Hombres de la estepa cambiaron la ascendencia europea hace 5.000 años

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Contribución de hombres (azul) y mujeres (rojo) durante las migraciones del Neolítico y Edad del Bronce.

Un nuevo estudio que examina el cromosoma X de restos humanos prehistóricos revela una migración de hombres de la estepa (cultura Yamna) hacia el centro de Europa hace 5.000 años.
La investigación muestra que prácticamente ninguna mujer participó en la extensa migración a Europa desde la estepa póntico-caspia. La gran migración que trajo las prácticas agrícolas a Europa 4.000 años antes, por otra parte, consistió en mujeres y hombres. La diferencia en el sesgo sexual sugiere que distintos procesos sociales y culturales impulsaron aquellas dos migraciones.

Los datos genéticos señalan que la ascendencia europea moderna representa un mosaico de contribuciones ancestrales de múltiples oleadas de acontecimientos de migración prehistóricos. Estudios recientes sobre la variación genómica en restos humanos prehistóricos han demostrado que dos eventos de migración masiva son particularmente importantes para entender la prehistoria europea: la propagación neolítica de la agricultura desde Anatolia, que empezó hace unos 9.000 años, y la migración de la estepa póntica-caspia hace 5.000 años.
Estas migraciones coinciden con grandes cambios sociales, culturales y lingüísticos, y se ha inferido que cada una reemplazó más de la mitad de la reserva genética contemporánea de los residentes de Europa central.

Los acontecimientos dramáticos en la prehistoria humana se pueden investigar usando patrones de variación genética entre la gente que vivió en esos tiempos. En particular, los estudios de diferentes historias demográficas de mujeres y hombres sobre la base de genomas antiguos pueden proporcionar información sobre las complejidades de las estructuras sociales y las interacciones culturales en poblaciones prehistóricas.


Un esqueleto perteneciente a la cultura Yamna en una tumba de la estepa rusa, patria de los hombres que emigraron al centro de Europa. XVodolazx / Wikimedia Commons.

Para averiguar por qué la migración de gentes de la cultura Yamnaya tuvo un impacto tan grande en la ascendencia europea, los investigadores recurrieron a datos genéticos a partir de estudios anteriores de muestras arqueológicas. Se analizaron las diferencias en el ADN heredado de 20 antiguos europeos que vivieron justo después de la migración de los agricultores de Anatolia (hace 6000 a 4500 años) y 16 que vivieron justo después de la afluencia Yamna (hace 3000 a 1000 años). El equipo se concentró en las diferencias de proporción de ADN heredado en el cromosoma X en comparación con los 22 cromosomas que no determinan el sexo, los llamados autosomas. Esta relación puede revelar la proporción de hombres y mujeres en una población ancestral, dado que las mujeres llevan dos cromosomas X, mientras que los hombres sólo tienen uno.

Los europeos que estaban vivos antes de la migración Yamna heredaron cantidades iguales de ADN de los agricultores de Anatolia en su cromosoma X y sus autosomas.Esto significa aproximadamente el mismo número de hombres y mujeres participaron en la migración de los agricultores de Anatolia en Europa.

Sin embargo, para las migraciones posteriores desde la estepa póntica durante la Edad del Bronce temprana, encontramos un sesgo masculino muy fuerte. Se ha observado que hay muy pocos cromosomas X de los migrantes, lo que indica que había quizá una decena de hombres migratorios por cada mujer migratoria, dice Mattias Jakobsson (izquierda), profesor de Genética del Departamento de Biología Organística de la Universidad de Uppsala.

El grupo de investigación encontró evidencias de migración principalmente masculina desde la estepa póntico-caspia hacia Europa central durante un período de múltiples generaciones, con un nivel de sesgo sexual que excluye el impulso migratorio a una sola generación.

Los diferentes modelos, pues, de estas dos migraciones sugieren una visión de distintas historias culturales, donde la transición al Neolítico fue impulsada por una migración masiva de hombres y mujeres en un número casi igual -quizás familias enteras-, mientras la migración posterior de la Edad del Bronce y el cambio cultural consiguiente fue impulsado por una migración preferentemente masculina.

Fuentes: elcorreo.com | sciencedaily.com | sciencemag.com | 22 de febrero de 2017

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Historia y Arqueología. Publicación digital de divulgación cultural.

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