sitios con genomas mitocondriales completos utilizados como referencia para el estudio. B) Esquema del montículo Catalhoyuk Este con áreas de excavación visibles. C) Primer plano del área de excavación y los edificios seleccionados para el estudio con las ubicaciones y los haplogrupos mitocondriales obtenidos de los individuos reseñados en el documento de investigación. Crédito: Chylenski et al. 2019.


Catalhoyuk es uno de los enclaves arqueológicos más famosos del mundo. Se hizo muy conocido debido a sus característicos edificios, los cuales consistían en casas construidas con ladrillos de adobe, y las paredes de las mismas estaban adheridas directamente a otras casas, mientras que las entradas se situaban en el nivel del techo. Los interiores de algunas de ellas estaban ricamente decorados con pinturas y objetos ornamentales, entre otras cosas. En 2012, el yacimiento fue inscrito como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Reconstrucción de una zona de Ҫatalhöyük. Ilustración de John Swogger.

Los resultados del estudio han sido publicados en la revista Genes.

Fuente: scienceinpoland.pap | 15 de mayo de 2019

Aníbal Clemente

Historia y Arqueología. Publicación digital de divulgación cultural.

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