El hombre no habría aparecido en África, sino en Eurasia, según un nuevo estudio

El Homo Sapiens es una especie de primate perteneciente a la familia de los homínidos. Se consideran Homo sapiens de forma indiscutible a los que poseen tanto las características anatómica de las poblaciones humanas actuales como lo que se define como «comportamiento moderno».

Un reciente artículo publicado por el profesor Úlfur Árnason (izquierda) neurólogo de la Universidad de Lund, en Suecia, sitúa al último antepasado común del Homo sapiens sapiens y de los Neandertales en algún lugar de Eurasia. Árnason argumenta que los antepasados ​​de las poblaciones africanas KhoeSan y Mbuti formaron el primer éxodo de Homo sapiens sapiens desde Asia hasta África y Europa.

Hasta el día de hoy o comúnmente se sostiene que los miembros originales de la especie Homo sapiens vivieron en alguna parte en África y que el Homo sapiens sapiens evolucionó en dicho continente.

La gran parte de los científicos creen que únicamente la datación exacta de la aparición de nuestra subespecie sigue sin resolverse. Sin embargo, el valiente profesor Árnason dice que no hay que ir tan rápido. Su investigación sugiere que el origen de la subespecie Homo sapiens sapiens es un asunto eurasiático.

La investigación científica sostiene que los Neandertales y los humanos modernos se separaron, genéticamente, en algún momento hace más de 500.000 años. Árnason argumenta que esta datación, junto con lo que se conoce sobre el espacio geográfico ocupado por los Neandertales, sitúa a la primera de nuestras propias subespecies en algún lugar de Eurasia.

"La presencia exclusiva de los Neandertales en Europa y Asia, y su ausencia en África, restringe su origen a Eurasia. En consecuencia, el origen de su grupo hermano Homo sapiens sapiens, debe situarse en el mismo continente, es decir, en Eurasia (hipótesis de Askur/Embla, Árnason, 2016), de acuerdo con el LCA (Last Common Ancestor / último antepasado común), que entiende que el LCA de dos grupos hermanos no pueden separarse ni en el tiempo ni en el espacio".

Podemos resumir la primera parte del argumento en el hecho de que no se sabe cuándo los Neandertales han estado en África, sugiriéndose que su emergencia ocurrió en Eurasia. Ahora bien, si los Neandertales emergieron en Eurasia entonces el grupo ancestral del que divergieron, esto es, los Homo Sapiens arcaicos, también deberían haber vivido allí. Es un argumento lógico y con mérito considerable. En este sentido, hay que tener en cuenta que el Homo erectus, el mejor candidato para el antepasado inmediato del Homo sapiens, ya se había extendido a través de gran parte del planeta hace 1,8 millones de años.

Hay evidencias notorias y crecientes que apuntan a que los primeros seres humanos ancestrales de ambas subespecies ya estaban presentes en Eurasia antes de la división que dio origen a Neandertales, Denisovanos y Sapiens (Homo sapiens sapiens), y que los seres humanos casi idénticos a los de las poblaciones vivientes habían surgido en el Este de Asia mucho antes de que aparecieran en el registro fósil africano. Los fósiles de seres humanos aparentemente modernos han sido anunciados por arqueólogos que trabajan en varias excavaciones chinas, con dataciones asociadas que van desde 80.000 a 178.000 años de antigüedad.

El profesor Árnason señala que los datos que emanan del estudio de 2016, The Simons Genome Diversity Project, considerado como una encuesta genética de referencia, sugieren que hace 200.000 años las poblaciones de humanos modernos ya estaban divergiendo en nuevos grupos genéticos. Esta increíble realización apoya un modelo en el que africanos y no africanos comenzaron a separarse, en términos genéticos, cerca de la datación asociada con los primeros fósiles aceptados como humanos modernos (los fósiles de Omo, Etiopía, de 195.000 años de antigüedad).

Es difícil entender por qué dos poblaciones de la misma región habrían simplemente dejado de mezclarse durante decenas de miles de años. Normalmente tales rupturas limpias sólo se observan después de eventos de migración. Árnason también señala que la divergencia más profunda sólo se observa cuando se contrastan los genomas del pueblo Khoesan y los no africanos.

