¿Qué misterio esconde el yacimiento conquense de los Dornajos?

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El yacimiento se ubica en un cerro dentro del término municipal de La Hinojosa (Cuenca) - Catalina Galán

«Sigue siendo una incógnita la utilización de este lugar, ya que no fue un poblado ni una necrópolis», afirma la arqueóloga Catalina Galán

En el kilómetro 149 de la antigua carretera Nacional de Madrid a Valencia, en el término municipal de La Hinojosa (Cuenca), se encuentra uno de los yacimientos arqueológicos más misteriosos de la Prehistoria en la Península Ibérica, el de los Dornajos. Este es precisamente el nombre que recibe un tipo peculiar de cerámica encontrado en dicho lugar que se caracteriza por estar hecho a mano con decoración incisa e impresa tanto por fuera como por dentro de las vasijas, diferenciándose de este modo por la cerámica del vaso campaniforme como tal.

Según explica a ABC Catalina Galán, arqueóloga y autora del libro El yacimiento arqueológico de los Dornajos (Arkatros Ediciones, serie de Arqueología, 1, Madrid, 2016), la datación del lugar se enmarcaría dentro de la Edad del Bronce y, más concretamente, hacia el año 1.800 antes de Cristo (a.C.), según se desprende del análisis por la técnica carbono 14 de una parte del muro superior. Este estudio es fruto de los trabajos arqueológicos realizados entre 1976 y 1981 en un cerro cercano a la localidad de La Hinojosa.

Sin embargo, tal y como subraya la también profesora de Prehistoria de la Universidad Autónoma de Madrid, ya jubilada, «lo que sigue siendo un misterio es la utilización real de este lugar, ya que no es un asentamiento ni una necrópolis». En este yacimiento, reconoce Catalina Galán, «no hay restos de cocina ni de viviendas, y los objetos que se han encontrado no se corresponden con utillaje, sino que solo se ha descubierto cerámica». Esto le hizo plantear la hipótesis de que el posible uso que tuvo este lugar pudo ser de carácter ritual y de culto.

Esta experta ha llegado a esa conclusión por la ubicación del cerro donde está el yacimiento, ya que se encuentra en un valle que se extiende desde el término municipal de La Almarcha hasta el de Cervera del Llano, ambos en la provincia de Cuenca. Esta zona está repleto de afloramientos rocosos, con grabados rupestres de tipo esquemático con escenas rituales y ofrendas que responden a algún culto religioso.

¿Cómo se descubrió este lugar? Como en muchas otras ocasiones, los curas y los maestros de los pueblos y su inquietud por el conocimiento del entorno de sus parroquias y de sus colegios le han llevado a descubrir antiguos yacimientos arqueológicos. Tal y como recuerda Catalina Galán, fue en los años 70 cuando el párroco de La Almarcha, Zenón Salas, quien corrió la voz de lo encontrado, después de que fuera avisado por los niños de la localidad que decían que habían visto una serie de grabados en rocas.

«Misión rescate»

Las noticias llegaron también a Vicente Martínez Millán, maestro de la escuela de La Hinojosa donde aquellos niños estudiaban. Esos alumnos, dentro de lo que se conoció como «Misión rescate» –batidas para buscar objetos de arte y restos arqueológico-, descubrieron una gran cantidad de piezas de cerámica con unas características peculiares en el cerro llamado los Dornajos. Ante esta serie de hallazgos fue el cura Zenón Salas, también estudiante de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), quien mandó una carta informando de los hallazgos al departamento de Prehistoria de ese centro, donde Catalina Galán trabajaba.

Esta profesora y arqueóloga fue la artífice del descubrimiento del yacimiento de los Dornajos. En cuanto llegó a sus oídos toda esa serie de hallazgos, preparó un equipo que estuvo excavando en el cerro cercano a La Hinojosa durante las campañas de verano entre 1976 y 1981, en una época en la que los recursos económicos y materiales eran muy limitados.

«Desde entonces no se ha vuelto a hacer ninguna excavación más en la zona», indica la directora de los trabajos arqueológicos, quien se lamenta del «lamentable estado» en el que se encuentra el yacimiento debido a la «dejadez de las administraciones públicas».

Por lo tanto, si esto sigue así, el misterio de los Dornajos seguirá sin resolverse, aunque siempre habrá la posibilidad de contemplar en el Museo de Cuenca un recipiente cóncavo de cerámica tan peculiar que, en opinión de Catalina Galán, supone «un hito dentro de la Prehistoria peninsular».

Vía: ABC

Historia y Arqueología

Historia y Arqueología. Publicación digital de divulgación cultural.

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