Logran por primera vez extraer el ADN de especies humanas antiguas sin usar huesos

Trabajos en la cueva del Sidrón, en Asturias - JOAN COSTA/Comunicación CSIC.

Hace 20 años se comenzó a extraer ADN del interior de los huesos para reconstruir el pasado de las especies humanas. En 1997 se obtuvieron pequeñas secuencias de ADN mitocondrial de Neandertales: este material genético está dentro de las mitoncondrias, factorías de energía de las células, y se caracteriza por su pequeño tamaño. Ya en 2010, la tecnología avanzó tanto que se pudo publicar el primer borrador del genoma completo de un Neandertal. Los científicos pasaron de lo más simple a lo más complejo en poco más de una década.

La ciencia está cerca de dar un próximo paso que podría ser revolucionario. Un equipo internacional de investigadores, entre los que están científicos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha desarrollado una nueva técnica que permite extraer de los sedimentos del suelo el ADN de especies humanas. Los científicos han extraído material genético de Neandertales, Denisovanos y mamíferos que vivieron en ocho cuevas de distintas partes del mundo, sin necesidad de analizar un solo hueso. En esta ocasión han extraído muestras de ADN mitocondrial, pero más adelante quizás será posible extraer el ADN nuclear (en el que se almacena casi toda la información genética). Los resultados se han publicado este jueves en Science.

Recogida de muestras en Bélgica- MONICA V. KNUL

«La importancia de este estudio es que, por primera vez, se ha conseguido extraer ADN conservado en los sedimentos», ha explicado a ABC, Antonio Rosas (izquierda), profesor de investigación del CSIC en el Museo Nacional de Ciencias Naturales. «Hasta ahora la extraccion del ADN fósil se hacía en restos esqueléticos. Pero esta investigación abre una ventana enorme para futuras investigaciones, en las que se podrá extraer el material genético directamente de los sedimentos».

¿Qué significa esto? La cueva del Sidrón, en Asturias, es el yacimiento de Neandertales más importante de la Península Ibérica. Allí hay 2.500 restos óseos de un total de 13 individuos, que vivieron hace 49.000 años. Pues bien, el hecho de poder extraer ADN del suelo, permite, en teoría, poder analizar el ADN de una cantidad incalculable de individuos que pasaron por allí y no dejaron sus huesos detrás.

Una nueva fuente de información

Por eso, esta técnica será de gran ayuda para contrarrestar la escasez de restos fósiles de las especies humanas: «Esto abre las puertas a una fuente de información que ha estado oculta hasta ahora», ha pronosticado Rosas.

Extracción de sedimentos de 430.000 años de antigüedad en Francia- CHRISTIAN PERRENOUD

¿Qué tipo de información? De momento, las técnicas solo permiten decidir sobre la presencia o ausencia de una determinada especie. Pero en un futuro, es probable que permita adentrarse en las características de los individuos que dejaron su huella genética. De hecho, de forma habitual, el ADN mitocondrial se usa para establecer relaciones de geneaología, en las que se va reconstruyendo la historia de la evolución de especies, ya sean neandertales o mamuts.

En esta ocasión, los investigadores recogieron un total de 85 muestras de sedimentos de siete yacimientos distribuidos por Rusia y Europa y que proporcionan información sobre el Pleistoceno (la era geológica en la que se trata reconstruir la historia de la especie humana, y que va de los 2,6 millones de años a los 10.000 años de antigüedad). Las muestras recogidas, tienen una antigüedad que va de los 550.000 a los 14.000 años.

Animales y dos especies humanas

Solo con el ADN del suelo, los investigadores detectaron la presencia de Neandertales en cuatro cuevas, y la existencia de material genético de Denisovanos en otra de ellas. En todos los lugares, menos en la cueva del Sidrón, se detectó ADN de mamíferos.
Pero hay mucho más. En el yacimiento de Denisova (Siberia, Rusia), los investigadores han podido constatar que Denisovanos y Neandertales vivieron allí en distintos momentos, después de averiguar en qué nivel de terreno estaba presente cada uno. De hecho, el ADN denisovano apareció en el nivel más basal, el más antiguo, con una edad que supera a la de los huesos más antiguos.

Preparación de una muestra para extraer el ADN- SYLVIO TÜPKE

En todos los yacimientos, con excepción de la cueva del Sidrón, detectaron la presencia de una gran variedad de mamíferos antiguos. Se han encontrado secuencias de mamut lanudo (Mammuthus primigenus), una especie que se extinguió hace 4.000 años, de rinoceronte lanudo (Coelodonta antiquitatis), que se extinguió hace 30.000, de hiena de las cavernas (Crocuta crocuta spelaea) y de oso cavernario (Ursus ingressus), que desapareció hace 25.000 años.

Pero, ¿cómo ha ido a parar al suelo todo ese ADN? En algunos casos, puede ser que los animales y humanos antiguos compartieran en momentos distintos las mismas cuevas, y que dejaran sus restos allí. O bien podría ser que los animales hubieran sido consumidos por aquellos homínidos. En todo caso, si el ADN llegó al terreno fue a través de hemorragias, heces, partos o bien a través de la descomposicion de sus cuerpos.

Una revolución

«Esto será una revolución para la paleontología y la paleoantropología», ha sugerido Rosas. «Cuando esta técnica se generalice, se podrán buscar restos de todas estas especies para estudiar su evolución y reconstruir los ecosistemas».

Aún falta por saber dónde están los límites. De momento los restos más antiguos de ADN mitocondrial recuperado en sedimentos tienen 130.000 años, mientras que el ADN más antiguo recuperado en huesos tiene 430.000. Pero esta investigación ha mostrado que, en ciertas condiciones, las arcillas del suelo pueden ser un soporte capaz de preservar el material genético antiguo. Aún está por ver qué secretos desvelará el ADN enterrado en los sedimentos de los yacimientos.

Fuente: ABC.es| 27 de abril de 2017

Aníbal Clemente

Historia y Arqueología. Publicación digital de divulgación cultural.

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