Una profesora de la UC obtiene la más alta distinción investigadora de la UE
Manuel Frochoso, Ángel Pazos, Ana Belén Marín-Arroyo y Juan José San Miguel, en el Paraninfo de la UC. /Ana Belén Marín-Arroyo recibirá dos millones de euros para desarrollar el proyecto Subsilience, que analizará las estrategias de subsistencia de los neandertales y los primeros Homo sapiens
¿En qué medida la desaparición de los neandertales fue provocada por el cambio climático y/o por la expansión de una nueva especie –los Homo sapiens– en Europa? Esta es la pregunta que persigue responder la profesora e investigadora de la Universidad de Cantabria Ana Belén Marín-Arroyo en el proyecto Subsilience, para cuyo desarrollo ha obtenido una de las prestigiosas ayudas que concede el Consejo Europeo de Investigación (ERC), dotada con dos millones de euros.Se trata de «la distinción más alta» que otorga la Unión Europea a un proyecto de investigación y sólo encuentra un precedente en la UC: en 2014 fue Ignacio Varela, científico del Instituto de Biomedicina y Biotecnología (Ibbtec), el que la recibió, aunque en este caso fue en la categoría para investigadores más jóvenes ,y Marín-Arroyo la ha obtenido en la modalidad de consolidación, destinada a grupos en los que el investigador principal tenga título de doctor con una antigüedad de entre 7 y 12 años. «Hay muy pocas universidades españolas del tamaño de la nuestra que cuente con algún proyecto ERC y menos aún con dos, como es el caso de la UC», destacó ayer el rector Ángel Pazos. «Un reconocimiento así, entre tantos proyectos extraordinariamente competitivos, marcan un antes y un después para la investigadora y para el centro. El sello ERC marca un nivel de excelencia fundamental», añadió.
Gracias a esta ayuda europea, la integrante del Instituto Internacional de Investigaciones Prehistóricas de Cantabria (IIIPC) podrá, junto a su grupo de investigación, analizar «el impacto de las oscilaciones climáticas en las poblaciones humanas en un periodo clave para la evolución humana: la transición entre las últimas poblaciones de neandertales y las primeras de nuestra propia especie humana. No sólo es importante conocer por qué se extinguieron los neandertales sino cuál fue el motivo que nos hizo a los homo sapiens sobrevivir».
Yacimientos del sur de Europa
Para ello, Marín-Arroyo explica que implementará «nuevas metodologías de carácter multidisciplinar» aplicadas a los materiales arqueológicos acumulados por ambas especies humanas en una veintena de yacimientos de Serbia, Croacia, Italia y España, datados entre hace 57.000 y 27.000 años. «Es la primera vez que se va abordar un marco temporal y espacial tan amplio», subraya.La profesora indica que, hasta ahora, todas las hipótesis sobre esta cuestión «se han tratado de una forma muy generalista, pero nosotros lo abordaremos desde un punto de vista más regional, más local, en diferentes entornos».
Así, Subsilience estudiará las estrategias de subsistencia llevadas a cabo por neandertales y los primeros Homo sapiens a partir de los restos de animales consumidos y encontrados en diferentes cuevas y abrigos del sur de Europa, y se analizará su capacidad de resiliencia, no sólo ante las «continuas y rápidas oscilaciones climáticas» que caracterizan aquel periodo, sino también por la presencia de una nueva especie humana compitiendo por unos mismos recursos. Esas estrategias «indicarán qué tipo de explotación se estaba llevando a cabo del medio ambiente y sus recursos», indica la especialista.
Además de la repercusión científica del proyecto, la ayuda también tiene un importante «impacto económico»: dos millones durante los próximos cinco años con los que Marín-Arroyo prevé que se puedan contratar a cinco o seis investigadores que se sumarán a su grupo de trabajo, ahora formado por siete personas.
16 proyectos en España
Subsilience ha sido uno de los 291 proyectos seleccionados por el ERC entre un total de 2.389 solicitudes, de los cuales sólo el 32% están liderados por mujeres. La convocatoria de 2018 ha tenido una tasa de éxito del 12,2% y las ayudas se han distribuido en 21 países de la UE. En España se han elegido 16 iniciativas. «Es una noticia de gran relevancia, por la valía de la investigadora y también como refuerzo del trabajo que realiza la Universidad de Cantabria, el área de Ciencias Sociales y el IIIPC», destacó el rector.Trayectoria
Ana B. Marín-Arroyo (Burgos, 1977) es profesora titular de Prehistoria de la Universidad de Cantabria, e investigadora del Instituto Internacional de Investigaciones Prehistóricas de Cantabria (IIIPC), tras haber sido investigadora Ramón y Cajal y profesora contratada doctor I3. Entre 2016 y 2018 fue Fellow de Leverhulme Centre for Human Evolutionary Studies, Universidad de Cambridge.Es especialista en el estudio de la estrategia de subsistencia y la reconstrucción de las condiciones climáticas y ambientales en las que vivieron los grupos de cazadores-recolectores durante el Pleistoceno.
Su ámbito de investigación se centra en reconstruir las estrategias de subsistencia de los grupos humanos en Eurasia a través del estudio de restos de macromamíferos desde hace 200.000 a hace 3.000 años. En la actualidad, está centrada en la transición Paleolítico medio a superior, uniendo la subsistencia humana con la reconstrucción paleoclimática y paleomedioambiental a través de estudios de isótopos estables en ungulados consumidos, con el fin último de entender las causas que derivaron en la extinción de los Neandertales.
Ha realizado números estudios de faunas arqueológicas, acumulados por diferentes especies humanas, en yacimientos de Israel, Serbia y España, además de haber pasado varios años en centros como la Universidad de Cambridge, Belgrado, el Museo de Historia Natural de Londres, el MNHN de Paris y recibido también varios premios por su investigación (Premio Jóvenes Excelentes; Premio del Consejo Social a la mejor tesis doctoral en Humanidades; Marie Curie Career Integration Grant (CIG)con la 2ª mejor puntación europea en todas las áreas cientifícas), entre otros.
En el IIIPC ha sido responsable de la puesta en marcha del Laboratorio de Bioarqueología, lo que ayudó a iniciar una nueva línea de investigación dentro del instituto dedicada a la Paleoclimatología y Bioarqueología. Este laboratorio viene a llenar el vacío existente en la Cornisa Cantábrica de colecciones de referencia de carácter bioarqueológico y atrae a estudiantes de Máster y Doctorado interesados en temas arqueofaunísticos, malacológicos, antropológicos y de isótopos estables. Además, Marín-Arroyo ha sido la responsable del establecimiento de los protocolos para el pre-tratamiento de las muestras orgánicas, la extracción del colágeno y su posterior análisis isotópico, tanto en restos humanos como animales, en la UC.
Fuente: eldiariomontanes.es| 25 de enero de 2019
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