El primer cambio climático se desató hace 11.500 años

Un nuevo estudio de la Universidad de Tel Aviv ha descubierto las primeras indicaciones geológicas conocidas del cambio climático provocado por el hombre de hace 11.500 años.

Dentro de una muestra de sedimentos extraída del Mar Muerto, los investigadores descubrieron tasas de erosión a nivel de cuenca incompatibles con los regímenes tectónicos y climáticos conocidos del período registrado.

"El impacto humano en el medio ambiente natural está poniendo en peligro a todo el planeta", señala el profesor Shmuel Marco (izquierda), director de la Escuela de Geociencias de TAU, quien dirigió el equipo de investigación. "Por lo tanto, es crucial entender estos procesos fundamentales. Nuestro descubrimiento proporciona una evaluación cuantitativa para el comienzo de un impacto humano significativo en la geología y los ecosistemas de la Tierra", añade.

Los resultados del estudio se publicaron en Global and Planetary Change. La investigación fue llevada a cabo por el estudiante de post-doctorado de la Universidad de Tel Aviv, Yin Lu, en colaboración con los profesores Dani Nadel y Nicolas Waldman, ambos de la Universidad de Haifa.

El estudio se realizó como parte del proyecto de perforación profunda del Mar Muerto, en el que se aprovechó un núcleo de perforación de 500 metros de profundidad para ahondar en la cuenca del Mar Muerto. La muestra proporcionó al equipo un registro de sedimentos de los últimos 220.000 años.
La erosión recién descubierta se produjo durante la Revolución Neolítica, la transición a gran escala de las culturas humanas de la caza y la recolección a la agricultura y el asentamiento. El cambio dio como resultado una población humana exponencialmente mayor en el planeta.

"La vegetación natural fue reemplazada por cultivos, los animales fueron domesticados, el pastoreo redujo la cubierta vegetal natural y la deforestación proporcionó más área para el pastoreo -comenta Marco-. Todo esto provocó la intensificación de la erosión de la superficie y el aumento de la sedimentación, que hemos descubierto en la muestras del Mar Muerto".
La cuenca de drenaje del Mar Muerto sirve como un laboratorio natural para entender cómo las tasas de sedimentación en una cuenca profunda están relacionadas con el cambio climático, la tectónica y los impactos, causados por el hombre en el paisaje.


"Observamos un aumento de tres veces de arena fina que fue llevada al Mar Muerto por las inundaciones estacionales", apunta Marco, que indica que esta erosión intensificada es incompatible con los regímenes tectónicos y climáticos durante el Holoceno, la época geológica que comenzó después del Pleistoceno hace unos 11.700 años.

Los investigadores están actualmente en proceso de recuperar el registro de terremotos del mismo núcleo de perforación. "Hemos identificado alteraciones en las capas de sedimentos que fueron provocadas por el temblor del fondo del lago", agrega el investigador. "Nos proporcionará una memoria de 220.000 años, el registro de terremotos más extenso del mundo", concluye.

Una nueva investigación de núcleos de hielo antiguo extraídos en los Alpes combinada con los registros históricos de la Peste Negra que asoló Europa entre 1349 y 1353 constata que el nivel natural de plomo en el aire era esencialmente cero, que la contaminación por este metal, procedente de la minería y la fundición, fue detectable mucho antes de la Revolución Industrial y sólo cuando la pandemia de la Peste Negra detuvo esas actividades llevó al aire a regresar a los niveles naturales. "Estos nuevos datos muestran que la actividad humana ha contaminado el aire europeo casi ininterrumpidamente durante los últimos 2000 años", escriben los autores del estudio, aceptado para publicación en GeoHealth, una revista de la Unión Geofísica Americana.

"Solo un colapso devastador en la población y la actividad económica causada por la enfermedad pandémica redujo la contaminación atmosférica a lo que ahora se puede denominar, con mayor precisión, antecedentes o niveles naturales", afirma.

Los nuevos hallazgos podrían afectar a las normas actuales para la contaminación por plomo. La política actual de salud pública y medio ambiente considera que los niveles de contaminación por plomo preindustriales son "naturales" y, por lo tanto, presumiblemente "seguros", pero esta hipótesis puede necesitar ser reexaminada, según los autores del estudio.

Amenazas más acuciantes

La polución, la sobrepesca y el cambio climático, algunas de las amenazas más acuciantes para los océanos, pueden revertirse si las naciones apuestan por la gobernanza colectiva, según han expuestos estos días líderes internacionales en la primera Conferencia sobre los Océanos de la ONU. El secretario general de la ONU, António Guterres, instó en la inauguración del foro a "dejar a un lado el beneficio nacional a corto plazo para evitar una catástrofe global a largo plazo".

Nuevo modelo de gobernanza

Guterres llamó a los Estados miembros de la ONU a dialogar para definir un nuevo modelo de gobernanza de los océanos, cuya salud se ha visto gravemente dañada en las últimas décadas como consecuencia de la contaminación, la pesca sin control y los efectos del cambio climático. Peter Christian, presidente de los Estados Federados de Micronesia, quien dio voz a la preocupación de los isleños por la utilización del océano como "basurero" y "campo de prueba de armas", destacó el esfuerzo colectivo del Acuerdo de París sobre el clima para el "bienestar" de los mares.

Fuente: eldia.es | 8 de junio de 2017

Anónimo

Historia y Arqueología. Publicación digital de divulgación cultural.

0 comentarios: