Revelan que Escandinavia fue colonizada a través de dos rutas y que su agricultura llegó 1.000 años después que al resto de Europa
Cráneo incluido en el estudio y proveniente de Ölsund, Hälsingland, Suecia, y que data del año 2.300 a. C., © Alissa Mittnik
Un equipo internacional de científicos, dirigido por investigadores del Instituto Max Planck para la Ciencia de la Historia Humana, analizó genomas humanos antiguos de 38 europeos del norte que datan aproximadamente de 7.500 a 500 a.C. El estudio, publicado hoy en Nature Communications, encontró que Escandinavia se estableció inicialmente a través de una ruta del sur y otra ruta del norte, y que la llegada de la agricultura al norte de Europa fue facilitada por los movimientos de agricultores y pastores de la región.
Varios estudios recientes de genomas humanos antiguos se han ocupado de los movimientos de población prehistóricos que trajeron nuevas tecnologías y estrategias de subsistencia a Europa, pero aún no se ha comprendido cómo afectaron al norte del continente.
Mapa que muestra las ubicaciones y la línea de tiempo de las muestras presentadas en este estudio.
Mittnik et al. La prehistoria genética de la región del mar Báltico. Nature Communications (2018).
Dos rutas de asentamientos en Escandinavia
El análisis previo de los genomas humanos antiguos ha revelado que dos grupos, genéticamente diferenciados, de cazadores-recolectores vivieron en Europa durante el Mesolítico: los llamados cazadores-recolectores occidentales, excavados en lugares desde Iberia hasta Hungría, y los llamados cazadores-recolectores orientales, excavados en Karelia, en el noroeste de Rusia.
Sorprendentemente, los resultados del estudio muestran que los cazadores-recolectores mesolíticos de Lituania parecen muy similares a sus vecinos occidentales, a pesar de su proximidad geográfica con Rusia. La ascendencia de cazadores-recolectores escandinavos contemporáneos, por otro lado, estaba compuesta tanto por cazadores-recolectores occidentales como orientales.
"Los cazadores-recolectores orientales no estaban presentes en la costa este del Báltico, pero un componente genético de ellos está presente en Escandinavia. Esto sugiere que las personas que llevaban este componente genético tomaron una ruta al norte, a través de Fennoscandia, en la parte sur de la península escandinava. Allí se mezclaron genéticamente con cazadores recolectores occidentales que vinieron del sur, y juntos formaron los cazadores-recolectores escandinavos", explica Johannes Krause (izquierda), director del Departamento de Arqueogenética del Instituto Max Planck para la Ciencia de la Historia Humana y autor del estudio.
Agricultura y pastoreo de animales: importaciones culturales realizadas por personas entrantes
La agricultura a gran escala comenzó en el sur de Escandinavia hace unos 6.000 años, aproximadamente un milenio después de que ya fuera común en Europa Central. En el Báltico oriental, los habitantes dependieron únicamente de la caza, la recolección y la pesca durante otros 1000 años. Aunque algunos han argumentado que el uso de la nueva estrategia de subsistencia fue un desarrollo local de los forrajeadores, posiblemente adoptaron las práctica agrícolas de sus vecinos, pues la evidencia genética descubierta en el presente estudio cuenta una historia diferente.
Los primeros agricultores de Suecia no descienden de los escandinavos mesolíticos, sino que muestran un perfil genético similar al de los agricultores centroeuropeos. Por lo tanto, parece que los centroeuropeos migraron a Escandinavia y llevaron consigo la tecnología agrícola. Estos primeros agricultores escandinavos, al igual que los agricultores centroeuropeos, heredaron una parte sustancial de sus genes de los agricultores de Anatolia, los cuales se extendieron por primera vez en Europa hace unos 8.200 años y pusieron en marcha la transición cultural hacia la agricultura conocida como Revolución Neolítica.
Del mismo modo, se observa un recambio genético casi total en el Báltico oriental con el advenimiento del agro-pastoralismo a gran escala. Si bien no se mezclaron genéticamente con los agricultores centroeuropeos o escandinavos, a partir de 2.900 a. C., los individuos en el Báltico oriental derivan, en gran parte, de los ancestros de los pastores nómadas de la estepa póntica del Caspio.
"Encontramos, curiosamente, un incremento de la ascendencia de los cazadores-recolectores locales del Báltico oriental en esta población en los inicios de la Edad del Bronce", afirma Alissa Mittnik (derecha), del Instituto Max Planck para la Ciencia de la Historia Humana, y autora principal del estudio. "La población local no fue completamente reemplazada, sino que coexistió y finalmente se mezcló con los recién llegados".
Este estudio enfatiza las diferencias regionales de las transiciones culturales y prepara el escenario para estudios más profundos de períodos posteriores en la prehistoria del norte de Europa, como la Edad del Hierro y la Era Vikinga.
Fuente: Max Planck Institute | 30 de enero de 2018
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