ESPECIAL: Arqueólogos descubren los restos de los primeros 'Homo sapiens' en Marruecos

Restos de una mandíbula hallados en Jebel Irhoud (Marruecos). JEAN-JACQUES HUBLIN, MPI EVA LEIPZIG

La cuna de la humanidad se desplaza a Marruecos. Un equipo de científicos ha descubierto en el yacimiento de Jebel Irhoud restos humanos de 300.000 años, que atribuyen a los orígenes de nuestra especie. Hasta ahora, los primeros Homo sapiens aparecían de repente en la historia, como caídos en un paracaídas hace 195.000 años sobre algunos puntos de Etiopía.

El yacimiento marroquí se conoce desde 1960, cuando unos mineros se toparon con cavidades habitadas en el Paleolítico. Entonces se desenterraron varios fósiles humanos, asociados a afiladas herramientas de sílex. Los restos se dataron en 40.000 años y luego en 160.000 años. Ahora, un equipo dirigido por el paleoantropólogo francés Jean-Jacques Hublin ha hallado más fósiles humanos, incluidos fragmentos de una calavera y de una mandíbula. Una nueva datación, con las últimas tecnologías, apunta a que estas personas vivieron hace unos 300.000 años.

Los restos de Jebel Irhoud sugieren que la cara de aquellos humanos pasaría desapercibida hoy en cualquier calle. Su cráneo, sin embargo, era achatado, no alto como el de los humanos modernos. “Los llamamos Homo sapiens porque pertenecen a los orígenes de nuestro linaje. Pero no pretendemos que sean humanos modernos, gente como nosotros, porque su cerebro todavía tenía que evolucionar hasta ser como el nuestro. ¡La evolución existe!”, explica Hublin, del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva, en Leipzig (Alemania).

Foto: El paleoantropólogo francés Jean-Jacques Hublin posa con una calavera del Homo Sapiens descubierta en Marruecos. AFP.

El nuevo hallazgo, que se anuncia hoy en la revista Nature, sugiere que la emergencia de los Homo sapiens llegó tras un proceso evolutivo que implicó a todo el continente africano. Otro cráneo fósil, descubierto en 1932 en Florisbad (Sudáfrica), ha sido datado provisionalmente en 260.000 años. Con los fósiles que hay hoy sobre la mesa, la comunidad científica sostiene que los Homo sapiens surgieron en África a partir de los Homo heidelbergensis, una especie más arcaica.

“Homo sapiens era hasta ahora la especie sin pasado. Aparecía como de la nada en el registro fósil africano hace 200.000 años”, reflexiona la paleoantropóloga María Martinón Torres (izquierda), investigadora del University College de Londres. En su opinión, el hallazgo de Jebel Irhoud “cubre un vacío bastante importante sobre el origen de Homo sapiens”. Sin embargo, es escéptica con la clasificación.

“Lo que no tengo tan claro es que podamos llamarlos Homo sapiens, porque todavía no tienen las características que definen a los humanos modernos, como el cráneo alto y el abombamiento parietal, que sí están presentes en otros Homo sapiens arcaicos, como los de los yacimientos de Qafzeh (Israel) o incluso el de Herto (Etiopía)”, expone. Para Martinón Torres, lo de Jebel Irhoud son presapiens, hasta que se demuestre lo contrario.
El genetista Carles Lalueza-Fox (derecha), uno de los mayores expertos mundiales en ADN antiguo, también recela de las conclusiones de Hublin. “Que haya restos parecidos a los primeros Homo sapiens no es incompatible con el hecho de que todas las estimaciones genéticas siguen situando el origen de la diversidad genética actual en unos 200.000 años”, opina.

Como buen genetista, Lalueza-Fox, del Instituto de Biología Evolutiva de Barcelona, cree que el concepto de especie es algo arbitrario. “El panorama del ser humano en África en los albores de nuestra especie es mucho más complejo de lo que nos habíamos pensado. Probablemente coexistieron formas muy diversas con morfologías más o menos modernas junto con otras más primitivas, y sin duda por todo el continente”, hipotetiza.