"El estudio de Mallick et al. (2016) muestra que la población ancestral de Homo sapiens sapiens había comenzado a desarrollar subestructuras genéticas hace unos 200.000 años, una antigüedad que es compatible con las estimaciones comúnmente aceptadas de la divergencia basal de los Homo sapiens sapiens existentes. Por otra parte, el análisis demostró que la divergencia basal entre los Homo sapiens sapiens existentes se reduce entre los no africanos (tal como se representa en un genoma francés) y los africanos (representados por los pueblos KhoeSan y Mbuti)".

El Simons Genome Project presentó, además, evidencias de otras divergencias del Homo sapiens sapiens que involucraban a los Yoruba, una población de África occidental habitualmente postulada como descendientes vivos de la población responsable de fundar todos los linajes no africanos.

Figura 2. Filogenias de fuera de África, a la izquierda, y fuera de Eurasia, a la derecha. Crédito de la imagen: Úlfur Árnason

Dos modelos competidores pueden extrapolarse a partir de los datos disponibles, como se muestra en los árboles de filogenias 'a' y 'b' mostrados en el cuadro de arriba.

El árbol 'a' representa a los primeros Homo sapiens emergentes en África con las tres subespecies conocidas, Neandertales, Denisovanos y Homo sapiens, surgiendo consecuentemente en el continente en algún momento antes de hace 500.000 años. Neandertales y Denisovanos emigraron de África inmediatamente después de que divergieran de los sapiens, no dejando restos fósiles y ninguna firma genética.

Cientos de miles de años después de que otros humanos dejaran África, los antepasados ​​de los Khoisan y Mbuti se alejaron de los antepasados ​​de los Yoruba, hace cerca de 200.000 años. Estas poblaciones africanas permanecieron separadas en el mismo continente hasta que miembros de la población ancestral de los Yoruba emigraron fuera del continente y colonizaron el planeta hace 70.000 años.

El modelo de árbol 'b' sostiene que los antepasados ​​arcaicos del Homo sapiens habían alcanzado Eurasia antes de la divergencia de Neandertales, Denisovanos y Homo sapiens. Neandertales y Denisovanos consecuentemente permanecieron en Eurasia y nunca se encontraron con humanos de origen africano.

Alrededor de 200.000 años atrás, un grupo de Homo sapiens sapiens se separó de la población eurasiática y emigró a África, convirtiéndose en los antepasados ​​de los KhoeSan y los Mbuti. Cerca de 70.000 años atrás un segundo evento migratorio llevó a los antepasados ​​de los Yoruba a África.

Fig. 3. Una visión simplificada de las migraciones de la población Homo sapiens sapiens. El área sombreada significa un área asiática (eurasiática) indefinida a partir de la cual se dispersaron los Homo sapiens sapiens. Los trazos rojos muestran las rutas potenciales de las poblaciones KhoeSan, Mbuti y Yoruba, fuera del rango de Homo sapiens neanderthalensis. KhoeSan y Mbuti pudieron haber divergido antes de su migración hacia África. Las líneas rojas unidas por flechas entre Mbuti y Yoruba marcan un posible intercambio genético. Los trazos en verde representan el origen asiático común de los australianos indígenas, papúes-nuevos guineanos y los andamaneses (Mallick et al., 2016). El enclave de Altai muestra la localización de la contribución genética de Homo sapiens sapiens en los Homo sapiens neanderthalensis (Kuhlwilm et al., 2016,) y la cueva de Daoxian represneta la localización de los hallazgos paleontológicos de Homo sapiens sapiens descritos por Liu et al. (2015). Crédito de la imagen: Úlfur Árnason.

"El apoyo a una divergencia africana entre Homo sapiens neanderthalensis (Hsn) y Homo sapiens sapiens (Hss) es hipotético, considerando la ausencia de hallazgos paleontológicos o arqueológicos de Hsn en África. Los problemas genético-moleculares relacionados con la hipótesis 'Out of Africa' (OOAH, Fuera de África) son de naturaleza similar, ya que estos resultados han sido interpretados de acuerdo con la preconcepción de una divergencia basal de Hss en África, una suposición que automáticamente sigue la colocación hipotética de la divergencia Hsn / Hss en ese continente".


