XVI CONGRESO INTERNACIONAL SOBRE LA PIEDRA EN SECO
El próximo octubre, dentro del marco del 16º Congreso internacional de Piedra en seco que se celebrara en la localidad de Ciutadella de Menorca (Islas Baleares),organizado por la Societat Histórico Arqueológica Martí i Bella (SHAMB) y la Société Scientifique Internationale pour l’Ètude Pluridisciplinaire de la Pierre Sèche (S.P.S.) se presentarán las características de la técnica de piedra en seco de diferentes ciudades y países europeos. El congreso tiene como objetivo difundir los conocimientos de esta técnica reconocida como arte tradicional, el desarrollo de su investigación y del trabajo práctico en este campo, la facilidad de los intercambios de experiencias relativas a las buenas prácticas en la construcción y el mantenimiento de las obras de piedra en seco.En febrero de 2017 el Consell Insular de Menorca declaró Bien de Interés cultural inmaterial la técnica constructiva en piedra seca dándole así la máxima protección para poder adherirnos a la Candidatura internacional del patrimonio mundial inmaterial de la Unesco.
En el caso de Menorca, la cultura de la construcción en piedra seca se encuentra implantada en todo el territorio desde tiempos prehistóricos. La Cultura Talayótica ya construía en piedra en seco, pero no tenemos constancia documental hasta el siglo XV cuando empiezan a segmentarse los terrenos con paredes secas. No obstante cabe señalar que la mayoría de ejemplos que conservamos en la actualidad datan del siglo XIX y principios del siglo XX, las paredes secas sirvieron para dividir las propiedades, eliminar las piedras de los campos de cultivo y se construyeron las barracas para el ganado.
En la actualidad se puede observar cómo el campo menorquín ha sabido transformar lo que podía ser un impedimento para las tierras de cultivo en toda una red de paredes realizadas en piedra en seco, sin ningún tipo de mortero ni argamasa, que servía tanto para despedregar los campos de cultivo, compartimentar los terrenos y frenar la erosión del viento, sobretodo de la tramontana que tanto azota esta isla, estabular a la ganadería sin que afectara a los campos cultivados, cerramientos en piedra de árboles frutales, canalizaciones de aguas…
Otro gran elemento constructivo son las barracas que servían para que los animales pudieran refugiarse de las condiciones climáticas adversas. Muchas de estas construcciones siguen en alza actualmente y se mantienen su utilidad, formando parte del paisaje menorquín que tanto nos caracteriza, sobre todo en la zona norte del municipio de Ciudadela, Punta Nati, donde aún hoy se alzan majestuosas algunas barracas de finales del siglo XIX que si no se protegen pronto dejarán de formar parte de este paisaje etnológico único.
Lo que aquí se presenta y se pretende proteger no es tan solo la parte material de las construcciones que nos han quedado a lo largo de la historia, sino también, y no menos importante, todo lo inmaterial, las técnicas constructivas, el vocabulario utilizado, la tradición que hasta hoy ha pasado de padres a hijos y que en la actualidad se está perdiendo.
Más información: https://issuu.com/historiayarqueologia/docs/congreso_piedra_seca_shamb2018.outp
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