Arqueólogos hallan una segunda plaqueta de hace 22.000 años con un caballo grabado en Pedreguer (Alicante)
Imagen proyectada de la plaqueta descubierta en octubre, con el trazo del grabado del caballo perfilado en rojo.En 2012, el redescubrimiento de la Cova del Comte en Pedreguer fue una de las noticias del presente siglo XX para el mundo de la arqueología en la Marina Alta. Las primeras exploraciones superficiales llevadas a cabo allí por el equipo de arqueólogos de la Fundació CIRNE prometían albergar grandes esperanzas en cuanto a la existencia de restos de enorme valor. Ahora, cinco años después de que se dieran a conocer los primeros descubrimientos, llega el momento de la verdad. Las esperanzas siguen intactas (es más, se han ido reforzando por los sucesivos hallazgos) y la excavación de la cavidad está a solo un paso del lugar donde, según los expertos, se pueden localizar un auténtico tesoro arqueológico. Lo encontrado hasta ahora son solo indicios y unos pocos restos aunque algunos de excepcional valor.
El pasado mes de octubre se desarrolló en la cueva la cuarta campaña anual de excavación. Se han sobrepasado los estratos más superficiales, que estaban removidos por el uso de la cavidad como corral durante siglos, y la penetración ha llegado a las puertas del lugar donde los expertos imaginan grandes descubrimientos. Así lo apuntan los restos que, en la zona removida y en las paredes, han ido apareciendo en los años precedentes.
Este jueves se presentaban en Pedreguer los resultados de esta última campaña de excavación, y la opinión de los expertos es unánime. Para el jefe del Servicio Territorial de Patrimonio de la Generalitat, José Antonio López Mira, lo descubierto hasta ahora “es solo la punta del iceberg que se supone que estará” abajo, palabras que corroboraron además los arqueólogos encargados de la excavación impulsada desde sus inicios por la Fundació CIRNE.
Prueba de que esas expectativas no son una mera ilusión o un deseo insuficientemente fundado es que el interés por la cueva se ha despertado a nivel nacional e incluso internacional. Por ejemplo, renombrados expertos de la cornisa cantábrica, la meca de los yacimientos paleolíticos en la península, han pedido poderla visitar y lo han hecho ya acompañados por el equipo de arqueólogos.
Pero el objeto de la rueda de prensa de este jueves era presentar los últimos resultados, y son jugosos. Y es que 2016 fue un año especialmente intenso en la cueva, pues no solo se llevó a cabo la habitual campaña de excavaciones. Previamente, en el mes de junio, se tomaron medidas encaminadas a garantizar la preservación de la cueva durante los trabajos de investigación, con la instalación de pasarelas metálicas que permiten a los arqueólogos desplazarse por su interior sin pisar el suelo. En arqueología, la erosión del terreno puede arruinar un descubrimiento.
Esa operación fue posible gracias a una subvención de la Diputación de Alicante, que aportó además personal y un helicóptero del Consorcio Provincial de Bomberos para el traslado de todo el material necesario hasta la cueva. También trabajaron en la instalación de las pasarelas la Brigada de Obras del Ayuntamiento de Pedreguer y el Museu ‘Soler Blasco’ de Xàbia.
Un diente de hiena y el último gran hallazgo “excepcional”
En lo relativo a la excavación, que se desarrolló del 17 al 28 de octubre financiada por el Ayuntamiento de Pedreguer, la Diputación de Alicante y la Fundació CIRNE, y con la colaboración del Museu Arqueolòogic i Etnogràfic ‘Soler Blasco’ de Xàbia, se volvieron a localizar numerosos materiales: sílex, microfauna (como caparazones de moluscos marinos, algunos con perforaciones para ser utilizados como elementos de ornamento) y restos óseos de fauna. Aunque ahora comenzará el estudio detallado de los restos por especialistas de las distintas ramas de la investigación, ya se puede avanzar que se confirma que la cueva tuvo una ocupación humana intensa. Entre los restos de animales salvajes que han aparecido destaca un diente de hiena.Pero por encima de todo lo encontrado en esta última campaña destaca, por su valor, una plaqueta con el grabado de un caballo que tendría en torno a 20.000 años de antigüedad.
La pieza ha aparecido solo en parte, y es la segunda de estas características que se encuentra en la Cova del Comte, tras la que se halló en la campaña anterior del año 2015 y que suponía la primera de esas características en la actual Comunitat Valenciana tras las que se encontraron en el primer tercio del siglo pasado en la Cova del Parpalló, en Gandia.
Según uno de los miembros del equipo de CIRNE, Pasqual Costa, la plaqueta hallada este 2016 “es una pieza magnífica, excepcional”, por más que esté incompleta. Para otro de los arqueólogos, Joan de Déu Boronat, las dos plaquetas ya localizadas hacen que la Cova del Parpalló deje de considerarse una rara avis de la arqueología en la cuenca mediterránea.