El geólogo Juan Cruz Larrasoaña (izquierda) ha colaborado con Hublin en la reconstrucción del clima del norte de África durante el Paleolítico. “Debido a la configuración de la órbita de la Tierra, hay periodos en los que el clima del Sáhara fue más apto para la especie humana. Se expandieron los ríos y la sabana”, señala. “El Sáhara no siempre fue una barrera”, subraya Larrasoaña, del Instituto Geológico y Minero de España. “Aparecerán fósiles de edades insospechadas en lugares inesperados. Y cada hallazgo desmontará algún paradigma”, sentencia.


EL 'ATAPUERCA' DE LOS HOMO SAPIENS


El antropólogo británico Chris Stringer (izquierda) y su colega Julia Galway-Witham (derecha) lo tienen claro: los restos de 300.000 años hallados en el yacimiento de Jebel Irhoud “son los fósiles de Homo sapiens más antiguos”. En un artículo de análisis publicado en la revista Nature, Stringer y Galway-Witham, del Museo de Historia Natural de Londres, animan a revisar las actuales ideas sobre la evolución humana en África.

“Los fósiles de Jebel Irhoud pueden iluminar la evolución de nuestra especie de manera equivalente a cómo los fósiles de neandertales tempranos de la Sima de los Huesos, en Atapuerca, han proporcionado información sobre el desarrollo de los neandertales”, escriben los autores en Nature. Hace 430.000 años, al menos 28 niños y adultos quedaron sepultados en una cueva de la Sierra de Atapuerca, en Burgos. Su ADN muestra un parentesco cercano con los neandertales. Y sus restos han iluminado la vida de esta especie, prima de los sapiens.

Fuente: elpais.com | 7 de junio de 2017

Los fósiles más antiguos de 'Homo sapiens' revolucionan el origen del ser humano moderno

Un equipo de científicos del Instituto Max Plank ha encontrado en la localidad de Jebel Irhoud, Marruecos, los restos más antiguos de Homo sapiens registrados hasta la fecha. Con una antigüedad de entre 300.000 y 350.000 años, el hallazgo evidencia el origen del hombre moderno fuera del África subsahariana y antes de lo que se pensaba.

Los resultados se han presentado este miércoles en dos publicaciones de la revista Nature para dar a conocer el descubrimiento de los fósiles y la época a la que pertenecen.


Vista de la cara de Homo sapiens de Jebel Irhoud PHILIP GUNZMPI EVA

El registro fósil emplazaba en el este de África, en Etiopía, las primeras formas de Homo sapiens, con una antigüedad de 195.000 años. El cráneo parcial y la mandíbula inferior descubiertos ahora por el paleoantropólogo Jean-Jaques Hublin y su grupo, datan de 100.000 años antes y proceden de un área distinta, lo que abre el debate a nuevas teorías sobre la evolución de nuestra especie.

Otra de las dudas más recurrentes sobre nuestra evolución está en si el hombre evolucionó hace unos 200.000 años de manera rápida o lo hizo de forma gradual durante los últimos 400.000 años, pues el tiempo exacto y el origen de las especies que surgieron del humano ancestral dentro del género Homo no se conocen.

El punto de división entre el Homo sapiens y el neandertal o el hombre de Denisova ocurrió hace 500.000 años, aún muy temprano comparado con los fósiles más antiguos que tenemos ahora de este homínido. Cómo apuntan Chris Stringer y Julia Galway-Witham en una revisión del trabajo de Hublin también publicada en Nature, aún pudo existir un punto intermedio con rasgos arcaicos anteriores a los que conforman la anatomía del hombre moderno, aunque identificar estos fósiles resulta complicado.

Jebel Irhoud es un lugar conocido para los antropólogos, pues en los años 60 ya se habían encontrado herramientas de la cultura musteriense y restos fósiles humanos de 40.000 años de antigüedad. Como por aquel entonces aún se creía que el Homo sapiens había evolucionado del neandertal, en su momento estos fósiles fueron atribuidos a un tipo neandertal africano.

