Los cráneos de Marruecos no se corresponden del todo con 'Homo sapiens'
El pasado mes de junio medios de comunicación de todo el mundo anunciaron que se habían encontrado los restos más antiguos de Homo sapiens en el yacimiento de Jebel Irhoud, en Marruecos. El hallazgo evidenciaba, según los científicos, que nuestra especie no tenía unos 200.000 años de antigüedad, como se creía, sino que nuestros orígenes se remontarían hasta hace entre 300.000 y 350.000 años. El descubrimiento además desmontaría la idea de que el Homo sapiens nació en el África subsahariana, como se había considerado hasta entonces.
Como es de esperar, entre la comunidad científica han salido voces discrepantes que no comparten que los restos encontrados puedan catalogarse como pertenecientes a nuestra especie. Una de ellas es la de José María Bermúdez de Castro, co-director junto a Juan Luis Arsuaga y Eudald Carbonell de las excavaciones e investigaciones de Atapuerca (Burgos), que respeta pero cuestiona que lo hallado al oeste del país norteafricano pueda definirse como sapiens.
"Tiene unos cráneos que no se corresponden del todo con Homo sapiens. Tiene un neurocráneo, la parte donde se alberga el cerebro, que no es exactamente igual que el nuestro. Es más aplanado y nuestra especie, una de las cosas por las que se define, aparte de por la cara moderna, como ya demostró Homo antecessor, es por tener un cráneo más esférico. Mientras que el cerebro de las especies anteriores a la nuestra es más aplanado y en consecuencia también el hueso que lo protege", indica el doctor en Ciencias Biológicas en una entrevista con EL MUNDO producida en el marco de los cursos de verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, en Santander.
El también coordinador del Programa de Paleobiología de Homínidos del Centro Nacional de Investigación sobre Evolución Humana del CSIC, defiende que "estos fósiles encontrados en Jebel Irhoud no son ni una cosa ni la otra. No tienen un cráneo esférico ni totalmente aplanado. Está a punto de ser como nosotros, entonces ni me parece mal que lo propongan como Homo sapiens ni me parece perfecto. Creo que estamos en el límite con 300.000 años".
"No me parece mal -matiza Bermúdez de Castro-, ya que al igual que en la Sima de los Huesos de Atapuerca los cráneos que hay no son neandertales clásicos, yo no tendría ningún reparo, y mucha gente tampoco, en decir que son neandertales. Homo neanderthalensis atapuerquensis. Una forma primitiva de los neandertales, ¿por qué no? Aquí tendríamos un paralelismo. Se trata de una cuestión de nombres, de semántica, de discusión de debate científico y demás", incide el experto, que considera que, en todo caso, el hallazgo "no cambia demasiado" lo que sabíamos hasta ahora sobre nuestra especie.
Neandertales 'burgaleses'
Lo que sí ha cambiado para el panorama de Atapuerca es el descubrimiento, hace un mes escaso, en el último día de campaña de las excavaciones, de una falange de un pie perteneciente a la especie Homo neanderthalensis, el conocido como hombre de Neandertal. El hallazgo de la Galería de las Estatuas de la Cueva Mayor vino a confirmar lo que ya más o menos se sabía en función a un hueso parietal encontrado el año pasado y a varias herramientas que ya se habían estudiado."Era una asignatura pendiente porque nunca habían aparecido sus restos fósiles, aunque sí teníamos tecnología. Si encontramos más restos en Atapuerca, se convertirá en un yacimiento importante más de neandertales. Ojalá se encuentren", implora Bermúdez de Castro, que afirma que "lo mejor de Atapuerca es que tenemos toda la evolución humana, toda la secuencia", en referencia a que los de allí son los únicos yacimientos de toda Europa donde hay restos de Homo antecessor, Homo heidelbergensis, Homo sapiens y ahora también Homo neanderthalensis.
Heildelbergensis, de todos modos, es una especie que están reevaluando los responsables de Atapuerca, ya que, como dice Bermúdez de Castro "es una especie un poco artificial" al estar "demasiado decantada hacia Neandertal". En los yacimientos de la localidad burgalesa hay ahora mismo identificados unos 7.000 huesos pertenecientes a esta especie.
Foto: Falange de un pie de un neandertal hallado en Atapuerca.
La Cueva Fantasma y el antepasado común
Uno de los horizontes futuros planteados para Atapuerca es la exploración de la denominada como Cueva Fantasma, una cavidad ya documentada hace tiempo, pero que se va a comenzar a investigar a fondo el próximo curso."De momento sabemos que los niveles superiores tienen tecnología típica de los neandertales. Posiblemente estemos en unos primeros niveles de antigüedad del orden de los 70.000 u 80.000 años, que son los neandertales clásicos, pero más abajo tenemos alguna datación que supera los 170.000 años, de la época preneandertal. Seguramente podamos encontrar Pleistoceno medio -entre hace 780.000 años y hace 127.000 años-, porque hay Achelense -una industria lítica prehistórica-, y también podríamos encontrar Pleistoceno inferior -2.600.000 años y hace 780.000 años-, época del Homo antecessor", detalla el científico.
Precisamente el Homo antecessor es la apuesta actual de los responsables de Atapuerca para establecer un antepasado común entre Homo sapiens y el hombre de Neandertal, especies que, como recuerda Bermúdez de Castro, coexistieron y se hibridaron en Eurasia -no en África-, pero que procedían de líneas evolutivas separadas.
"Ahora acabamos de publicar un artículo en el que decimos que esta especie -Homo antecessor- no sólo tiene rasgos modernos, sino también otros que los neandertales han heredado. Por tanto seguimos proponiendo que Homo antecessor es el ancestro común. Volvemos a proponer la hipótesis de 1997 -descartada años después- porque nos parece la mejor hipótesis de un ancestro común. No sé si lo es porque está alejado de la zona de la evolución central, pero se parece mucho o se va a parecer mucho al ancestro común", zanja Bermúdez de Castro.
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