Los galos embalsamaban las cabezas cortadas de sus enemigos ilustres
Restos humanos encontrados en el sitio de excavaciones arqueológicas de Cailar (Gard), Francia.© Programmed Fury La Cailar-UMR5140-ASM.
Los galos no solo cortaban las cabezas a sus enemigos muertos en combate y las llevaban colgadas de sus caballos cuando volvían de una batalla para exponerlas ante sus casas, sino que además las embalsamaban.
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«Cortan la cabeza a sus enemigos muertos y las cuelgan del cuello de sus caballos y después de entregar a sus servidores los despojos ensangrentados los llevan como trofeos cantando un peán y entonando una canción de victoria, y ellos clavan en sus casas estas primicias del botín como si se tratara de cacerías en que hubieran abatido fieros animales. En cuanto a las cabezas de sus enemigos más ilustres, impregnadas de aceite de cedro, las conservan con gran cuidado dentro de un cofre y las muestran a los extranjeros, glorificándose de que por tal o tal cabeza uno de sus ancestros o su padre o él mismo había rechazado una gran suma de plata», relata Diodoro (V, 29).
El filósofo Poseidonio dijo haber visto él mismo este espectáculo en muchos lugares, «que al principio le repugnaba, pero al que acabó finalmente por acostumbrarse», según recogió Estrabón (IV, 4,5) antes de describir también cómo los galos embalsamaban las cabezas «con aceite de cedro».
Vista del sitio de excavación arqueológica de Cailar (Gard), Francia. © Programmed Fury La Cailar-UMR5140-ASM
Investigadores del laboratorio de Arqueología de las Sociedades Mediterráneas (CNRS/Universidad Paul Valéry Montpellier 3/ Ministerio de Cultura) y del Instituto mediterráneo de biodiversidad y de ecología marina y cont... (IMBE) tomaron muestras de once cráneos humanos hallados en Cailar, que mostraban signos de haber sido decapitados y sus cerebros extraídos. Los análisis químicos revelaron en algunas de las muestras biomarcadores de resina de conífera y de moléculas de compuestos aromáticos que solo pudieron ser obtenidos a través del calentamiento a alta temperatura de resina de árboles de la familia de los pinos.
«Se trata por tanto de un tratamiento voluntario, que se corresponde con el descrito en las fuentes literarias antiguas», señalan los investigadores en un comunicado.
El estudio, que ha sido publicado hoy en la revista Journal of Archaeological Science, sostiene que esta es la primera vez que se ha podido comprobar mediante análisis químicos esta costumbre de los galos de embalsamar las cabezas de sus enemigos durante la edad del Hierro. Aún no está claro, sin embargo, cómo se llevaba a cabo el ritual: si los cráneos se sumergían en la resina o ésta se derramaba sobre ellos, o o si se aplicaba en más de una ocasión.
Al cónsul Lucius Postimius Albinus, muerto en una emboscada en la Galia Cisalpina, le cortaron la cabeza y su cráneo fue revestido de oro y convertido en un cuenco de sacrificio, según relata Tito Livio.
Fuente: abc.es | 7 e noviembre de 2018
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