Humanos y ratones ya convivían en primitivos asentamientos hace 15.000 años
Un ratón en un pueblo Masai en el sur de Kenia. Foto por Lior Weissbrod.Las comunidades cazadoras-recolectoras, que comenzaban a establecerse en Oriente Medio mucho antes de los comienzos de la agricultura, permitieron la aparición del ratón doméstico, según publica hoy la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).
El análisis de restos dentales de antiguos ratones hallados en Oriente Medio permitió a un grupo de científicos de la Universidad Washington en San Luis (Misuri), brindar la primera evidencia de que hace 15.000 años los humanos vivían en un mismo lugar el tiempo suficiente como para generar un impacto en las comunidades animales locales.
Los fósiles les permitieron "mirar las relaciones entre humanos y ratones desde antes de la invención de la escritura y ver cambios específicos en las formas de vida humana y las comunidades de ratones correspondientes", según dijo a Efe Fiona Marshall (izquierda), del Departamento de Antropología de la Universidad.
"Mis colegas Lior Weissbrod y Thomas Cucci estudiaron cientos de dientes fosilizados de ratones de sitios arqueológicos que datan del último par de cientos de miles de años. Mi rol fue conceptual en ponderar la ecología de los hogares y la influencia de la movilidad humana en las comunidades animales", relató la experta.
A través de este trabajo, los investigadores ahora pueden entender que los cazadores-recolectores con sociedades complejas y, a veces, formas de vida más fijas, transformaron su entorno más de lo que se creía.
El estudio sugiere que el ratón doméstico apareció por primera vez en los asentamientos de cazadores-recolectores hace unos 15.000 años y su población se elevaba o descendía según la frecuencia con que las personas se trasladaron a nuevas ubicaciones.
Los científicos han documentado la convivencia de dos especies de roedores que competían entre sí: el ratón doméstico (Mus musculus domesticus) y el ratón de campo de cola corta (M. macedonicus), los cuales todavía siguen viviendo en muchas zonas de Israel. Cuando los humanos estaban bastante tiempo parados en un asentamiento, los ratones domésticos se convertían en dominantes y desplazaban a los otros, mientras que si el movimiento era más continuo el equilibrio se restablecía. Curiosamente, esta relación es análoga a la que tienen otras dos especies de ratones que conviven con las tribus seminómadas de los masáis.
Según Marshall, el trabajo también muestra que este estilo de vida tuvo mucha influencia en los principios del comensalismo, un tipo de asociación entre dos especies para beneficio alimenticio de una de ellas o de ambas, y en los cambios en la relación entre seres humanos y animales.
Ratón casero ( Mus musculus). Crédito: George Shuklin Wikimedia (CC BY-SA 1.0 )
"Ahora sabemos que deberíamos mirar a este período de tiempo para encontrar las raíces de la domesticación de una forma más amplia, por ejemplo, de cerdos y cabras", explicó la investigadora.
Los resultados de la investigación también sugieren que las relaciones de los humanos con ciertos animales pudieron haber cambiado antes de lo que se cree.
“El estudio realizado señala que los cazadores-recolectores de la cultura Natufiense, en lugar de los agricultores neolíticos que vinieron posteriormente, fueron los primeros en adoptar un modo de vida sedentario, y, sin querer, iniciaron un nuevo tipo de interacción ecológica de estrecha convivencia con especies comensales, tales como el ratón doméstico”, afirma Weissbrod.
Los investigadores aún tienen mucho trabajo por delante y, para ellos, será importante agregar más restos de ratones a la muestra en el largo plazo.
"Hay muchas cuestiones que se abren a partir de esta investigación, como qué causó cambios morfológicos, por ejemplo, las colas largas en los ratones comensales, y cómo cambiaron las fuentes de comida y los riesgos de los depredadores con cada estilo de vida humana", agregó la antropóloga. EFE
Fuentes: lavanguardia.com | vozpopuli.com | 27 de marzo de 2017
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