Una cueva en Kenia revela detalles de 78.000 años de historia humana

Foto: Cueva de Panga ya Saidi / TW @UiB

Nuevas excavaciones en la cueva Panga ya Saidi (Kenia) revelan innovaciones culturales tempranas en la secuencia arqueológica más larga en el este de África durante los últimos 78.000 años.
Un grupo internacional e interdisciplinario de académicos que trabajan a lo largo de la costa de África oriental descubrieron un importante sitio de cuevas que registra actividades sustanciales de cazadores-recolectores y, más tarde, de comunidades de la Edad de Hierro. La investigación ambiental detallada ha demostrado que las ocupaciones humanas ocurrieron en un ecotono de pastizales forestales tropicales persistentes, lo que añade nueva información sobre los hábitats explotados por nuestra especie, e indican que las poblaciones buscaron refugio en un ambiente relativamente estable.

Antes de esta excavación, había poca información disponible sobre los últimos 78.000 años en la costa de África Oriental, dado que la mayoría de las investigaciones arqueológicas en el continente africano se han enfocado en el Valle del Rift y en Sudáfrica.

Foto: Acercamiento a la cueva de piedra caliza de Panga ya Saidi, al fondo. El sitio de la cueva está a 15 km de la costa moderna. Crédito: Michael Petraglia.

El estudio interdisciplinario (publicado en Nature Communications), se llevó a cabo a gran escala, e incluye análisis científicos de plantas fósiles, de restos óseos de animales y de conchas marinas, los cuales indican la existencia y perseverancia de bosques tropicales y pastizales.
Como el entorno de la cueva sufrió poca variación con el tiempo, los humanos encontraron el lugar atractivo para su ocupación, incluso durante períodos de tiempo en que otras partes de África habrían sido inhóspitas. Esto sugiere que los humanos explotaron el entorno de la cueva y el paisaje a largo plazo, dependiendo de los recursos de plantas y animales cuando los paisajes circundantes más anchos se secaron.

El escenario ecológico de Panga ya Saidi es consistente con la creciente evidencia de que el Homo sapiens podía adaptarse a una variedad de ambientes a medida que se movía por África y Eurasia, e indicando con ello que la flexibilidad puede ser el sello distintivo de nuestra especie. El Homo sapiens desarrolló una gama de estrategias de supervivencia para vivir en diversos hábitats, incluidos los bosques tropicales, las zonas áridas, las costas y los ambientes fríos que se encuentran en las latitudes más altas.

Foto: Piezas prehistóricas halladas en cueva de Panga ya Saidi: a. Núcleo Levallois de la capa 11. b Dos artefactos líticos de la capa 11. c Artefacto lítico de la capa 3. d Hueso con muescas de la capa 8. e Hueso con muescas de la capa 9. f Crayón ocre de la capa 10. g Cuenta de cáscara de huevo de avestruz de la capa 8. h Cuenta de shell Conus de la Capa 16. i Cuenta de concha de la capa 4. Nature communications.

Herramientas de piedra cuidadosamente elaboradas de la Edad de Piedra Media han sido halladas en depósitos que datan de hace 78.000 años, pero un cambio distintivo en la tecnología a la Edad de Piedra Posterior se muestra por la recuperación de pequeños artefactos cuya producción empezó hace 67.000 años.

Esta miniaturización de herramientas de piedra puede reflejar cambios en las prácticas y comportamientos de caza. Sin embargo, la secuencia posterior de Panga ya Saidi, presenta una combinación de tecnologías, y no se detecta una ruptura radical al respecto en ningún momento, lo que argumenta en contra de las "revoluciones" cognitivas o culturales teorizadas por algunos arqueólogos.

Además, no ocurre tampoco una ruptura notable en la ocupación humana del lugar durante la súper erupción volcánica del Toba, hace 74.000 años, apoyando el punto de vista de que el posible 'invierno volcánico' consecuente no condujo a la casi extinción de las poblaciones humanas, aunque signos de mayor intensidad de ocupación hace 60.000 años sugieren que las poblaciones aumentaban de tamaño.

Cuentas de cáscara de huevo de avestruz, herramienta de hueso y primer plano de la herramienta ósea que muestra rastros de raspado.

La profunda secuencia arqueológica de la cueva de Panga ya Saidi ha producido un nuevo y notable registro cultural que indica la complejidad del mismo a largo plazo. Entre los artículos recuperados se encuentran huesos incisos y manipulados, cuentas de cáscara de huevo de avestruz, cuentas de conchas marinas y ocre trabajado.

Panga ya Saidi ha producido la cuenta más antigua de Kenia, la cual data de ~ 65.000 años atrás. Hace aproximadamente 33.000 años, las cuentas se hicieron más comúnmente de conchas obtenidas en la costa. Si bien esto demuestra el contacto con el mar, no hay evidencias de una explotación regular de los recursos marinos para fines de subsistencia. Las cuentas de cáscara de huevo de avestruz se vuelven más habituales después de 25.000 años atrás, y, después de 10.000 años atrás, nuevamente se produce un cambio hacia el uso de la cáscara costera. En las capas que datan de hace unos 48.000 a 25.000 años, se hallaron huesos y colmillos tallados, un tubo de hueso decorado, una punta pequeña de hueso y trozos modificados de ocre. Aunque es indicativo de la complejidad del comportamiento y el simbolismo, su aparición intermitente en la secuencia estratigráfica de la cueva argumenta en contra de un modelo basado en una posible revolución conductual o cognitiva ocurrida en un momento específico.

La investigadora principal del proyecto, y Directora del Departamento de Arqueología en el Instituto Max Planck para la Ciencia de la Historia Humana, Nicole Boivin (izquierda), afirma: "El interior costero del este de África y sus bosques han sido considerados por mucho tiempo como marginales para la evolución humana, por lo que el descubrimiento de la cueva de Panga ya Saidi ciertamente cambiará las opiniones y percepciones de los arqueólogos".

Por su parte, el profesor Michael Petraglia, de la Universidad de Oxford y colaborador del Instituto Max Planck, dijo: "Los hallazgos en Panga ya Saidi socavan las hipótesis sobre el uso de las costas como una especie de 'superautopistas' que canalizan a los humanos migratorios fuera de África y alrededor del borde del Océano Índico".

Fuentes: lne.es | Science Daily | 9 de mayo de 2018

Aníbal Clemente

Historia y Arqueología. Publicación digital de divulgación cultural.

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