El Abric Romaní se adentra en la reconstrucción de la vida de los neandertales de hace 60.000 años
Arqueólogos y estudiantes trabajando en el Abric Romaní (Mar Martí / ACN)Una cuarentena de estudiantes e investigadores de diferentes universidades de todo el mundo están trabajando intensamente en la 36.ª campaña de excavaciones en el Abric Romaní de Capellades (Anoia, Barcelona) con el objetivo de averiguar cómo vivían las comunidades de neandertales hace 60.000 años.
Los investigadores esperan encontrar restos de animales –sobre todo de ciervo y caballo-, hogares y herramientas de piedra y de madera. En los 109 años de historia de excavaciones en el Abric Romaní no se han encontrado nunca restos de neandertales y Carbonell ve muy difícil que eso pase, ya que el yacimiento de Capellades se usaba por la vida doméstica y no como lugar de entierro.
El Abric Romaní es una gruta que se abre dentro del riscal del Capelló, en Capellades, a la comarca de la Anoia (Barcelona). Se trata de un yacimiento arqueológico del paleolítico que se encuentra en proceso de excavación en varias campañas dirigidas por el arqueólogo y exdirector del Instituto Català de Paleoecologia Humana y Evolución Social (IPHES), Eudald Carbonell.
En la campaña de verano de este 2018, que finaliza el 31 de agosto, los arqueólogos han empezado un nuevo nivel de excavación, el R, de hace unos 60.000 años de antigüedad. El objetivo de los investigadores es seguir profundizando en el conocimiento de los asentamientos neandertales y de cómo eran sus modelos de conducta.
De hecho, en una entrevista a la agencia ACN, Eudald Carbonell ha relatado que “Los niveles de hace 60.000 años son muy interesantes, ya que permiten conocer como en ningún otro lugar del mundo como vivían los neandertales”. “Hemos encontrado muchos hogares, herramientas y restos de animales, de manera que nos permite describir cómo vivían los clanes de neandertales en esta zona hace entre 40.000 y 70.000 años”, ha detallado Carbonell.
El codirector de las excavaciones ha explicado que desde hace unos años en Capellades se encuentra información “repetida” a los diferentes niveles, pero eso hace que “A nivel mundial los datos que recogemos sean muy potentes porque aquello que no podemos contrastar un año lo podemos hacer el año siguiente”. “El Abric Romaní permite documentar con exactitud cómo eran los grupos que ocupaban estos espacios -normalmente de entre 6 y 12 personas-, donde dormían, cuáles eran sus hábitos, como hacían el fuego, entre otros”, ha especificado Carbonell.
Aunque la campaña de excavaciones de este año se inició a principios de agosto, hasta ahora las tareas que han hecho los arqueólogos se han centrado a limpiar todos los sedimentos del nivel R, que, según Carbonell, son estériles. De hecho, la excavación del nivel R se podría alargar durante dos o tres años. Carbonell, sin embargo, ha dicho que en este nuevo nivel esperan encontrar restos de animales -sobre todo ciervos y caballos-, así como también hogares y herramientas de piedra y de madera. Carbonell ha explicado que el Abric Romaní es especialmente prolífico en las herramientas de madera, que por las características del yacimiento se conservan en muy buenas condiciones.
Sin restos de neandertales
Ahora mismo las excavaciones en el Abric Romaní se encuentran a los 12 metros de profundidad y, según varios sondeos que se han hecho, todavía hay 40 metros más para excavar. Eso hace, según Carbonell, que los expertos todavía puedan trabajar en este yacimiento “un centenar de años más si hay interés”.
Uno de los investigadores limpia restos de animales localizados en el Abric Romaní de Capellades (Mar Martí / ACN)
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Fuente: lavanguardia.com | 22 de agosto de 2018
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