La Santa Iglesia Basílica Catedral Metropolitana de San Salvador de Oviedo
Es una catedral de estilo gótico
que se encuentra en la ciudad de Oviedo, Principado de Asturias, España. Es
conocida también como Sancta Ovetensis, refiriéndose a la calidad y cantidad de
las reliquias que contiene. Comenzó a edificarse a finales del siglo XIII por
la sala capitular y el claustro, y su construcción se prolongó durante tres
siglos hasta el remate de la torre a mediados del siglo XVI. Posteriormente se
añadiría una girola en el siglo XVII. La iglesia está emplazada en el lugar del
anterior conjunto catedralicio prerrománico del siglo IX.
El rey asturiano Fruela I, fue hijo del
rey Alfonso I el Católico mandó construir una basílica consagrada a San
Salvador hacia el año 765 y su hijo
Alfonso II el Casto la reedificaría después del ataque musulmán perpetrado por
Abd el Melik en el año 794 y 795. Este rey convirtió Oviedo en capital del
naciente. Esta nueva basílica románica cumpliría su función hasta los años
1382-1388 que es cuando se decide erigir la actual catedral gótica a instancias
del obispo Gutiérrez de Toledo. La Basílica de San Salvador fue consagrada el
13 de octubre de 821. Era un edificio de tres naves con cabecera triple
rectangular y cubierta de madera, según el modelo de la Iglesia de Santullano.
Es una Iglesia prerrománica de principios del siglo IX.
Sus dimensiones eran, aproximadamente, de
40 metros de longitud, 20 de ancho y 25 de altura máxima. La Catedral se
comenzó a construir por la Capilla Mayor.
Iniciada la obra en el año 1382 (siglo
XIV), bajo el mandato del obispo Gutiérrez de Toledo. Obispo de Oviedo y conde
de Noreña. Es elegido primer arquitecto Juan de Badajoz el Viejo no será hasta
mediados del siglo XV cuando se edifican la mayoría de los elementos
arquitectónicos, como son el crucero, las naves y las capillas laterales. El
pórtico y la torre corresponden al siglo XVI en un gótico-hispano flamenco. En
este pórtico central encontramos en el centro, el relieve en piedra de la
Transfiguración del Señor, a su lado unos bajorrelieves que representan a
Fruela I y a Alfonso II el Casto. Se construye un pórtico de poca altura con
tres arcos y tres puertas que dan acceso a cada una de las naves.
Las tres puertas se corresponden con las
tres naves de la Catedral. Las puertas son de madera de nogal realizadas en el
siglo XVIII. Las dos puertas centrales
están dedicadas a San Salvador y a Santa Eulalia de Mérida, ambos patrones de
la Catedral y del Principado de Asturias. A la Catedral se accede por la puerta
situada a la izquierda.
EL INTERIOR DE LA CATEDRAL
El templo, es de planta de cruz
latina formada por tres naves. El templo
resulta imponente por la proporción de su nave mayor 20 metros de altura por 67
metros de largo y 10 metros de ancho. Sobre el triforio aparece el claristorio
que guarnece bellas vidrieras de las que las más antiguas se contrataron en
1508 con el maestro burgalés Santillana, si bien consta la presencia en 1526 de
un maestro flamenco llamado Alberto. El resto de las vidrieras son
modernas.
LA NAVE DERECHA O NAVE DE LA
EPÍSTOLA
Capilla de Santa Bárbara
También ha recibido el nombre de San
Miguel, fundada por el obispo Bernardo Caballero de Paredes (1661) para alojar
sus restos. De estilo barroco, destaca el retablo obra de Luis Fernández de la
Vega. La imagen de Santa Bárbara es de comienzos del siglo XVII y su autor fue
Antonio Borja.
Capilla de San Martín de Tours
Del siglo XVII, el retablo es obra de
Luis Fernández de la Vega, con una imagen del santo en el centro.
