Un estudio sugiere que los chamanes actuaron como la primera clase profesional en las sociedades humanas
Cortesía de Manvir SinghLos nombres pueden variar -curandero, médico brujo, hombre santo, profeta-, pero la noción de chamán, alguien que usa el trance para comunicarse con lo sobrenatural y cambiar efectos del mundo real, es un concepto que cruza virtualmente todas las fronteras culturales. La cuestión es saber por qué dicho concepto está entre los rompecabezas centrales de la antropología.
Manvir Singh, un estudiante graduado en el Departamento de Biología de la Evolución Humana en la Escuela Superior de Artes y Ciencias de la Universidad de Harvard, afirma, en un artículo publicado en Behavioral an Brain Sciences, que al menos parte de la respuesta se encuentra en la forma en que los seres humanos -desde las tribus de cazadores recolectores de la selva hasta las personas que viven en una ciudad moderna- se conectan para pensar acerca del mundo y otros humanos.
El artículo de Singh, junto con más de dos docenas de comentarios de investigadores en varios campos, sostiene que el chamanismo se desarrolla en la medida que los especialistas compiten en proporcionar servicios mágicos a su comunidad. El resultado es un conjunto de tradiciones que modelan los sesgos psicológicos de las personas convenciéndolas de que ellos (los chamanes) pueden controlar aquello que no se puede determinar.
”La teoría implica que hay cosas fundamentales sobre las que realmente queremos tener el control: invocar la lluvia, convocar a los animales, curar enfermedades, etc. En todo el mundo, la gente cree que estos resultados importantes e inciertos están influenciados por fuerzas invisibles: dioses, brujas, sus antepasados, hadas y demás. De hecho, un chamán dice: 'Puedo controlar todo eso. Puedo hablar con las hadas, puedo ver los signos de las brujas, puedo ser poseído por un dios o hablar con los mismos“, dice Singh
Manvir Singh (derecha) entrevistó a miembros de la tribu Mentawai durante su investigación sobre el chamanismo. Cortesía de Manvir Singh.
Para comprender cómo surge el chamanismo, Singh primero tuvo que abordar una cuestión polémica en la antropología: ¿qué es exactamente un chamán?
"Es una idea muy debatida y discutida", dice. "Pero, en los términos generales, un chamán es una persona que puede entrar en cierto tipo de trance -un estado psicológico y de conducta muy extraña- con el fin de brindar servicios a su comunidad".
Esos servicios, afirma Singh, podrían ir desde curar enfermedades hasta exorcizar espíritus malignos o aventurar la suerte, o incluso cambiar el clima.
La clave para exista la confianza de la comunidad en que un chamán tiene esas habilidades proviene de la creencia de que el mismo se transforma en algo más que lo propiamente humano, y es capaz de interactuar con fuerzas sobrenaturales. Esa transformación puede ser permanente, como la supuesta adquisición de nuevos órganos, o temporal, como cuando los chamanes bailan durante horas y entran en exhaustos estados de trance, informa Singh
"Hay varias líneas de investigación que muestran que las gentes creen que determinados individuos tienen diferentes poderes cuando éstos se separan de la humanidad. Un gran ejemplo de ello es la narrativa de los superhéroes. En esas historias, el lector tiende a creer que esa persona tiene poderes que los humanos normales no tienen, por lo que los escritores a menudo incluyen un mito de origen: tal individuo fue mordido por una araña radiactiva, o tiene alguna mutación genética, o es un alienígena", afirma Singh.
Un chamán se convierte en un especialista en la jerarquía de la comunidad. Cortesía de Manvir Singh.
En diferentes sociedades, los chamanes llegan a afirmar que ellos se han creado un nuevo esqueleto, o que han sido devorados y resucitados, o que pueden alterar mágicamente sus ojos para poder ver los espíritus.
“La cuestión es que estos individuos son biológica o fisiológicamente un tipo de ser diferente. Y eso nos da una idea de lo que sucede con las prácticas chamánicas. Se convierten en individuos que pueden relacionarse con lo sobrenatural. Se convierten en un humano diferente", dice Singh.
Singh sostiene que el proceso de transformación ayuda a explicar cómo los chamanes se convirtieron en la primera clase profesional de las sociedades humanas.
"Para convertirse en una de esas personas que pueden sobrentender ciertos eventos inciertos debe experimentar una transformación. Eso crea dos clases de individuos: los que se transforman y los que no", dice Singh. "Por tanto, se crea una clase separada de individuos en la que existe un requisito de ingreso, y donde tienen una jurisdicción casi exclusiva sobre los servicios que ofrecen".
Tal profesionalización, informa Singh, es diferente de la especialización general que a menudo aparece en las sociedades humanas a pequeña escala. Aunque haya algunos miembros de la comunidad que pueden tener talento para hacer canoas o arcos, por ejemplo, no existe una barrera social que impida que cualquier otra persona haga su propia canoa o arco.
"En cambio, en el chamanismo se desarrolla rápidamente un sistema donde, para convertirse propiamente en un chamán, es necesario someterse a un ritual transformador, es decir, existen requisitos de entrada", señala Sing.
Cortesía de Manvir Singh.
Singh dijo que espera explorar la variedad de poderes que afirman tener los chamanes, y cómo esas supuestas habilidades sobrenaturales se traducen en poder en sus comunidades. También está trabajando para comprender cómo se desarrollan otras prácticas culturales casi universales, incluida la música y la creencia en la brujería.
"El chamanismo es solo una de las innumerables prácticas culturales que surgen en casi todas partes, pero muestran características muy particulares y extrañas. Estos universales sociales y culturales —la justicia punitiva, la música para danzar, la brujería, las ceremonias de iniciación, etc.— se encuentran entre los rompecabezas más fundamentales de la antropología. Dado lo que hemos llegado a conocer sobre la socialidad y la psicología humana, ahora es un momento muy interesante para investigar por qué las sociedades humanas se ven tan sorprendentemente similares en todas partes", concluye Singh.
Fuente: Harvard University | 10 de diciembre de 2018
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