GARCÍA DE CASTRO Y RÍOS REFUTAN ROMANIZACIÓN Y FUNDACIÓN DE OVIEDO
Para César García de Castro y Sergio Ríos, antes del s.XII, sólamente existía una comunidad de carácter monástico en lo que ahora es Oviedo / Ángel Fabián
CADENA SER
César García de Castro y Sergio Ríos echan por tierra una buena parte de la historiografía oficial sobre la fundación de la ciudad de Oviedo en un estudio que acaba de publicar la revista ‘Nailos’, editada por la Asociación de Profesionales Independientes de la Arqueología de Asturias. Según los autores, la aparición de la ciudad de Oviedo no se produce hasta el siglo XII. No existen pruebas de que el asentamiento anterior a esa fecha fuese más que un dominio señorial de estructura monástica en un entorno rural disperso. Niegan también la presencia romana en Oviedo, teoría que se mantiene desde el descubrimiento de una fuente de origen romano durante las obras de ampliación del museo de Bellas Artes, en la calle de la Rúa. Mantienen que la fuente por sí sola no es un hecho indicativo de romanización y que, probablemente sus materiales proceden del reciclaje.
Las afirmaciones que los dos arqueólogos realizan en el estudio se basan en gran medida en las excavaciones realizadas durante muchos años que no aportan, según ellos, prueba alguna de que Oviedo en los siglos anteriores al XII pudiese considerarse algo más que una comunidad clerical formada por una congregación amplia de edificios de culto y las congragaciones que lo atendían, en las que destacaban dos monasterios, el de San Vicente, masculino y el de San Pelayo, femenino, además del Cabildo Catedralicio. Para García de Castro, la cuestión está en la definición de ciudad, “y aquella comunidad no cumplía los requisitos para definirla así, ni en los términos de entonces ni en los de ahora”. Apuntan los autores del estudio que “después de 25 años realizando excavaciones en Oviedo seguíamos haciéndonos las mismas preguntas: ¿Dónde está la población laica de los siglos IX, X y XI? Por débil que haya sido su impronta habrían tenido que dejar alguna huella. En Oviedo no encontramos restos de su actividad comercial o industrial”. Afirman que hasta el siglo XII no se encuentra ninguna huella de sociedad realmente urbana y ajena al primigenio núcleo religioso.
La teoría sobre la presencia romana en la ciudad que ahora es Oviedo se vio refrendada tras el hallazgo de la fuente de la Rúa durante las obras de ampliación del Museo de Bellas Artes de Asturias. Hasta entonces se había discutido sobre ello, pero no habían aparecido pruebas que apoyasen la presencia de Roma en Ovetao. Para García de Castro, aun considerando probado el origen romano de la fuente y habiéndola datado correctamente “falta todo lo demás. No hemos encontrado ninguna huella de habitación que indique que allí había un núcleo de población. Nos faltan las casas, las calles, los pavimentos, las cerámicas, las monedas… No hemos encontrado nada de eso”. Según el estudio de Sergio Ríos y Cesar García de Castro no tiene nada que ver que en los alrededores de Oviedo existiesen asentamientos romanos con que estos tuviesen relación con la fundación de la ciudad por el Rey Fruela I.
Lo cierto es que las afirmaciones que aparecen en este estudio han levantado cierto revuelo en la comunidad académica ovetense, a la que Garcia de Castro y Ríos culpan de dejarse llevar por la inercia, repitiéndose unos autores a otros a lo largo del tiempo; de ahí estas diferencias entre los trabajos académicos y los de campo.
EL COMENTARIO:
Adiós al Gijón romano, al Oviedo romano, a la vía de la Plata, del Oro y del Platino todos sus peplums ¡¡¡abajo!!!.
La ortodoxia de la débil y superficial romanización de Asturias ha dejado con el culo al aire a las teorías fraudulentas y revolucionarias de la señora Fdez Ochoa y su discípulo Villa Valdés.
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