Tabla 1: Las estimaciones (Mallick et al., 2016) muestran los momentos en que el 25%, 50% y 75% de los linajes de cada par de poblaciones se agruparon en una población ancestral común. En el contexto de la filogenia OOEH (Out of Africa) mostrada en la Fig. 2b, las estimaciones son consistentes con una dispersión temprana de los KhoeSan / Mbuti hacia África seguida por una migración correspondiente de los antepasados ​​de Yoruba. Las cifras relacionadas con los KhoeSan/Yoruba y Mbuti/Yoruba sugieren el intercambio genético (probablemente en Asia) entre Yoruba y Mbuti a una escala que excedió la de los Yoruba y KhoeSan. Crédito de la imagen: Úlfur Árnason

La información en la Tabla 1 sugiere fuertemente que hubo una reducción significativa, en el período inicial, de cruzamientos entre no africanos y KhoeSan en comparación con la de los no africanos y los antepasados ​​de los Mbuti. El mismo patrón de divergencia se puede ver en los datos estimados de cruzamientos entre Yoruba/KhoeSan y Yoruba/Mbuti. Cuando colocamos esta información en el contexto correcto, ello sugiere que los antepasados ​​de KhoeSan y Mbuti se separaron mucho antes de la datación estimada, 131.000 años atrás, 50% de la marca de coalescencia. La disparidad entre las dataciones estimadas para el KhoeSan y Mbuti puede indicar dos rutas de migración separadas tomadas desde Asia hacia África en tiempos algo diferentes.

"Las estimaciones de la Tabla 1 muestran consistencia entre las estimaciones más profundas (datación estimada con el 75% de coalescencia) relacionadas con la divergencia entre los no africanos (francés) y los KhoeSan (173.000 años atrás), y los no africanos y los Mbuti (171.000 años atrás). Este acuerdo se ha borrado en la próxima marca (50% de coalescencia), ya que muestra una estimación no africana / KhoeSan de 131.000 años atrás y una estimación no africana / Mbuti de 112.000 años atrás".

Para ilustrar mejor las dos rutas que favorecieron el éxodo hacia África, el mapa (Fig. 3) muestra a los KhoeSan tomando una ruta meridional a través de los estrechos de Bab el Mandeb, y a los Mbuti y Yoruba tomando la ruta del Sinaí. Los KhoeSan y Mbuti pudieron haber tomado la misma o diferentes rutas hacia África, pero esto no se conoce.

Los fósiles de los primeros seres humanos modernos hallados en China se ajustan fácilmente con la hipótesis de 'Fuera de Eurasia y Hacia África', explicada por la existencia de una presencia continua de Homo sapiens sapiens en Asia sin necesidad de una población hipotética procedente de África que más tarde se extinguió. Este modelo 'Fuera de Eurasia' también incluye fácilmente las pruebas de que los Neandertales y los Homo sapiens se cruzaron hace más de 220.000 años en Europa, y hace 130.000 años en Siberia, un aspecto actualmente problemático para la teoría 'Fuera de África" (Out of Africa).

Fuente: ancientnews.net | 16 de septiembre de 2017

Aníbal Clemente

Historia y Arqueología. Publicación digital de divulgación cultural.

3 comentarios:

  1. Ante tal afirmación y considerando que “la búsqueda de los orígenes específicos” se asemeja mucho a la pretensión de hallar “el eslabón perdido”, vale preguntarse si las variantes pretéritas que emigraron tempranamente de su cuna africana, han podido o no, seguir evolucionando en una carrera de encefalización creciente y hacia la formación de variantes específicas configuradas por la conjugación concreta en cada tiempo y lugar, de la impronta homo, las características mesológicas y fundamentalmente la latitud geográfica. Es decir que, el último antepasado común, tanto del Homo sapiens/sapiens como de los Neandertales, que el profesor Úlfur Árnason sitúa en algún lugar de Eurasia, bién pudo ser la forma alcanzada por el desarrollo de algún grupo aislado de tipo Homo que, en otro sitio y paralelamente, pudo cobrar una forma semejante o derivar hacia otra notoriamente diferente, tanto fuera como dentro del continente africano.
    Es decir que ante los nuevos hallazgos, se hace necesario contar con una nueva clasificación de “hombre moderno”, basada en un marcador evolutivo que ofrezca mayor precisión y claridad; tal marcador, bien puede ser la experimentación gnomónica potencial o arqueológicamente evidente.

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  2. Importante hipótesis, segur descubriendo para Confirmar o descartar

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