Susanne Hakenbeck: "Los isótopos prueban que hunos y romanos formaron estrategias"
Susanne Hakenbeck explica un punto de su charla de ayer, enmarcada en el ciclo de foros de "In Tempore Sueborum".Susanne Hakenbeck, arqueóloga e investigadora de la Universidad de Cambridge, desveló en el Foro La Región celebrado ayer en el marco de "In Tempore Sueboum" las claves del estudio de isótopos que realizó en los restos funerarios de poblaciones instaladas en las fronteras del Danubio tras la caída del Imperio Romano. Jorge López Quiroga, comisario de la exposición, la presentó como una de las "referentes" en este ámbito de investigación.
"La incursión de los hunos es una historia de violencia y conflicto. Los autores romanos los definían como el pueblo rudo e indomable, pero esto es, muchas veces, producto de los mitos. Los tópicos de destrucción de loos hunos, arrasando e incendiando ciudades, no se pueden vincular siempre a la presión de los hunos", apuntó la arqueóloga, que mostró los cambios en diferentes ciudades a través de un mapa.
Su última investigación, que sugiere las "identidades entrelazadas" de las poblaciones que convivieron en la cuenca del Danubio, revela que, precisamente, las relaciones fueron de "cooperación" en muchas ocasiones. "Los artefactos nomádicos de la estepa y la modificación craneana rara vez ocurren juntos en los conjuntos arqueológicos", manifestó en relación a los hallazgos de tumbas romanas y de hunos.
Eres lo que comes
Para explicar su estudio científico a través de isótopos, Hakenbeck expresó el principio en el que se basan estas investigaciones: "Eres lo que comes o lo que bebes". De esta forma, hunos y romanos "mezclaron" sus costumbres, entre ellas, la dieta, que fueron intercambiando a lo largo de su vida.
"¿Es posible distinguir entre las dietas agrarias y las pastoriles?", se preguntó la ponente. "Para eso realicé el análisis con isótopos, son importantes porque dan información fundamental sobre qué comían las personas enterradas en estas necrópolis, y por tanto, nos permite conocer de donde procedían".En este sentido, halló cambios en la dieta de unos individuos y otros: "En los nómadas se encontró mayor consumo de carne, en los romanos más variedad, pero el mijo es un alimento común a las dos poblaciones", aseguró la ponente.
De los tres enterramientos que observó para su análisis Hakenbeck, subrayó en la conferencia el interés de uno de ellos: el individuo número 11 de Mözt, enterrado aisladamente y con una distribución diferente de la tumba. En este punto, López Quiroga señaló que un caso similar puede verse en la exposición sobre el mundo suevo.
Los altos niveles de variabilidad intrapoblación e individual sugieren que las poblaciones hicieron uso de una gama de estrategias de subsistencia, con muchos individuos que exhiben cambios significativos a lo largo de sus vidas. En lugar de ser caracterizada solo por la violencia, la afluencia históricamente documentada de poblaciones nómadas parece haber conducido a cambios generalizados en las estrategias de subsistencia de las poblaciones en la cuenca de los Cárpatos.
"Las prácticas de hunos y romanos son mixtas, formaron estrategias para adaptarse. La frontera no separa, hay que retomar las investigaciones de ADN o medicina para alejarse de una visión artificial", concluyó la arqueóloga.
Fuente:laregión.es | 6 de marzo de 2017
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