Encuentran una ciudad íbera del 200 a.C. en Banyeres del Penedès (Tarragona)
Hallazgo de una ciudad ibérica en Banyeres del Penedès (Jaume Noguera / Roger Sala (SOT Prospeccions)Un equipo de arqueólogos ha presentado este martes en Banyeres del Penedès (Tarragona) el hallazgo de una ciudad media de época ibérica: cerca de dos hectáreas de calles y murallas, con cerca de 190 viviendas y quizás un foso defensivo, y posiblemente el doble de esa superficie debajo de construcciones modernas, han aparecido en imágenes gracias al georadar, que radiografía el subsuelo. Una ciudad, de nombre desconocido, que debió ser habitada entre los siglos VI y III aC.
Se sabía desde 1980, y se intuía que podía haber restos ibéricos de importancia. Que hayan pasado casi cuarenta años no es más que una suerte: la tecnología ha progresado hasta el punto de haber logrado una radiografía fabulosa de lo que contiene el subsuelo en una zona agrícola del Penedès.
El hallazgo, presentado esta tarde en Banyeres del Penedès, un municipio eminentemente agrícola al sur de Vilafranca del Penedès, forma parte de una investigación de asentamientos ibéricos de la costa catalana financiado por el ministerio de Economía, Industria y Competividad. El programa incluye también la futura excavación y análisis de materiales en los yacimientos de Ullastret (en Girona) y Burriac (en la comarca del Maresme).
“La geofisica está muy bien porque permite anticipar qué encontrarás y por tanto diseñar estratregias de excavación. No vas a ciegas, pero no substituye. En todo caso, con la excavación convencional intentaremos resolver problemas de planta, zonas donde la radiografía es más difusa”, adelanta Joan Sanmartí, catedrático de arqueología de la Universitat de Barcelona (UB) y codirector, junto a los arqueólogos Jaume Noguera (también de la UB) y Maria Carme Belarte, del Institut Català d’Arqueologia Clàssica.
El asentamiento de Banyeres del Penedès debió ser una ciudad de segundo nivel de la vieja Cessetania ibera –con capital en Kesse, luego la Tarraco romana-, al nivel de otras como las de El Vilar (en Valls) o Darró (en Vilanova i la Geltrú).
Estructura urbana y sistema defensivo del yacimiento ibérico. UB.
“Posiblemente estas ciudades funcionaban como pequeños estados, recaudando impuestos y controlando su territorio, con dependencia de la capital, Kesse en este caso”, explica Sanmartí. Pudo tener “pocos miles de habitantes, pero es arriesgado dar esa clase de datos, y más cuando no sabemos los límites precisos de la ciudad”.
El asentamiento fue descubierto en 1980 al iniciarse la construcción de una balsa de riego, que dejó al descubierto lo que parecían restos de murallas. El lugar fue excavado entonces y también en los años 90, aunque no profusamente. Los arqueólogos, en todo caso, intuían que podía haber gran potencial, por las medidas de los muros, y por la cantidad de cerámica recogida en superficie: en la primera fase del trabajo, cerca de 10.700 pedazos, removidos por los trabajos agrícolas de los últimos siglos.
Gracias al proyecto del Ministerio, ahora ha podido ser acometida una auscultación mediante técnicas de georadar y de prospección magnética. “El tipo de subsuelo, arcilloso, da unos resultados fabulosos”, explica Sala.
El lugar será excavado puntualmente, aunque “lo ideal sería poder hacerlo en extensión, para entender cómo funciona la ciudad en su conjunto dentro del sistema de ciudades de la época”, explicó Sanmartí.
Fuente: lavanguardia.com | 3 de julio de 2018
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