Capilla de San Roque o de la Natividad
Fundada a comienzos del siglo XVI por el
abad D. Fernando de Llanes. Retablo presidido por la figura de San Roque
realizada en el 1658 por José Bernardo de la Meana. En esta capilla está además
el sepulcro de Fernando de Llanes, abad de Teverga y patrocinador de la
capilla.
Capilla de San Antonio
Obra gótica, alberga tres enterramientos
y un retablo de José Bernardo de la Meana, fechado a mediados del siglo XVIII,
en estilo barroco.
LA CÁMARA SANTA
Es
una capilla palatina que se encuentra adosada a la Torre de San Miguel, resto
del Palacio de Fruela y que hoy en día se encuentra integrada en la catedral de
estilo gótico de Oviedo. Fue construida por Alfonso II a comienzos del siglo
IX está declarada Patrimonio de la
Humanidad por la Unesco y alberga las joyas más preciadas de la catedral. Está
formada por dos naves: el piso inferior recibe el nombre de cripta de Santa
Leocadia y el piso superior el de capilla de San Miguel.
Es aquí donde se guardan las reliquias
del Principado de Asturias. El contenido, hizo que este lugar fuera durante
siglos uno de los lugares de paso más visitados, de todos aquellos que
peregrinaban camino de Santiago. La Cámara Santa es uno de los restos que
quedan de la antigua capilla del Palacio del rey Alfonso II. Fue remodelada en
el siglo XII.
La cripta de Santa Leocadia. Fue una
santa de culto en la España visigoda y cuyos restos reposan en este lugar. Se
trata de una nave estrecha, rectangular, cubierta con bóveda de cañón de
arranque. A la capilla de San Miguel o de las Reliquias, se accede por el brazo
derecho del crucero y a ella se llega por una escalera de tres tramos doce
escalones en una travesía que permite contemplar el Santo Sudario (es el
pañuelo que cubría el rostro de Jesús muerto camino del sepulcro).En esta
capilla se guardan las reliquias sagradas.
LA CRUZ DE LOS ÁNGELES
En el año 808 fue donada a la catedral ovetense por Alfonso
II el Casto, rey de Asturias. Chapada en oro, con cabujones y pedrería en cuyo
reverso lleva un camafeo romano. Su interior es de madera de cedro y fue
encargada por el propio Alfonso II el Casto. Tiene forma de cruz griega, y está
compuesta de piedras preciosas que se incrustan en las láminas de oro que
ocultan la madera que le sirve de base. Dice una leyenda que fue construida de
forma milagrosa por dos jóvenes extranjeros a los que se atribuyó la condición
de ángeles enviados por el Señor. Esta cruz se representa en el escudo de la
Catedral, la diócesis y la ciudad de Oviedo.
LA CRUZ DE LA VICTORIA
Alfonso III el Magno, rey de Asturias, la
donó a la Catedral de San Salvador de Oviedo en el año 908. Se trata de una
cruz con forma latina, con rica pedrería que se reparte en varias bandas, en la
que se entremezclan perlas rodeadas de hojas de almandina. En el centro, gemas
e hilos de oro componen un rosetón con águilas, peces y plantas. Su interior es
de roble toscamente tallado. Desde finales del siglo XVIII y a propuesta de
Jovellanos se convirtió en el escudo del Principado. Según la tradición es la
cruz que enarboló Pelayo en Covadonga y que Alfonso III hizo recubrir de
piedras preciosas en el año 908.
LA CAJA DE ÁGATAS
Fue donada a la Catedral de San Salvador
de Oviedo, en el año 910, por el infante Fruela de Asturias, hijo de Alfonso
III el Magno. Se trata de una caja de madera chapada en plata con ónice,
esmaltes en azul y rojo, piedras preciosas y esmaltes de metal,
representaciones abstractas que evocan un lujo bárbaro que enlaza con la
tradición visigoda aún más directamente que la arquitectura. Ahora está vacío
pero durante siglos contuvo numerosas reliquias.
