La cueva de la Garma se confirma como el asentamiento humano más antiguo de Cantabria
Imagen de archivo de las excavaciones en La Garma. /El equipo que trabaja en la zona arqueológica de La Garma ha encontrado en esta cueva las evidencias más antiguas de la presencia humana en la región. El hallazgo se ha producido en el exterior de La Garma A -una de las diez cuevas documentadas hasta ahora en la colina de Omoño-, donde ya en la campaña de 2018 se presentó el descubrimiento más importante, el de un depósito arqueológico correspondiente a ocupaciones de una especie humana más arcaica que la nuestra e, incluso, que el Hombre de Neandertal, probablemente el Homo Heidelbergensis, que es la especie representada en la famosa Sima de los Huesos de Atapuerca.
Las dataciones obtenidas por diversos métodos (series de Uranio, OSL, racemización de aminoácidos) parecen indicar que este yacimiento se ocupó hace cerca de 400.000 años, lo que lo sitúa en la más antigua evidencia de la presencia humana en Cantabria, de las más arcaicas de toda la cornisa y de las pocas pruebas del Homo Heidelbergensis que existen en Europa. La antigüedad de estos vestigios solo está superada por los que han conseguido datar en la cueva de Lezetxiki (Guipúzcoa), de 600.000 años.
De momento, no han aparecido restos humanos, pero «no se descartan, ya que todavía queda por excavar entre metro y medio y dos metros en esta zona», según el director de la excavación y responsable del Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria (Mupac), Roberto Ontañón (izquierda).
Lo que se ha descubierto era el lugar que estos individuos utilizaban para vivir. Eran grupos pequeños, de entre 20 y 40 miembros emparentados. En el yacimiento se han encontrado abundantes restos de los animales procesados por aquellas poblaciones (incluyendo el elefante extinguido Palaeoloxodon antiquus) y de las herramientas de piedra que utilizaban, entre las que destacan varios bifaces. «Son restos y carcasas de animales cazados y despiezados por personas, junto con las industrias asociadas a estos restos de fauna, los utensilios utilizados para ello», ha puntualizado Ontañón.
Recreación artística de los homínidos de Atapuerca, que podrían ser 'parientes cercanos' de los de La Garma.
Y todo en un área exterior en la ladera de Omoño, uno de los puntos más importantes del complejo arqueológico de La Garma, «que hasta hace 15.000 años era un gran abrigo, orientado al sur», explica el experto. Que esté a la intemperie ha favorecido el trabajo, ya que la erosión de la ladera arrastró los materiales hasta el exterior, donde ahora han sido localizados, se ha podido llegar a áreas más profundas y ahora el equipo de arqueólogos se encuentra ya atacando la fase anterior de la colina.
Es en esta zona donde se han encontrado unos vestigios que 'dibujan' una Cantabria de hace 200.000 años de clima templado, «tipo sabana, con animales de pradera, con un paisaje totalmente diferente», describe Ontañón. Entre los restos de fauna anterior a la glaciación, han encontrado del citado elefante extinguido, de leones, rinocerontes, linces y hasta un molar de un macaco, «es muy raro, el segundo que aparece en la cornisa».
Se trata, según Ontañón, de un «hecho curioso», tanto porque en las cuevas de Cantabria las evidencias más antiguas correspondían al Paleolítico encontrado en El Castillo, que rondan los 90.000 años -con lo que las de La Garma son 300.000 más antiguas- como porque en Atapuerca, «que está aquí cerca (en Burgos)», hay restos de hace 1,2 millones de años «y aquí (en Cantabria) no habíamos encontrado nada».
La campaña de excavación continúa este año y los participantes están muy expectantes, puesto que quedan varios metros de sedimento por debajo. El yacimiento tiene más de siete metros de espesor y restan por excavarse dos y no se descarta encontrar vestigios más antiguos que los últimos hallados.
Estos hallazgos se enmarcan dentro del proyecto promovido y financiado por la Consejería de Educación, Cultura y Deporte que ha continuado este año con los diversos programas de investigación y de conservación actualmente en marcha, fundamentalmente en los yacimientos denominados La Garma A, Galería Inferior, Nivel Hidrostático y Galería Weitzman-Kreger, que cuentan con el apoyo del Instituto Internacional de Investigaciones Prehistóricas de Cantabria y de la Stuart Weitzman Foundation.
Mapa de alta resolución en 3D
Dentro de este programa de investigación arqueológica, conservación y puesta en valor de la Zona Arqueológica de La Garma (Ribamontán al Monte), hay que mencionar la realización de un mapa de alta resolución en 3D del campo magnético de los suelos magdalenienses de la Galería Inferior. Se trata de una técnica novedosa, empleada hasta ahora en muy pocos sitios, que permite localizar las trazas no visibles de fuego y otros indicios de actividad humana. Hasta ahora no se había aplicado esta técnica en ningún lugar del mundo a una escala comparable y está permitiendo desvelar la localización de un rasgo «fantasma» en ese campamento de hace 16.000 años, los hogares en torno de los cuales los magdalenienses organizaron el espacio doméstico y desarrollaron el grueso de su actividad cotidiana.Por otro lado, algunas de las piezas pertenecientes a la extraordinaria colección de arte mueble paleolítico procedente de la Galería Inferior, una de las más importantes de Europa, se han podido contemplar en varias exposiciones de gran relevancia. Así, la escultura en forma de oso de la Zona IV en el Museo de Arqueología Nacional de Francia y en el Laténium (Parque y Museo de Arqueología de Neuchâtel, en Suiza), el contorno recortado de la Zona IV en el Museo Arqueológico de Alicante y la falange con representación de uro (derecha) de la Zona I en la gran exposición conmemorativa del 150 aniversario del Museo Arqueológico Nacional, para la que se seleccionaron los objetos más relevantes de la Arqueología española.
Proyectos para la presente campaña
Durante la campaña de 2019, se prevé continuar con la excavación de las ocupaciones del Paleolítico Inferior, explorando la posibilidad de que se conserven restos más antiguos, y seguir con los trabajos de documentación de los suelos arqueológicos y del arte parietal de la Galería Inferior, así como los niveles más profundos del karst.Entre los proyectos más relevantes cabe destacar la puesta en marcha de un programa de análisis molecular de los suelos de la Galería inferior, un avance técnico que permite localizar e identificar áreas de actividad humana no observables directamente a través del análisis de la distribución de ácidos grasos en los sedimentos, la finalización del estudio del esqueleto de león de las cavernas conservado intacto en la Galería Weitzman-Kreger y la realización de análisis de ADN de los restos humanos de la Galería Inferior.
Fuente: eldiariomontanes.es | 28 de marzo de 2019
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