Fijan en 40 kilómetros la longitud de los canales romanos de La Leitosa (León)
Nadie los había recorrido antes al completo. Y gracias a la tesis doctoral sobre la minería del oro romana que el ingeniero Roberto Matías prepara en la Escuela de Minas de la Universidad Politécnica de Madrid ahora se sabe que los tres canales que conducían el agua a la explotación de La Leitosa (Vega de Espinareda) en el siglo I miden en conjunto 40 kilómetros de longitud.El más largo de los tres canales, según dio conocer Matías en una conferencia sobre el pasado romano y prerromano de Vega de Espinareda organizada por el Ayuntamiento en la Casa de la Cultura en la tarde del pasado miércoles, mide 20 kilómetros y traía el agua desde Burbia.
Matías destacó a este periódico «la imponente sección del canal tallado en un farallón de roca» donde se aprecia toda la pericia de los ingenieros romanos. Más cortos, de diez kilómetros cada uno, son los otros dos canales que conducían el agua por la vertiente norte desde el valle de Paradiñas hasta La Leitosa para que los romanos extrajeran el oro mediante el mismo procedimiento de demolición de la montaña que también empleaban en Las Médulas a gran escala.
Julio Vidal, Roberto Matías y el alcalde, Santiago Rodríguez. AFB
Matías, que también está estudiante la minería subterránea romana de la que hay evidencias en Los Ancares y «apenas investigada», insistió en destacar la red hidráulica de La Leitosa, uno de los tres lugares del Noroeste, junto con Las Médulas y el yacimiento de Viana do Bolo en Orense, donde los romanos extrajeron oro a cielo abierto.
El ingeniero compartió conferencia junto al arqueólogo del Servicio Territorial de Cultura la Junta de Castilla y León, Julio Vidal, que habló a los vecinos de Vega de los 17 castros prerromanos que la administración tiene catalogados en el municipio. Vidal, que no descartó la aparición de nuevos yacimientos, apostó por la puesta en valor y el estudio del mayor de todos los castros prerromanos del que se tiene noticia en toda la provincia, el de Peña Piñera, muy próximo a las cuevas donde hace treinta años que se descubrieron las primeras pinturas ruprestres. «Nunca ha sido objeto de excavación y es un castro excepcional», afirmó Vidal, que espera que en un futuro pueda estudiarse desde el ámbito académico.
Fuente: diariodeleon.es | 9 de diciembre de 2016
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