Científicos descubren nuevas pistas sobre la posible identidad de los misteriosos guerreros de un antiguo campo de batalla

Crédito: Stefan Sauer

Un equipo de arqueólogos ha comenzado a reconstruir las evidencias que finalmente podrían revelar las identidades de los misteriosos guerreros cuyos restos se encuentran dispersos por un campo de batalla de 3.300 años de antigüedad en Alemania, junto al río Tollense. Hasta ahora, científicos e historiadores no tenían ninguna pista sobre quién luchó por uno y otro bando en esta antigua batalla, que terminó en una absoluta carnicería.

El sangriento y violento secreto de Tollense

El río Tollense fue el escenario de una gran batalla que se libró en Alemania hace más de tres milenios. Siendo un descubrimiento relativamente reciente, poco se sabe sobre lo que sucedió realmente allí, aunque la mayoría de los historiadores están de acuerdo en que definitivamente fue una lucha a muerte. Sin embargo, se estima que alrededor del noventa por ciento de los campos de batalla ubicados en la región de Mecklenburg-Pomerania Occidental todavía tienen que ser debidamente excavados por los arqueólogos. Como informa Live Science, fue hace poco más de treinta años cuando se empezaron a descubrir antiguas dagas, cráneos humanos, cuchillos y otras armas en los sedimentos fluviales del río Tollense.

En 1996, un arqueólogo aficionado encontró un solo húmero (hueso del brazo), con una punta de flecha incrustada en él, sobresaliendo en la escarpada ribera del río –la primera pista de que el valle del Tollense llevaba miles de años guardando un violento secreto. Sin embargo, para muchos arqueólogos aún no estaba del todo claro que Tollense fuera un antiguo campo de batalla. Algunos de ellos sugerían que podrían ser los esqueletos de un cementerio inundado, o haberse acumulado en la zona durante siglos. Once años más tarde, sin embargo, un equipo de arqueólogos realizó unas modestas excavaciones de prueba en las que se hallaron más huesos, un cráneo golpeado y una porra de 73 centímetros parecida a un bate de béisbol. Los hallazgos fueron datados por radiocarbono en el 1250 a.C., lo que sugiere que procedían de una única batalla de la Edad del Bronce europea.

Cómo se equiparon los guerreros para la batalla

Se confirma que el valle del Tollense fue un campo de batalla

ScienceMag informa de que después de una serie de excavaciones realizada entre los años 2009 y 2015, los arqueólogos descubrieron un asombroso número de huesos: los restos de al menos cinco caballos y más de 140 hombres. Lo que es aún más interesante es que los expertos parecen estar seguros de que los huesos de cientos de soldados más probablemente sigan sin ser excavados, y miles de personas más podrían haber luchado también en la batalla sobreviviendo a ella. También es probable que el bando ganador retirase a sus muertos.
Thomas Terberger (izquierda), uno de los arqueólogos alemanes que iniciaron las excavaciones en el valle del Tollense, parece estar seguro de que él y su equipo están examinando un verdadero campo de batalla y no sólo una pelea entre vecinos: “Estamos muy seguros de que los restos humanos yacen más o menos en la posición donde murieron”, señala Terberger, de la Oficina del Estado de la Baja Sajonia para el Patrimonio Cultural, en declaraciones recogidas por Live Science.
Terberger agrega que lo que se ha encontrado hasta ahora podría ser sólo una pequeña fracción de la masacre, ya que los vencedores en la batalla podrían haber despojado a los cadáveres de todo objeto de valor a su alcance, arrojando luego los cuerpos a aguas poco profundas, lo que los protegió de carnívoros y aves de rapiña. Los huesos carecen de las habituales marcas de roedura y arrastre que suelen dejar los animales carroñeros.

La mayoría de los guerreros que participaron en la batalla no eran originarios del lugar

Tras realizar Terberger y sus colegas un análisis químico de los esqueletos, llegaron a la conclusión de que la mayoría de los guerreros de Tollense procedían de centenares de kilómetros de distancia. ¿Cómo llegaron a esta conclusión? Los investigadores buscaron elementos como isótopos de estroncio, oxígeno y carbono en veinte dientes de Tollense, mostrando algunos de ellos valores típicos de la llanura del norte de Europa que se extiende desde Holanda hasta Polonia. El resto de dientes procedían de aún más lejos, a pesar de que no se puede asegurar al 100% al no ser tan precisos los análisis de estroncio, tal y como Terberger comentaba para Live Science .

