Confirman que dos esqueletos fósiles, hallados hace diez años en Malapa (Sudáfrica), pertenecen a la especie 'Australopithecus sediba'

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Reconstrucción del 'Australopithecus sediba'. Museo de Historia Natural de la Universidad de Michigan. Crédito: © Escultura Elisabeth Daynes / Foto S. Entressangle.

Dos esqueletos fósiles descubiertos hace una década en Sudáfrica, y que se consideraban de diferentes especies tempranas de homínidos, son, de hecho de la misma especie, según un equipo de antropólogos que ha realizado un exhaustivo análisis sobre los mismos. La investigación aparece en un número especial de la revista PaleoAnthropology y forma parte de una serie de artículos que ofrece la investigación más completa hasta la fecha sobre el Australopithecus sediba.

El yacimiento de fósiles de Malapa, denominado Cuna de la Humanidad, en Sudáfrica, proporcionó en 2008 dos esqueletos parciales: un individuo masculino juvenil, Malapa Hominin 1 (MH1), y una hembra adulta, Malapa Hominin 2 (MH2). Cada uno de ellos es más completo que el famoso espécimen "Lucy", un Australopithecus afarensis hallado en Etiopía. El descubrimiento de Malapa fue realizado por Lee Berger (izquierda), profesor en el Instituto de Estudios Evolutivos de la Universidad de Witwatersrand, en Sudáfrica, quien, junto con sus colegas, Scott A. Williams, de la Universidad de Nueva York, y Jeremy DeSilva, del Dortmouth College, dató el yacimiento en poco menos de dos millones de años, y estableció una nueva especie hominina, Australopithecus sediba, con base a los fósiles MH1 y MH2.

En los nueve artículos de la edición de PaleoAnthropology se analizan los 135 fósiles que componen los dos esqueletos, desde el perfil del cráneo, a la columna vertebral, el tórax, la pelvis, las extremidades superiores, las manos y las extremidades inferiores del Australopithecus sediba, así como las proporciones de su cuerpo y la mecánica de su marcha.

Inventario de los restos fósiles de MH1 y MH2. Las clases I son fracturas diagnosticadas en hueso fresco y las fracturas de clase II son consistentes con lesiones realizadas por fuerza bruta. Imagen original tomada de Berger et al.


El consenso de los documentos publicados establece que Astralopithecus sediba es una especie única, distinta tanto del Australopithecus africanus, con el que comparte una gran proximidad geográfica, como de los primeros miembros del género Homo (por ejemplo, el Homo habilis) del este y del sur de África, pero, al mismo tiempo, comparte características con ambos grupos, sugiriendo una estrecha relación evolutiva.

"Nuestras interpretaciones en los artículos de investigación postulan que 'Australopithecus sediba' se adaptó al bipedalismo terrestre, pero también pasó mucho tiempo trepando a los árboles, tal vez para buscar alimento y protegerse de los depredadores", dice Williams (derecha), cuya investigación sobre el tema se centró en el esqueleto axial (vértebras, costillas y esternón). "Este panorama más amplio arroja luz sobre los modos de vida del 'Astralopithecus sediba' y también sobre una importante transición en la evolución de los homínidos, es decir, aquellas especies similares a los simios, entre los que se incluyen, de modo amplio, el género 'Australopithecus' y los miembros más antiguos del género 'Homo'".

Hace unos años, un grupo de investigación independiente establecía que los fósiles de homínidos de Malapa pertenecían a dos especies diferentes, en parte debido a las diferencias de sus vértebras lumbares. Sin embargo, los análisis de Williams y sus colegas, incluyendo a dos candidatos a doctores en Antropología de la Universidad de Nueva York, Jennifer Eyre y Thomas Prang, indican que las supuestas dos especies son, en realidad, de Australopithecus sediba y que las distinciones observadas se deben a la edad de los esqueletos fósiles.

"Las diferencias en estas vértebras pueden atribuirse, simplemente, a sus diferencias de edad de desarrollo: las vértebras del individuo juvenil aún no habían completado su crecimiento, mientras que las vértebras del espécimen adulto ya están completas", explica Williams. "MH1 se parece, por ejemplo, a los dos esqueletos juveniles de 'Homo erectus' que tenemos, porque también es un espécimen juvenil".

Fuente: New York University | 17 de enero de 2019

Aníbal Clemente

Historia y Arqueología. Publicación digital de divulgación cultural.

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