EL ARCA SANTA O DE LAS RELIQUIAS
Cofre en madera de cedro recubierto con
placas de plata trabajadas, con inscripciones de tradición musulmana. Según
narra un monje de Silos anónimo, esta enorme caja de madera de cedro
ensamblada, procede de Jerusalén, donde se guardaban reliquias de Jesús y la
Virgen María. Ante el avance persa del año 612, el arca fue llevada a
Alejandría y de aquí pasaría a la península ante el avance musulmán por el
norte de África en los siglos VII y VIII. El arca fue llevada a Toledo, capital
goda y nuevamente trasladada a Asturias (hacia el 812 o 842) ante la invasión
árabe de Hispania y protegerla en un lugar seguro.
Quedó depositada en la Cámara Santa que
Alfonso II mandó construir para albergarla, y que sería la capilla de su
palacio. En el año 1075 el rey Alfonso VI hizo un inventario del contenido del
arca y ordenó se recubriera de plata ornamentada con relieves e inscripciones
(1113).En su interior, tal y como reza la inscripción, se guardan un fragmento
del madero de la Santa Cruz, un trozo del vestido de nuestro Señor, un pedazo
de pan de la última cena, una sandalia de San Pedro y el Santo Sudario, sin
duda la reliquia principal. Es un lienzo blanco de lino, sucio y arrugado, con
textura tafetán manchado, con forma casi rectangular, con unas dimensiones de
83 x 53 centímetros.
Tiene manchas de diversos tonos
fundamentalmente de color marrón claro. Protegido por un marco de plata del que
salen dos asas, formaba parte de la Sábana Santa que cubrió el rostro de
Jesucristo durante el camino al sepulcro.
Y además El Cristo de Nicodemo siglo XII
obra en marfil, un díptico románico del siglo XII, y el Libro de los
Testamentos hacia 1125. Otras reliquias dignas de resaltar aparte de las
citadas son algunas espinas de la corona y un fragmento de la cruz de Cristo.
Situado en uno de los brazos del crucero.
Tiene unas dimensiones de 27 x 32 metros, tiene por tanto forma rectangular, y
se distribuye en dos lados de cuatro arcos y en los otros dos restantes tres
arcos. Se levanta en parte sobre el antiguo claustro románico, del que las
excavaciones han recuperado elementos arquitectónicos y escultóricos del siglo
XII. El actual gótico, fue construido entre el año 1300 y el año 1441. A
comienzos del siglo XVIII el arquitecto Francisco de la Riva Ladrón de Guevara
incorporó al claustro un segundo piso con balcones y molduración propia de la
época renacentista.
El claustro dispone de catorce ventanales
con bella tracería en sus tímpanos y 167 capiteles ricamente decorados. Hay que
destacar que todo el claustro estaba policromado. En la crujía Oeste destacamos
el sepulcro de Frigión de Cifuentes. En la crujía Norte destacamos una lápida
del obispo Pelayo, fallecido en 1153.
En la crujía Este destacamos la Puerta
barroca del archivo obra de José Bernardo de la Meana, maestro mayor de la
catedral de Oviedo durante la segunda mitad del siglo XVII. En la crujía Sur
destacamos el sepulcro del deán Pedro Gay del siglo XIV, es el más
sobresaliente de los monumentos fúnebres conservados en el claustro. El deán
figura en posición yacente. La tapa actual que lo cubre es de fecha posterior y
fue esculpida por el cantero Pedro de León con las armas de la casa de Valdés.
En el claustro se ha instalado el Museo Diocesano. Una curiosa lápida, que sólo
se puede visitar desde el claustro, felicita al príncipe Wimarano, hermano del
padre de Alfonso II, por construir un edificio para los marineros.
LA SALA CAPITULAR
Al claustro se abre la sala capitular,
que es la parte más antigua de la Catedral gótica, ya que iniciada en 1293, se
terminó en 1314, Situada junto a la galería oeste del claustro, es de planta
cuadrada, cubierta con una bóveda sobre trompas, cuyos nervios confluyen en una
clave central. Ha sido siempre lugar de reunión del Cabildo y de las Juntas del
Principado. En esta sala se declararon en 1808 la guerra a Napoleón Bonaparte.
