La Dama de Elche podría no pertenecer al Templo Ibérico de la Alcudia
Un estudio descarta la presencia de la escultura en la estructura ibérica y descubre errores arquitectónicos al reconstruirlo virtualmente con tecnología 3D.
El yacimiento de la Alcudia ha sido uno de los lugares donde más vestigios arqueológicos de la cultura ibérica se han encontrado, entre ellos la Dama de Elche. La escultura, encontrada en 1897 por un muchacho que realizaba en un campo agrícola cercano al yacimiento, se cree que, pese a haber sido hallada un poco más lejos, podría haber pertenecido al Templo Ibérico de la Alcudia de Elche.
Sin embargo, un estudio realizado por el profesor y arqueólogo Pedro Peña Domínguez podría romper con todo lo que se conoce hasta el momento sobre este templo y la Dama de Elche. Gracias a las nuevas tecnologías, Pedro Peña (también técnico superior de 3D Studio Max y Virtualizador de Patrimonio) ha descubierto errores en la planimetría del temploy descartado la presencia de la Damade Elche dentro de la estructura cultual, ya que no hay evidencias de ello.
Foto: Reconstrucción virtual del Templo Ibérico de la Alcudia. PEDRO PEÑA DOMÍNGUEZ
«Mi objetivo era hacer una recreación para comprobar lo que se había reflejado hasta el momento, para que no se difundiera un único modelo erróneo», explica Peña Domínguez para justificar su investigación. Para ello, reconstruyó virtualmente el templo ibérico de la Alcudia mediante material de los años 90 del parque arqueológico, procedente en su mayoría de las excavaciones de Rafael Ramos.«Me llamó la atención que sólo hay algunos párrafos en su estudio que hacen referencia al proceso del registro de excavación, pero es normal teniendo en cuenta la metodología de la época, y no desmerece en nada la labor profesional de Rafael Ramos, que descubrió uno de los restos más extraordinarios del mundo ibérico», explica el profesor y arqueólogo.
Errores en las medidas
Entonces, introdujo la planimetría arqueológica del templo Ibérico de la Alcudia en un programa de diseño para el alzado del edificio en 3D y constató que la estructura del edificio no era la misma que la de otros del mundo ibérico. «La escala está mal y la planta no calza con el alzado», y prosigue, «según su descubridor el edificio poseía una zapata de base al alzado de adobes (de metrología púnico-fenicia) en lugar de un zócalo de mampostería, y además, la mesa de ofrendas existente se hundía bajo el nivel de pavimento casi 30 centímetros, algo que no tiene paralelos en estructuras de prestigio ibéricas».
Foto: Explicación gráfica de la nueva hipótesis planteada (en rojo) sobre la planimetría publicada del Templo Ibérico de La Alcudia de Elche. En azul la hipótesis tradicional.
Gracias a la recreación virtual, y una gran documentación en torno a la arquitectura sacra ibérica Peña Domínguez llegó a la conclusión de que o bien el Templo Ibérico de la Alcudia era el edificio más inusitado del mundo ibérico descubierto hasta el momento o bien no se llegó al nivel de paso de fundación de la estructura y faltan restos por exhumar. El texto existente sobre la excavación hablaba de una mesa de ofrendas que se hundía 26 centímetros bajo el nivel del pavimento y él considera que allí puede haber un espacio de relleno, por lo que existiría otra planta del Templo Ibérico con, posiblemente valiosos restos de la misma época u otra anterior, y la zapata constituiría la hilada superior del zócalo de mampostería que llegaría hasta la base de esa mesa de ofrendas.
¿Dónde estaba la Dama de Elche?
Encontrada en 1897, la Dama de Elche fue uno de los descubrimientos más enigmáticos sobre la cultura ibérica. «Ninguna de las otras damas ibéricas que se han hallado, como la Dama de Baza pertenecen a este tipo de centros de culto sino que se han encontrado asociadas a ritos funerarios y no a un lugar como este», relata Peña Domínguez.
El arqueólogo y profesor, considera entonces que no hay evidencias que «ubiquen» a la Dama de Elche en el Templo Ibérico de Alcudia, sino que aún se desconoce a qué lugar podría haber pertenecido. Un estudio de 2011, realizado por María Pilar Luxán, mediante técnicas de análisis de micropartículas, avalaría su función como urna funeraria, al reconocer restos de cenizas de huesos humanos, lo que abogaría en favor de la hipótesis de Pedro Peña.
«La aplicación de las nuevas tecnologías ha sido fundamental para este trabajo», concluye el profesor, «a pesar de la dificultad por la falta de evidencias». Sin embargo, recalca que aunque contradiga la hipótesis existente, tal vez alguien exhume un edificio ibérico con las mismas características que las que afirmaba Rafael Ramos y entonces él esté equivocado. El estudio de Pedro Peña, que ha impartido estos últimos días un Taller de Virtualización de Patrimonio en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, se plasmará en una publicación científica que aún tardará algunos meses en ver la luz.
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