Posteriores estudios en los años 70 descartaron el parecido del cráneo del hombre de Jebel Irhoud con los neandertales, pero no se consideró que fuera un Homo sapiens por corresponder a una época temprana.
Los nuevos restos descubiertos ahora por Hublin abren el debate sobre la especie que habitó en esta zona.

Un debate de especies entre Hublin y Arsuaga

El antropólogo español Juan Luis Arsuaga (izquierda), codirector del sitio arqueológico de Atapuerca, no comparte que los fósiles encontrados en Marruecos por el equipo de Hublin se correspondan con la especie Homo sapiens.

En declaraciones a EL MUNDO, el investigador ha expresado que estos nuevos restos que se añaden a los que ya se tenían de ese yacimiento, "siempre se han considerado como pre-sapiens", un antepasado nuestro directo anterior al Homo sapiens.

"En el artículo se demuestra que no tienen nada que ver con los neandertales, pero el que no sean neandertales, ni antepasados de los neandertales, no quiere decir que ya sean Homo sapiens. A mí me parece que siguen siendo pre-sapiens", ha aseverado.
La clave, según Arsuaga, está en la falta de los rasgos más típicos de nuestra especie, "como es una frente vertical bien levantada, una mandíbula con un mentón sobresaliente y bien formado y una cara realmente 'esculpida', más excavada por debajo de las órbitas, en el maxilar".



Reconstrucción del cráneo a partir de los fósiles encontrados en Jebel Irhoud PHILIP GUNZMPI EVA

Jean-Jaques Hublin, por su parte, ha contestado a las afirmaciones de Arsuaga a través de este medio y considera "irrazonable tener que multiplicar el número de nombres específicos a lo largo de un solo linaje". De hecho, ha exagerado su argumentación para rebatir al investigador español: "Algunos genetistas argumentarían que todos los homínidos posteriores a hace 2 millones probablemente representan una única especie biológica, en términos de falta de aislamiento reproductivo [dado que la imposibilidad de tener una descendencia fértil es el concepto que científicamente se utiliza para describir nuevas especies]".

En todo caso Hublin no afirma que los homínidos de Irhoud sean como nosotros, hombres modernos. "La evolución existe a lo largo del tiempo dentro de una especie. Para mí, Irhoud merece la denominación sapiens tanto como los restos de la Sima de Los Huesos representan formas primitivas de Neandertales. En ambos casos el comienzo del linaje es bastante diferente del final, multiplicar el número de "nombres" no añade nada a la comprensión de la filogenia", ha concluido.

Vista del yacimiento arqueológico SHANNON MCPHERRONMPI EVA

El estudio del ADN, que podría arrojar más datos al respecto, no ha podido realizarse. El paleoantropólogo francés, que ha mencionado en una rueda de prensa que no se han encontrado restos de ADN en los huesos del yacimiento marroquí, ha confirmado a EL MUNDO que las características tan antiguas y las temperaturas tan altas que se dan en este lugar tampoco han permitido encontrar ADN entre los sedimentos, en referencia a una nueva técnica que se ha desarrollado desde el propio Instituto Max Planck para el que trabaja.

Cinco individuos y numerosas herramientas

El proyecto desarrollado por Hublin, que arrancó en 2004, ha dado lugar a la identificación de los restos de cinco individuos a partir de fragmentos craneales y dientes. La presencia de numerosos utensilios de piedra ha permitido la datación, en 300.000 años, de estos restos mediante técnicas de termoluminiscencia sobre sílex incandescente.

Herramientas y mandíbula recién halladas en Jebel Irhoud MOHAMMED KAMALJEAN-JAQUES HUBLIN

Los investigadores calcularon también la edad de una de las mandíbulas encontradas en los años 60 que, con los métodos actuales de medida de radiactividad en el sedimento, concuerda con los datos que han obtenido del análisis del sílex.

Fuente: elmundo.es | 7 de junio de 2017

Científicos descubren los fósiles de los primeros 'Homo sapiens' en Marruecos
Ver vídeo en este enlace

Un equipo de científicos ha descubierto huesos fósiles de Homo Sapiens de hace unos 300.000 años en Jebel Irhoud, Marruecos, que representan la evidencia fósil más antigua datada con certeza de nuestra especie.