NAVE IZQUIERDA O NAVE DEL
EVANGELIO
HORNACINA DE LA HIDRIA
Situada en la cara interna del muro norte
del crucero. Es del siglo XV. Según la tradición la hornacina contiene una de
las seis tinajas de las Bodas de Caná. Admite 100 litros. Se expone al público
cada 21 de septiembre, festividad de San Mateo y se puede beber del agua
previamente bendecida. Se encuentra guardada detrás de una puerta.
LA IMAGEN DEL SALVADOR
Es una escultura del siglo XIII que está
adosada al pilar del arco sur del crucero en la girola. Era la meta principal
para los peregrinos. A sus pies rezó el papa Juan Pablo II en 1989. Se cree que
esta imagen estaría en el ábside de la antigua basílica románica de Alfonso II
como titular de la misma. En esta imagen se ve la leyenda que dice: "Quien
va a Santiago y no a San Salvador, visita al criado y deja al Señor".
CAPILLA MAYOR
El ábside de forma poligonal y en estilo
gótico tiene dos líneas de vidrieras. Actualmente sólo podemos ver la línea
superior de vidrieras, ya que la inferior fue tapada al colocarse el retablo
mayor en el siglo XVI. La girola es una ampliación del siglo XVII y se compone
de cinco capillas radiales. Fue por esta capilla mayor o ábside por donde se
comenzó en 1388 la construcción de la nueva Catedral.
A la izquierda, encontramos el sepulcro
de Juan Arias del Villar, obispo de la diócesis de Oviedo entre 1487 y 1498,
con una escultura orante, actualmente se encuentra vacio ya que sus restos
fueron trasladados a la Catedral de Segovia. El gran Retablo Mayor dedicado al
Salvador. Fue encargado por el obispo
Valeriano de Villaquirán. Es de madera dorada con altorrelieves
policromados, en cuya pintura debió de intervenir León Picardo, sin olvidar el
nombre de Alonso Berruguete, que también aparece en la documentación referente
al retablo, el cual fue finalmente terminado por Juan de Balmaseda y Miguel
Bingeles.
Capilla de Covadonga
Situada en la girola. Presenta el
sepulcro del obispo Gutiérrez de Toledo en una de las tribunas laterales, y
bajo el altar, los restos de San Melchor de Quirós. Sufrió graves daños en la
revolución de Octubre de 1934 entre ellas la pérdida de un retablo del año 1673
obra de Luis Fernández de la Vega.
Situada donde se inicia la girola abierta
por detrás de la capilla mayor, en el siglo XVII (1626). Tiene planta de cruz
latina con un bonito cimborrio en cuya bóveda hay un fresco de la Asunción, del
pintor Francisco Bustamante. La fábrica fue realizada según parece, bajo la
dirección del asturiano maestro Meana.
RETABLO DE SANTA TERESA
De paso hacia el crucero sur se encuentra
el retablo de Santa Teresa, debido al asturiano Toribio de Nava siglo XVII. Se
trata de un retablo de estilo barroco.
Capilla del rey Casto
Situada en el crucero donde comienza la
nave de la epístola. Reedificada en el año 1705 por el obispo Tomás Reluz,
sobre una anterior mandada construir por Alfonso II el Casto siglo IX y que
estuvo dedicada a la advocación de la Santísima Virgen. Las obras fueron
realizadas por el arquitecto Bernardo de Haces y por Luis de Arce. En la
capilla mayor protegida por una reja de hierro forjado, construida en el año
1714, puede verse, en el centro del retablo una imagen de la Santísima Virgen
que el Rey Casto llamó Santa María, pero que también se conoció como la Virgen
de las Batallas.
En el centro de la capilla hay un
sarcófago paleocristiano, el cuerpo de un tal Ithacio que se cree fue un niño.
