LA TUMBA DE ULF EL VIKINGO GALLEGO PODRÍA HABER SIDO DESCUBIERTA
Sitio arqueológico
El sitio arqueológico está situado junto a una carretera. En el suelo aún se conservan las marcas de la estructura de madera que cubría la tumba.
La tumba de Ulf el Gallego, un vikingo que atacó Galicia, podría haber sido descubierta
Un arqueólogo danés considera que los hallazgos realizados en el interior de una tumba vikinga, entre ellos una espada y los aparejos de un caballo, casan perfectamente con Ulf el Gallego
El arqueólogo danés Bjarne Henning Nielsen, conservador del Museo Vesthimmerlands, en Jutlandia Septentrional, está convencido de que ha localizado la tumba de Ulf el Gallego, conocido en danés como Ulv Galiciefarer, un caudillo vikingo que atacó y saqueó Galicia en el siglo XI, durante el reinado de Bermudo III de León (1028-1037) o de Fernado I de León (1037-1065). Ulf era de familia noble, pues fue el bisabuelo de Valdemar el Grande, el rey de Dinamarca entre 1157 y 1182. "La tumba formaba parte, con toda probabilidad, de unos terrenos que Valdemar el Grande heredó de su padre, quien a su vez los había heredado de sus antepasados, incluido Ulf el Gallego", explica Henning Nielsen a National Geographic. "Sé que todo esto es muy complicado, pero creo que tengo razón", asevera.
La tumba pertenece sin duda a un guerrero vikingo, pues en 1951 se excavó por primera vez debido a unas obras en una carretera y se encontraron varios objetos: una espada, dos estribos de cobre para cabalgar, otros aparejos para montar a caballo e incrustaciones de plata. La excavación se realizó de forma precipitada y la tumba se cubrió de nuevo con tierra hasta que fue redescubierta años después por el Museo Vesthimmerlands. Entonces se realizaron nuevos hallazgos, entre ellos 24 tumbas más, la mayor parte opulentas y también pertenecientes a la era vikinga.
"Hemos descubierto que el guerrero vikingo fue enterrado en una estructura funeraria hecha de madera, junto con su espada, sus es
tribos, espuelas, aparejo y algunos huesos procedentes de las patas delanteras de un lechón. En la base de la tumba también se descubrió una pieza de la espada, con restos de la vaina, de unos diez centímetros de largo, lo que significa que el arma era más larga de lo que se creía", comenta el arqueólogo. "La cámara funeraria probablemente quedó oculta tiempo después bajo un túmulo y luego fue nivelada, construyéndose una especie de capilla: el difunto vikingo primero fue enterrado bajo un rito no cristiano, pero eso fue rectificado posteriormente. Por otro lado, la estructura de madera y una inscripción parcial en la espada indican una fecha algo posterior al año 1000", concluye.
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