La datación es 100.000 años previa a los fósiles de Homo sapiens más antiguos conocidos hasta ahora. Los descubrimientos -detallados en dos artículos que se publican en la edición de este jueves de la revista Nature- revelan una compleja historia evolutiva de la humanidad que probablemente involucró a todo el continente africano.

El hallazgo corresponde a un equipo de investigación internacional dirigido por Jean-Jacques Hublin del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva, en Leipzig, Alemania, y Abdelouahed Ben-Ncer , del Instituto Nacional de Arqueología y Patrimonio (INSAP), en Rabat.


Foto: El paleo-amtropólogo francés Jean-Jacques Hublin (d) y y Abdeluahed Ben-Nacer del Instituo Nacional de Aqrueología y Ptrimonio de Marruecos posan con un cráneo de Homo Sapiens descubierto en ese país, el 6 de junio de 2017 (afp_tickers)


Tanto los datos genéticos de los seres humanos actuales como los restos fósiles apuntan a un origen africano del Homo sapiens. Anteriormente, los fósiles de esta especie más antiguos y con datación segura eran conocidos del sitio de Omo Kibish, en Etiopía, fechado en hace 195.000 años. En Herto, también en Etiopía, un fósil Homo sapiens está fechado hace 160.000 años.

Hasta ahora, la mayoría de los investigadores creían que todos los seres humanos que vivían hoy descendían de una población que vivía en África Oriental hace unos 200.000 años. "Solíamos pensar que había una cuna de la humanidad hace 200.000 años en el este de África, pero nuestros nuevos datos revelan que el Homo sapiens se extendió por todo el continente africano hace unos 300.000 años. Mucho antes de la dispersión fuera de África del Homo sapiens, hubo dispersión dentro de África", dice el paleoantropólogo Jean-Jacques Hublin.

El sitio marroquí de Jebel Irhoud ha sido bien conocido desde la década de 1960 por sus fósiles humanos y por sus artefactos de la Edad Media de la Edad de Piedra. Sin embargo, la interpretación de los homínidos de Irhoud ha sido complicada por las persistentes incertidumbres que rodean su edad geológica. El nuevo proyecto de excavación, que comenzó en 2004, dio lugar al descubrimiento in situ de nuevos fósiles de Homo sapiens, aumentando su número de seis a 22.

Estos hallazgos confirman la importancia de Jebel Irhoud como el sitio más antiguo y más rico de homínidos de la Edad Media de la Edad de Piedra en África, una etapa temprana de nuestra especie. Los restos fósiles de Jebel Irhoud comprenden cráneos, dientes y huesos largos de al menos cinco individuos. Para proporcionar una cronología precisa de estos hallazgos, los investigadores utilizaron el método de datación por termoluminiscencia sobre pedernales calentados encontrados en los mismos depósitos. Estos pedernales eran de aproximadamente hace 300.000 años y, por lo tanto, empujan hacia atrás los orígenes de nuestra especie en 100.000 años.

"Los sitios bien datados de esta época son excepcionalmente raros en África, pero tuvimos la suerte de que muchos de los artefactos de pedernal de Jebel Irhoud habían sido calentados en el pasado", dice el experto en geocronología Daniel Richter (izquierda), del Instituto Max Planck en Leipzig (Alemania). "Esto nos permitió aplicar métodos de datación de termoluminiscencia sobre los artefactos de pedernal y establecer una cronología consistente para los nuevos fósiles de homínidos y las capas sobre ellos", explica Richter.

La morfología facial humana, desde el inicio

Además, el equipo pudo recalcular una edad directa de la mandíbula Jebel Irhoud 3 encontrada en los años 60, que había sido previamente fechada en hace 160.000 años atrás por un método especial de datación por resonancia de spin de electrones.
Utilizando nuevas medidas de radioactividad de los sedimentos de Jebel Irhoud y como resultado de mejoras metodológicas, la nueva edad calculada de este fósil está de acuerdo con las edades termoluminiscentes y mucho más antiguas de lo que se había realizado anteriormente. "Utilizamos métodos de datación de vanguardia y adoptamos los enfoques más conservadores para determinar con precisión la edad de Irhoud", añade Richter.

