Sentencia de cárcel pionera por destruir el yacimiento neolítico de Cueva de Chaves
Más de 7 años después de conocerse la destrucción de este importante yacimiento llega esta sentencia, que aún no es firmeEl pasado viernes se daba a conocer una sentencia pionera y ejemplar que condena a dos años y medio de cárcel y a pagar una indemnización de más de 25 millones de euros al responsable directo de la destrucción hace más de 9 años del yacimiento neolítico de Cueva de Chaves, en la Sierra de Guara (Huesca). Victorino Alonso García ordenó el vaciado de los sedimentos de la cueva con retroexcavadora y su posterior uso para construir un dique de contención en las cercanías. Cueva de Chaves era uno de los yacimientos más importantes de la península, pero ni siquiera había sido declarado Bien de Interés Cultural. Por primera vez una sentencia va más allá de los daños materiales y valora el daño causado sobre la recosntrucción del pasado. Lamentablemente, en ningún caso ya se podrá estudiar este valioso lugar.
El magistrado del Juzgado de lo Penal número 1 de Huesca ha condenado, en la sentencia hecha pública este viernes, al empresario leonés Victorino Alonso García como autor penalmente responsable de un delito sobre el patrimonio histórico, al causar “graves” daños en el yacimiento neolítico de la Cueva de Chaves, situada en el término municipal de Casbas (Huesca).
El empresario Victorino Alonso ha sido condenado a dos años y medio de prisión y al pago de una indemnización de 25,5 millones de euros por la destrucción del yacimiento neolítico de la Cueva de Chaves.
El proceso se inició en junio de 2009 por una denuncia interpuesta por la Fiscalía al tener conocimiento de que en el yacimiento arqueológico de la finca denominada ‘Bastarás’, en el Parque Natural de la Sierra y Cañones de Guara, y uno de los más importantes yacimientos neolíticos de la Península Ibérica por sus hallazgos y sus pinturas rupestres, el empresario Victorino Alonso García había ordenado la realización de obras de remoción de tierras en su interior.
Según la sentencia, ha quedado acreditado que, sin previa comunicación ni autorización de la Dirección General de Patrimonio Cultural y sin ponerlo en conocimiento del director de las excavaciones, Vicente Baldellou, Victorino Alonso ordenó vaciar la cueva y colocar comederos y abrevaderos para la cría de cabras.
Los trabajos consistían en el vaciado de sus losas y sedimentos, con el fin de nivelar el suelo de la cueva y colocar comederos y abrevaderos para la cría de cabras, así como de utilizar el material extraído para la construcción de un dique de contención de aguas cercano a la cueva. Las losas y sedimentos arqueológicos fueron retirados con una retroexcavadora de gran tonelaje y sin la presencia de ningún arqueólogo.
El magistrado considera acreditados los daños consistentes en el arrasamiento y destrucción de la práctica totalidad de los niveles arqueológicos de cronología neolítica que se encontraban en la Cueva de Chaves.
Sentencia pionera
"Es una sentencia muy importante porque es de las pocas que valora los bienes arqueológicos como lo que son y no como meros objetos. Se ha valorado el contexto y la relevancia de lo destruido, la pérdida de conocimiento de la historia que supone. Es por lo que hemos estado luchando todo este tiempo", dice Pilar Villellas, abogada de la asociación Acción Pública para la Defensa del Patrimonio (APUDEPA).
En la sentencia puede leerse "que, teniendo en cuenta que la Cueva de Chaves era posiblemente uno de los dos yacimientos neolíticos más importantes de la Península Ibérica, resulta censurable e inexplicable que la cueva no contara con una protección específica, es decir, que no existiera una resolución que la declarara expresamente como Bien de Interés Cultural".
El juez entiende que Victorino Alonso García fue "autor penalmente responsable de un delito sobre el patrimonio histórico, previsto y penado en el artículo 323 del Código Penal conforme a la redacción anterior a la LO 1/15, sin la concurrencia de circunstancias modificativas de la responsabilidad penal, a las penas de dos años y seis meses de prisión y la inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena.
Uno de los yacimientos más importantes de la península Ibérica
Juan Luis Arsuaga contó al magistrado durante el juicio que la destrucción de Chaves supone una enorme pérdida para el estudio de la evolución de especies como el lince ibérico y el bucardo, ya extinguido. Allí se encontraron, según relató el experto, registros antiguos de ambas especies que se usaron para escribir tesis doctorales. Tras escuchar a Arsuaga y a otros especialistas, el magistrado escribe en la sentencia que "no existe duda que la Cueva de Chaves era considerada no sólo como un yacimiento arqueológico sino también como el más espectacular asentamiento neolítico puro de todo Aragón y un yacimiento de referencia en la Península Ibérica y en Europa". Las excavaciones arqueológicas se iniciaron en 1975 y tan solo se había excavado una pequeña parte de su superficie.
No obstante, se habían encontrado ya desde un enterramiento de más de 6.000 años de antigüedad (un adulto que incluso conservaba un inusual anillo de hueso), a numerosos elementos de industria lítica, pasando por cantos rodados pintados, únicos en su género.
A raíz de una visita en marzo de 2009 de los responsables del Museo Arqueológico de Huesca se conoció que el yacimiento había sido destruido en su totalidad, cuando todavía quedaba por excavar más del 90% del mismo.
Fuente: Paleorama en Red
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