Descubren los restos de 16 caballos sacrificados en el santuario tartésico del Turuñuelo
El santuario tartésico del Turuñuelo de Guareña, en Badajoz, del siglo V a.C., una joya arqueológica por sus novedosas técnicas arquitectónicas y por su estado de conservación, sigue revelando secretos que muestran su pasado esplendor. Un equipo de investigadores del Instituto de Arqueología-Mérida, del CSIC, ha hallado junto a la escalinata del templo los restos de 16 caballos, dos toros y un cerdo, que fueron sacrificados en un costoso ritual de clausura antes de la destrucción final del santuario. El Turuñuelo se ha convertido en un modelo para estudiar la cultura tartésica del interior, y aporta información muy valiosa sobre su organización social, sus mecanismos comerciales y sus rituales.“El sacrificio consistió en una gran ofrenda a los dioses antes de abandonar definitivamente el lugar”, explica Sebastián Celestino, director de la excavación junto a la investigadora Esther Rodríguez, y director del Instituto de Arqueología-Mérida.
“Da idea de la enorme riqueza del sitio, pues el caballo era un elemento de prestigio. Además de los numerosos animales sacrificados (19 hasta el momento, pues no se ha terminado de excavar este espacio) han aparecido ánforas y cestos con cereales y otros elementos de gran valor, lo que da una idea de la importancia de ese sacrificio final, previo a la destrucción del monumento y su posterior amortización”.
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Medio Departamento de Comunicación. 28/06/2017
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