Hallan restos de la Edad del Hierro en el castro de Alava (Asturias)
Rubén Montes, al frente de los trabajos en el castro. /De Salas a Miami. Ese será el periplo que realizarán varias muestras que un equipo de investigadores de la Universidad de Oviedo liderado por el gijonés Rubén Montes López acaba de recoger en el castro de Alava, en Salas, para someterlas allí a la prueba del Carbono 14 y poder datarlas con exactitud. Un nuevo paso para arrojar luz sobre un yacimiento hasta ahora inexplorado que aún depara grandes secretos y en el que han hallado restos en los que «todo apunta a que pertenecen a la Edad del Hierro», como explicó ayer el propio Montes, director de campo de los trabajos.
Todo comenzó con otro hallazgo casual por parte de los vecinos de la zona, allá por el siglo pasado: el de varias hachas de talón que «fueron convenientemente documentadas por Miguel Ángel de Blas y que, hoy en día, se encuentran en manos de particulares o en paradero desconocido».
El área de excavación del castro de Alava, en Salas.
Era el primer indicio de un poblado cuyos misterios tratan ahora de desentrañar las primeras excavaciones científicas en el castro, centradas en establecer el momento de fundación del poblado y el periodo durante el cual se mantuvo habitado, además de determinar los rasgos de sus moradores. Una campaña arqueológica que forma parte de la segunda fase del denominado Proyecto Beriso, patrocinado por la Fundación Valdés-Salas y con la colaboración de la Universidad y el CSIC.
Este ambicioso programa plurianual -bajo la dirección científica de De Blas y Ángel Villa- trata de rastrear la vinculación de aquellos pobladores con la extraordinaria actividad minera que se desplegó en el entorno, aunque, por el momento, los investigadores no han encontrado vestigios que apunten en esa dirección, pero sí «fragmentos de cerámica, restos domésticos, huesos de animales y una estructura que delimita una de las terrazas donde podría haber estado el poblado». Una tarea a la que, a los sondeos y catas tradicionales, han sumado sofisticadas técnicas de prospección auxiliados por arqueólogos llegados a Salas desde la universidad alemana de Marburgo.
Fuente: elcomercio.es | 23 de agosto de 2018
Era el primer indicio de un poblado cuyos misterios tratan ahora de desentrañar las primeras excavaciones científicas en el castro, centradas en establecer el momento de fundación del poblado y el periodo durante el cual se mantuvo habitado, además de determinar los rasgos de sus moradores. Una campaña arqueológica que forma parte de la segunda fase del denominado Proyecto Beriso, patrocinado por la Fundación Valdés-Salas y con la colaboración de la Universidad y el CSIC.
Este ambicioso programa plurianual -bajo la dirección científica de De Blas y Ángel Villa- trata de rastrear la vinculación de aquellos pobladores con la extraordinaria actividad minera que se desplegó en el entorno, aunque, por el momento, los investigadores no han encontrado vestigios que apunten en esa dirección, pero sí «fragmentos de cerámica, restos domésticos, huesos de animales y una estructura que delimita una de las terrazas donde podría haber estado el poblado». Una tarea a la que, a los sondeos y catas tradicionales, han sumado sofisticadas técnicas de prospección auxiliados por arqueólogos llegados a Salas desde la universidad alemana de Marburgo.
Fuente: elcomercio.es | 23 de agosto de 2018
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