Fuente: ancient-origins.es | 27 de octubre de 2017


Hallan restos en el norte de Europa de la mayor batalla de la Edad del Bronce

Los huesos estaban muy juntos en algunas partes de la excavación, tal como se ve en esta foto de 2013. Un área de 12 metros cuadrados contenía 1478 huesos, incluyendo 20 cráneos. FOTO: LANDESAMT FÜR KULTUR UND Denkmalpflege Mecklenburg-Vorpommern / LANDESARCHÄOLOGIE / C. HARTL-REITER


Fuente: LA RAZÓN.es | 28 de marzo de 2016
Hace cerca de 3200 años, dos ejércitos se cruzaron a la vera de un río junto al Mar Báltico. Fue un auténtico “choque de trenes” que, aunque parezca increíble, no había quedado registrado en los libros de historia.
Hasta ahora.
Una investigación publicada por la revista Science ha sacado a la luz este enfrentamiento en el que miles de guerreros se citaron para una lucha brutal a base de armas de madera, piedra y bronce, por aquella época lo último de lo último en armamento.
La batalla tuvo lugar a orillas del río Tollense (derecha) una cinta estrecha de agua en el norte de Alemania, a 120 kilómetros de Berlín, y se saldó, según el divulgador Andrew Curry, con cientos de cadáveres flotando en el agua después de ser saqueados. De este episodio no había quedado constancia alguna en los libros, pero las prospecciones arqueológicas han logrado reconstruir lo ocurrido.
La primera pista se obtuvo en 1996, cuando un arqueólogo aficionado encontró un hueso de brazo atravesado por una punta de flecha de pedernal. De ahí se extrajeron un cráneo y otro grupo de huesos que las técnicas científicas de datación situaron en plena Edad de Bronce, en torno al año 1250 antes de Cristo.
Los trabajos de excavación no se retomaron hasta 2009, por espacio de seis años, y corrieron a cargo de arqueólogos del Departamento de Mecklenburg-Vorpommern de Preservación Histórica (MVDHP) y la Universidad de Greifswald (UG), que han descubierto palos de madera, puntas de lanza de bronce y piedra, puntas de flecha y bronce. Junto a ello, restos de cinco caballos y más de 100 hombres, aunque se cree que muchos más permanecen sin sacar a la luz.

Foto: Los arqueólogos han recuperado una gran cantidad de artefactos del campo de batalla.
“Estamos posiblemente ante un conflicto de una escala hasta ahora desconocida norte por completo de los Alpes», dice el co-director Thomas Terberger, un arqueólogo de la Baja Sajonia Servicio Estatal de Patrimonio Cultural en Hannover, a la revista Science. «No hay nada parecido con que compararlo», añade.
Y van aún más lejos: apuntan a que puede ser la evidencia más temprana de una batalla de este tamaño en cualquier parte del mundo antiguo.

Foto: Una punta de flecha de pedernal incrustada en este hueso del brazo superior alertó a los arqueólogos sobre la fuerte violencia llevada a cabo en el Valle Tollense.
«Tenemos 130 personas, mínimo y cinco caballos. Y sólo hemos abierto 450 metros cuadrados. Eso es el 10% de la capa de descubrimiento, a lo sumo, tal vez sólo el 3% o 4%», dice Detlef Jantzen, arqueólogo en jefe de MVDHP. «Si excavamos toda la zona, podríamos tener 750 personas. Eso es increíble para la edad de bronce», agrega, y recuerda que, si se cumplen los cálculos de que uno de cada cinco soldados murió, la cifra de combatientes podría ascender a 4.000.

Foto: Este cráneo descubierto en el Valle Tollense muestra una clara evidencia de un fuerte traumatismo, tal vez procedente de un violento golpe con una maza.

Fotos: Puntas de lanza y de flecha inscrustados en cráneos hallados.
En el escaneo de los huesos se ha utilizando la tomografía computerizada microscópica en un instituto de ciencia de los materiales en Berlín, y la Universidad de Rostock ha producido imágenes detalladas en 3D de las lesiones. Además, las gammagrafías óseas también han agudizado la imagen de cómo se desarrolló la batalla, dice Terberger, aunque el motivo exacto por el que dos ejércitos se cruzaron en aquel lugar sigue siendo un misterio.
Los restos químicos hallados en los restos óseos y, sobre todo, en los dientes, sugieren que la mayoría de los guerreros vinieron de cientos de kilómetros de distancia y de lugares diferentes, un dato que se refleja en las evidencias de la dietas que seguían algunos de ellos. «Podemos concluir que los muertos vinieron de muy diferentes lugares y que no eran agricultores-soldados, sino luchadores profesionales”, concluyen los científicos.

Fotos: Distintos tipos de mazas y puntas de bronce.

Anónimo

Historia y Arqueología. Publicación digital de divulgación cultural.

1 comentario:

  1. DNA from teeth suggests some warriors are related to modern southern Europeans and others to people living in modern-day Poland and Scandinavia

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