Giotto y Lorenzetti: de la pintura gótica al Renacimiento por Aitor M. Vacas Carrillo
Durante el siglo XIV se produce un cambio en la pintura gótica, desplazándose el foco europeo hacia Italia. La pintura del Trecento presenta dos escuelas: la Escuela de Florencia (cuya tendencia proviene de la ítalo-bizantina, donde se buscaba el naturalismo como humanización) donde destaca Giotto, el cual introduce innovaciones técnicas como estéticas. Marcando el paso al inicio de lo que se iría desarrollando posteriormente en el Renacimiento. Y la otra escuela desarrollada en Siena, donde destacan Duccio como los hermanos Lorenzetti. En el que dicha escuela está ligada a la tradición bizantina, ya que derivará de la maniera greca, desarrollado por la escuela Toscana por la influencia bizantina.
La Escuela Florentina presenta un marcado naturalismo en la representación de un espacio tridimensional por medio del sombreado. Se intentan buscar y presentar un el naturalismo en la expresión del sentimiento de los personajes representados, inspirada en la religiosidad franciscana. Expresándose los estados anímicos y la actitud de estos aproximándose al alma del personaje. Frente a ello, la Escuela de Siena, tendrá como principal característica es la elegancia y la búsqueda de la belleza en armonía. Sus figuras se caracterizan por su monumentalidad, pero a su vez también lo hacen por una elegancia y notable expresividad lírica.
Expulsión de los diablos de Arezzo. Giotto |
Giotto, fue un pintor, escultor y arquitecto del Trecento. A él se le debe de ser uno de los primeros en la ruptura del arte medieval. Una de sus mayores aportaciones es la preocupación por la tridimensionalidad del espacio, la importancia de los gestos de los personajes en donde se expresan los sentimientos como emociones. Utiliza un contraste de los colores: rojo, azul, verde, ocre con colores terrosos, blancos y negros. Interés por la representación de la profundidad o del espacio, colocando las figuras de espalda pero dentro del paisaje. Dota a sus obras de un sentido narrativo reflejando los estados de ánimo de los personajes. Ambrogio Lorenzetti pertenece a la escuela de Siena. Recibió en Florencia la influencia de dicha escuela como de las obras de Giotto. Realizó una serie de obras, de los cuales destacan dos frescos alegóricos en torno al poder político, como es al buen gobierno en contraposición del mal gobierno.
En el fresco que se ha tomado para la comparación, se observa la influencia de Giotto, a tenor del contraste de los colores primarios y secundarios sobre colores claros o tenues. Así como de la proporción de los personajes. De entre sus obras destacan una narración de veintiocho episodios de la vida de San Francisco de Asís. De entre ellas tenemos, la Expulsión de los demonios de Arezzo, donde escenifica uno de los episodios de la vida de San Francisco que confluyó en la determinación milagrosa del santo. Se presenta a San Francisco arrodillado junto a San Silvestre, durante la guerra civil de Arezzo. En el que exhortó al hermano Silvestre a que expulsara los demonios que habitaban en la ciudad. Mientras que el santo se presenta concentrado en sus rezos y oraciones. A la derecha se sitúa la ciudad asediada por los demonios, resaltando los edificios en diferente policromía. A la izquierda, ajena a la composición y las acciones, figura una iglesia, donde se sitúan los santos que salvarán a la ciudad de la ruina, de mano de la fe de San Francisco. El espacio representado aparece excesivamente vertical, pero muestra armonía visual en la acción que se está escenificando. La sensación espacial y la fuerza de las expresiones de los santos que consigue Giotto se presenta como una labor de adoctrinamiento para las masas, ya que lo que pretende es dejar ejemplificado el carácter benefactor del santo y, al tiempo, el poder de la Iglesia, que es la responsable última de la liberación de la ciudad.
La Alegoría del mal gobierno. Ambrogio Lorenzetti.
Respecto a la obra de Ambrogio Lorenzeti, Alegoría sobre los efectos del Mal Gobierno. Se personifica a la Tiranía, como una de las causas del mal gobierno ejercido por las autoridades públicas de la ciudad, bajo la apariencia de demonio. Lleva un manto con bordados de oro y piedras preciosas con una copa de oro en la mano, contiguo a su lado, una cabra símbolo de la tirania. A ambos lados se representa a los vicios como las virtudes. Siendo dichos vicios los responsables de que las ciudades estén corruptas, peligrosas y en decadencia. El mensaje implícito de la composición es, si el gobernante piensa y actúa en su propio bien como interés, descuidando el bien de los demás y contraviniendo el concepto aristotélico que rige la vida terrenal; provoca la decadencia de la ciudad como de los valores de dicha población.
En este artículo, hablamos de la pintura gótica y su desarrollo, échale un vistazo:
Aitor M. Vacas Carrillo
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