El cráneo de los seres humanos modernos que viven hoy se caracteriza por una combinación de rasgos que nos distinguen de nuestros parientes fósiles y antepasados: una cara pequeña y una caja del cráneo globular. Los fósiles de Jebel Irhoud exhiben un rostro y dientes de apariencia moderna y una coraza grande, pero de apariencia más arcaica. Hublin y su equipo utilizaron exploraciones micro tomográficas computarizadas de última generación y análisis de forma estadística basados en cientos de medidas 3D para mostrar que la forma facial de los fósiles de Jebel Irhoud es casi indistinguible de la de los seres humanos modernos que viven hoy.

Sin embargo, en contraste con su morfología facial moderna, la cría de Jebel Irhoud conserva una forma arcaica algo alargada de la cintura. "La forma interna de la caja del cráneo refleja la forma del cerebro", explica el paleontólogo Philipp Gunz (derecha), del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva de Leipzig. "Nuestros hallazgos sugieren que la moderna morfología facial humana se estableció desde el principio en la historia de nuestra especie y que la forma cerebral y posiblemente el cerebro, que se desarrolló dentro del linaje del Homo sapiens", dice Philipp Gunz.

Las comparaciones de ADN antiguo extraído de Neanderthales y denisovanos al ADN de los seres humanos actuales revelaron diferencias en los genes que afectan al cerebro y el sistema nervioso. La morfología y la edad de los fósiles de Jebel Irhoud también corroboran la interpretación de un enigmático cráneo parcial de Florisbad, al sur África, como uno de los primeros representantes del Homo sapiens.

Los primeros fósiles Homo sapiens se encuentran en todo el continente africano: Jebel Irhoud, Marruecos (300.000 años), Florisbad, Sudáfrica (260.000 años) y Omo Kibish, Etiopía (195.000 años), lo que indica una compleja historia evolutiva de nuestra especie, posiblemente involucrando a todo el continente africano.

"Se ha descuidado el norte de África en los debates sobre el origen de nuestra especie. Los espectaculares descubrimientos de Jebel Irhoud demuestran las conexiones estrechas del Magreb con el resto del continente africano en el momento de la emergencia del Homo sapiens", dice Abdelouahed Ben-Ncer. Los fósiles se encontraron en depósitos que contenían huesos de animales que mostraban evidencia de haber sido cazados, siendo las gacelas la especie más frecuente.

Las herramientas de piedra asociadas con estos fósiles pertenecen a la Edad Media de Piedra y los artefactos de Jebel Irhoud muestran el uso de técnicas de Levallois y las formas puntiagudas son las más comunes. La mayoría de las herramientas de piedra se hicieron de sílex de alta calidad importados en el sitio. Las hachas de mano, una herramienta comúnmente encontrada en sitios antiguos, no están presentes en Jebel Irhoud.

Los conjuntos de artefactos de la Edad Media de Piedra, como el que se recuperó de Jebel Irhoud, se encuentran en toda África en este momento y probablemente hablan de una adaptación que permitiera que el Homo sapiens se dispersara a través del continente.
"Los artefactos de piedra de Jebel Irhoud parecen muy similares a los de depósitos de edad similar en el este de África y en el sur de África --dice el arqueólogo del Instituto Max Planck, Shannon McPherron (izquierda)--. Es probable que las innovaciones tecnológicas de la Edad Media de Piedra en África estén relacionadas con la aparición del Homo sapiens".
Los nuevos hallazgos de Jebel Irhoud elucidan la evolución del Homo sapiens y muestran que nuestra especie evolucionó mucho antes de lo que se pensaba anteriormente. La dispersión del Homo sapiens en toda África alrededor de 300.000 años es el resultado de cambios tanto en la biología como en el comportamiento.

Fuente: publico.es | 7 de junio de 2017

Artículo relacionado:
A Moroccan cradle for Homo sapiens? (By Chris Stringer, The Natural History Museum London)

Anónimo

Historia y Arqueología. Publicación digital de divulgación cultural.

0 comentarios: