Unos estudiantes de instituto descubren un asentamiento judío de 2.000 años de antigüedad en Israel
La directora de la excavación, Sarah Hirshberg, en uno de los baños rituales descubiertos. (Assaf Peretz, cortesía de la Autoridad de Antigüedades de Israel)Un grupo estudiantes de un Instituto de Jerusalén eligieron una manera original de reducir sus gastos de viaje de fin de curso a Polonia. Hasta 240 jóvenes se fueron a trabajar durante una semana en las excavaciones arqueológicas de Ramat Bet Shemesh, un asentamiento a unos 30 kilómetros al oeste de la capital de Israel, lejos de ordenadores, móviles, tablets y consolas.
Una vez allí, los estudiantes han participado en el hallazgo de un asentamiento judío de unos 2.000 años de antigüedad, un extenso complejo de baños rituales y refugios escondidos en el subsuelo que se ha encontrado en un espacio en el que está previsto construir un nuevo barrio residencial.
Vista aérea del asentamiento judío de 2000 años de antigüedad cerca de Beit Shemesh. (Emil Aladjem, cortesía del AuthorIT de Antigüedades de Israel)
En este asentamiento, cuyo nombre antiguo se desconoce, se han encontrado hasta ahora ocho baños rituales, cisternas y refugios. Aunque las casas no han sobrevivido, sus piedras se utilizaron para construir edificios en períodos posteriores, según informa la Israel Antiquities Authority.
En este asentamiento, cuyo nombre antiguo se desconoce, se han encontrado hasta ahora ocho baños rituales, cisternas y refugios. Aunque las casas no han sobrevivido, sus piedras se utilizaron para construir edificios en períodos posteriores, según informa la Israel Antiquities Authority.
El complejo subterráneo, correspondiente al período Bar Kokhba proporcionó tarros de cerámica y utensilios de cocina que probablemente fueron utilizados por los rebeldes. (Autoridad de Antigüedades de Israel).
Debajo de las viviendas y las instalaciones excavadas en la roca ha aparecido un sinuoso laberinto de refugios escondidos conectados con sofisticados y elaborados complejos que data del siglo II después de Cristo, durante la Rebelión de Bar Kojba. En algunos de estos espacios, los rebeldes de la última de las grandes guerras judeo-romanas rompieron una cisterna para proporcionar a los que se escondían acceso al agua.
Los baños rituales descubiertos. (Assaf Peretz, cortesía de la Autoridad de Antigüedades de Israel).
El acto de bañarse tiene largas raíces en el judaísmo, muy preocupado en mantener una estricta adhesión a la limpieza corporal, tal y como se ordena en la Biblia. Esa ‘purificación’ también se conoce en hebreo como tvila, o “inmersión”. Durante el período Hasmoneo (siglo II aC) se puso un mayor énfasis en la pureza y se compiló un detallado código de leyes religiosas para implementar los mandamientos bíblicos en la vida cotidiana.
Fue durante este período que comenzaron a utilizarse instalaciones especiales de agua, o baños rituales, para la inmersión. El baño tiene que ser cortado en la roca madre o conectado al suelo, debe sellarse para que su agua no se filtre y sólo se debe usar agua de lluvia o agua de manantial.
Fuente: lavanguardia.com | Fotos: breakingisraelnews.com | 20 de abril de 2017
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