El ADN rebela una domesticación Ibérica y linajes exclusivos de caballos

Una investigación sobre la domesticación de los caballos en la Península Ibérica a través del análisis del ADN, realizada por el joven Jaime Lira Garrido y dirigida por el antropólogo codirector de las excavaciones de Atapuerca, Juan Luis Arsuaga, ha constatado la existencia de linajes exclusivos de este territorio.

Este joven investigador acaba de recibir por su trabajo la beca de la Fundación Caja Rural Burgos y la Fundación Atapuerca, dotada con 14.000 euros, que le servirán para financiar parte de esta tesis doctoral titulada "Estudio de la domesticación del caballo en la Península Ibérica a partir del análisis del ADN mitocondrial antiguo".

La investigación aborda el proceso de domesticación de caballos en la Península Ibérica a partir del estudio del ADN, comparando muestras de ejemplares que vivieron a finales del Pleistoceno y en distintos momentos culturales del Holoceno.
En rueda de prensa, Jaime Lira ha recordado que la domesticación del caballo "ha sido uno de los procesos más complejos" y gracias al estudio de ADN moderno se han hecho grandes avances científicos.

Los caballos se domesticaron por primera vez hace 5.000 años en Eurasia y con la migración de los pueblos esteparios el proceso, y los animales domesticados, llegaron a otros territorios.
Sin embargo, algunos investigadores han barajado como hipótesis una domesticación independiente en la Península Ibérica, de ahí la tesis doctoral realizada por Jaime Lira.
Comparando muestras de ADN antiguo y ADN moderno, de diferentes épocas históricas, Lira ha demostrado que existen linajes exclusivos de la península, que además fueron domesticados en algún momento, como demuestra el hecho de que algunas de estas ramas genéticas se encuentren presentes en países americanos, como vestigio del traslado de algunos ejemplares a raíz del descubrimiento de los territorios al otro lado del Atlántico.

De izda a dcha, Jaime Lira, Ramón Sobremonte y Juan Luis Arsuaga / Radio Castilla

Se trata de una investigación complicada, por lo que supone de extracción de las muestras de ADN, ha recordado Juan Luis Arsuga, pero "interesante, importante y comprensible".
Arsuaga ha insistido en que "las becas hacen posible que nazcan estrellas científicas", puesto que sin apoyo económico es muy difícil sobreponerse a las "circunstancias" de la ciencia.

El codirector de los yacimientos de Atapuerca ha recordado que él mismo es ahora un investigador gracias a una beca, sin la cual es posible que todavía siguiese dando clases de Biología en un colegio.
"El científico es el ser más solitario del mundo", ha insistido Arsuaga y, en un momento en el que se agudiza la picaresca ante la falta de recursos, se deben premiar proyectos que permitan avanzar a la ciencia.

En este sentido, el investigador premiado ha explicado que está "viviendo un sueño" y que hasta obtener la beca, se dedicaba a la investigación a tiempo parcial, pues tenía que compatibilizarla con otro trabajo, de ahí la relevancia de este tipo de ayudas.

Por parte de la Fundación Caja Rural Burgos, Ramón Sobremonte, ha mostrado el "enorme orgullo" que supone para ellos apoyar un "motor" científico como es el proyecto Atapuerca.

El director general de Cajaviva Caja Rural Burgos ha insistido en que la ayuda a la investigación y la ciencia son una "obligación", forman parten de su responsabilidad social corporativa. EFE

Fuente: lavanguardia.com | 4 de julio de 2017

Anónimo

Historia y Arqueología. Publicación digital de divulgación cultural.

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