Junto al altar del Santo Cristo de Muñoz, situado a la izquierda de la capilla
mayor, estuvieron después de su traslado desde Tonkin del Sureste Asiático en
el año 1889, los restos del mártir asturiano Melchor García Sampedro,
canonizado con el nombre de San Melchor de Quirós el 19 de junio de 1988. Hoy
se encuentran en la girola de la capilla de Nuestra Señora de Covadonga.
EL PANTEÓN DE LOS REYES ASTURIANOS Ó PANTEÓN REAL
Junto a la puerta de ingreso y aislado
del resto de la capilla por una reja de 1713, donde hay una lápida que recuerda
los nombres de los reyes aquí enterrados y algunas reinas como Urraca y
Geloria. Sobre las pechinas de los arcos torales hay bustos de varios reyes
asturianos (Alfonso II, Ramiro I, Ordoño I y Alfonso III). El actual panteón
fue levantado sobre otro que Alfonso II había mandado construir. Este primitivo
panteón estaba enfrente, poco más o menos del actual, en el centro de la nave.
Estaba techado de madera. Las sepulturas de los Reyes estaban en el suelo, como
de dos pies de alto, tan juntas unas de otras (que no se puede andar sin
pisarlas). Sólo se conserva de él, un sarcófago de alabastro de época
romano-cristiana en el que se cree que fueron trasladados desde Zamora a Oviedo
los restos de Alfonso III y de su esposa Dña. Ximena.
Capilla de Nuestra Señora de Belén o de Santa Catalina.
Situada en el lado del evangelio. De
traza gótica, tuvo un primitivo retablo referido al nacimiento del Salvador del
asturiano contemporáneo Joaquín Rubi Camín.
Capilla de los Vigiles o de la Anunciación.
Situada en el lado del evangelio. Se
trata de una capilla del siglo XVII. Tiene una hermosa reja del siglo XVII. De
esta capilla sobresalen el retablo y la escultura orante del obispo fundador
Juan Vigil de Quiñones obispo de Segovia, realizados ambos por el escultor Luis
Fernández de la Vega.
Capilla de Santa Eulalia de Mérida
Situada en el lado del evangelio, es
patrona de la diócesis. Se trata de una capilla barroca, construida sobre
planta de cruz griega con una gran cúpula plagada de elementos decorativos
barrocos. Obra de Domingo Suarez de la Puente, con las reliquias (huesos) de
Santa Eulalia de Mérida, en una urna de plata de estilo morisco del siglo XI,
regalo del rey Alfonso VI. La capilla es obra de los avilesinos Menéndez Camino
padre e hijo. Además en esta capilla hay enterrados varios obispos entre ellos
el de su fundador, García Pedrejón. En la Catedral de Oviedo es que contó con
un magnifico coro, órganos y trascoro en el centro de la nave mayor, cuyo
conjunto fue eliminado a principios del siglo XX.
LA TORRE
Tienen estilos góticos y
renacentistas, obra de Rodrigo Gil de Hontañón sobre planos de Juan de Badajoz.
Iniciada en el 1508 y terminada en el año 1587 (siglo XVI). Se trata de una
torre de cinco cuerpos, falta su gemela que no llegó nunca a construirse por
falta de presupuesto. Tiene una altura de 80 metros desde el suelo al
pararrayos y su construcción duró cerca de cincuenta años. La torre se terminó
bajo el obispado de Cristóbal Rojas y Sandoval, personaje que tiene su escudo
de armas en el último piso. En el segundo piso de la torre encontramos un
reloj. La campana de la torre de Oviedo recibe el nombre de Wamba y fue fundida
en el año 1219. Tiene 1,22 metros en la base, forma cónica y es la única
campana que se conserva de la antigua basílica. La Wamba suena desde el siglo
XIII en Oviedo. Es la campana más antigua de España en uso. Su tañido se oye en
Oviedo desde antes de que la Catedral gótica estuviese en pie.
Autor: ©. Narciso Casas - Profesor
de Arte y Escritor
Todos los derechos reservados.
Excelente artículo, muy ameno y valioso, gracias.
ResponderEliminar