Aunque coincidió con ellos en el valor de lo ya encontrado y en la convicción de que bajo los estratos ya excavados puede haber valiosísima información sobre las la comunidad humana del Paleolítico que la habitó, el jefe del servicio provincial de Patrimonio, José Antonio López Mira, fue más allá de lo que son los resultados obtenidos y puso el acento en la contribución de esta excavación para la técnica arqueológica. “Hay que reconocer que desde hace cuatro años los arqueólogos que trabajan en la cueva son un referente en la aplicación metodológica para la investigación del Paleolítico”. La secuencia de la excavación está grabada “minuto a minuto” y se emplean técnicas avanzadas como la fotogrametría para crear patrones 3D y georreferenciar toda la cueva; una labor que lleva a cabo la empresa especializada Arpa Patrimonio, SL.
Reactivación de la declaración como BIC
Por otra parte, López Mira desveló que en breve podría consumarse la declaración de la Cova del Comte como Bien de Interés Cultural (BIC). El expediente, dijo, ha permanecido un par de años en stand-by, pero se ha reactivado y confió en que pronto será una realidad.Sergi Ferrús: “La cultura de un pueblo es un puntal indispensable para el futuro”
En la presentación de los resultados, el Ayuntamiento de Pedreguer estuvo representado por su alcalde, Sergi Ferrús (Compromís), y por la concejala Yolanda Miralles (PP). El primer edil recordó que el consistorio se volcó con el proyecto excavativo de la Cova del Comte en cuanto tuvo conocimiento de que era “un hallazgo importantísimo”. Desde el primer año, el consistorio ha colaborado financieramente en las excavaciones y en otros trabajos desarrollados en la cueva. Y seguirá siendo así. Según Ferrús, "el proyecto tendrá siempre el apoyo del ayuntamiento".Y es que el alcalde reseñó la importancia que esta cueva tiene para Pedreguer y la necesidad de potenciar las actuaciones que contribuyen a conocer y difundir el patrimonio local. “La cultura de un pueblo es un puntal indispensable para el futuro”, señaló.
En esa línea, Ferrús recordó que los presupuestos municipales de este año contemplan la adquisición de un local para la creación del futuro museo histórico etnográfico de Pedreguer.
EL EQUIPO
El equipo de CIRNE que dirige las excavaciones de la Cova del Comte está integrado por cinco arquólogos: Josep Casabó, Joan de Déu Boronat, Joaquim Bolufer, Marco Aurelio Esquembre y Pasqual Costa. No obstante, en el proyecto también participan el especialista en fauna Alfred Sanchis y la antropóloga Iolanda Carrión.
Este año, además, han participado en la campaña de excavaciones estudiantes del centro asociado de la UNED en Elx (José D. Navarro, José A. Cañadilla y Francisco J. Sáez), así como alumnos y voluntarios de la Universitat de València (Ferran Lloret y Abel Balbastre).
CINCO AÑOS ASOMBRANDO AL MUNDO ESPECIALIZADO
Año 2012. La Fundació CIRNE y el Ayuntamiento de Pedreguer dan a conocer los primeros resultados de la exploración superficial de la cueva: numerosas muestras de arte rupestre -tanto grabados como pinturas- del Paleolítico, de unos 20.000 años de antigüedad. Entre ellos destacaban varias representaciones de caballos pintadas en las paredes, así como una serie de espirales grabadas en la roca.27 de marzo de 2014. La Cova del Comte sitúa a Pedreguer en el mapa mundial del Paleolítico. Los primeros estudios en profundidad realizados de los restos identifican, entre otras cosas, una falange descarnada de un adolescente que apunta a que los habitantes de la cueva practicaban la antropofagia. Además, los resultados viajan a Atapuerca (Burgos), donde se dan a conocer a la comunidad científica.
4 de julio de 2014. Los primeros hallazgos causan expectación en la comunidad científic.... Los primeros resultados se presentan en el Congreso Internacional ‘Cien Años de Arte Rupestre Paleolítico’, celebrado en Oviedo con motivo del centenario del descubrimiento de la cueva de Candamo.
Julio de 2014. La primera excavación. Tras aquellas primeras exploraciones, un equipo de tres arqueólogos lleva a cabo la primera campaña de excavación.
13 de agosto de 2014. Los estudios confirman la presencia humana en la cueva hace 19.000 .... Los resultados de la primera campaña de excavación y del estudio de los restos localizados también el año anterior deparan también nuevos descubrimientos de arte rupestre.
Julio de 2015. Leopardos, canibalismo y mucho más frío en la Marina Alta de hace 2.... Las excavaciones, expuestas en un curso sobre arte rupestre en la UNED de Dénia, permiten datar el asentamiento en el Gravetiense, una época más antigua de lo que se creía hasta entonces.
3 de diciembre de 2015. “Un Picasso del Paleolítico”, el nuevo hallazgo de la Cova del Comte. Los arqueólogos dan a conocer los resultados de la excavación de 2015, que localiza nuevos restos de 20.000 años de antigüedad, entre los que destaca una plaqueta con la cabeza de un caballo grabada que podría ser una de las manifestaciones de arte más antiguas de la actual Comunitat Valenciana.
Junio de 2016. Espectacular operación aérea para excavar la cueva. En una maniobra desarrollada con personal del Ayuntamiento de Pedreguer, del Museu de Xàbia, del Consorcio de Bomberos y de la Conselleria de Cultura, se traslada en helicóptero hasta la cueva el material necesario (pasarelas metálicas, fundamentalmente) para realizar las próximas prospecciones sin dañar los restos arqueológicos.
Fuente: lamarinaplaza.com | 27 de enero de 2017
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