Egiptólogos descubren la calzada de la tumba de un gobernador en la necrópolis de Qubbet el Hawa (Asuán)
"Estaba lleno de júbilo tras alcanzar el cielo. Mi cabeza tocó el firmamento y yo rocé las estrellas. Parecía una estrella. Dancé como los planetas, mi pueblo lo festejó y mis tropas estaban exultantes". Fue el feliz pasaje que Sarenput I dejó escrito a modo de biografía en las paredes de su tumba, horadada en la colina de Qubbet el Hawa. Un equipo británico acaba de hallar la calzada que conducía hasta el enterramiento del alegre gobernador de Elefantina.La misión de la Universidad de Birmingham y la Sociedad de Exploración de Egipto ha descubierto el camino que conectaba la tumba con la orilla del Nilo durante su primera campaña en la necrópolis de Qubbet el Hawa, horadada en una árida montaña de Asuán, a unos 900 kilómetros al sur de El Cairo. La calzada, la de mayores dimensiones encontrada hasta ahora en el margen occidental del Nilo en Asuán, tiene 133 metros de longitud, ha informado el ministerio de Antigüedades egipcio en un comunicado difundido este martes.
Según Nasr Salama, director de Antigüedades de Asuán y Nubia, la vía está decorada con grabados. Los más destacados están ubicados en la parte oriental del muro norte. Una de las escenas muestra a un grupo de hombres que tiran de un toro y se lo presentan como ofrenda al difunto. Sarenput I fue gobernador de Asuán durante el reinado de Sesostris I (aproximadamente 1956-1910 a. C.) y acumuló una miríada de cargos: supervisor de los sacerdotes de Satet -la diosa de las inundaciones del Nilo-; supervisor de la tierras extranjeras; agente comercial del rey para los productos de Nubia y asesor en las campañas militares.
El hallazgo de la rampa también ha dejado al descubierto un pozo que guardaba una colección de vasijas de arcilla con algunos materiales orgánicos en su interior. A juicio de los arqueólogos, se trataría de jarras de canopos, contenedores empleados por los embalsamadores durante el proceso de momificación en épocas posteriores, que aún están pendientes de ser estudiados. "Es un maravilloso logro que podría cambiar las características originales del árabes de Qubbet el Hawa", ha declarado Martin Bommas, director de una expedición que celebró su primera campaña a principios de este año.
Su objetivo ahora es someter a la calzada a una "exhaustivo estudio" que -según Bommas- podría revelar "más secretos" y arrojar luz sobre Qubbet el Hawa, una colina a orillas del Nilo con sus entrañadas agujerada por las sepulturas de nobles de los reinos Antiguo y Medio. La necrópolis es excavada y estudiada desde 2008 por una misión española de la Universidad de Jaén, que ha firmado notables descubrimientos desde entonces y ha ayudado a desenterrar buena parte de su geografía. El pasado mayo, sin ir más lejos, la expedición halló la momia de Sattjeni, madre de dos de los gobernantes de la región durante el reinado de Amenemhat III, alrededor de 1800-1775 a.C.
"Los gobernadores de Elefantina vivieron en una época de esplendor egipcio", explica a EL MUNDO Alejandro Jiménez, director de la misión española. "Durante ese período, Egipto conquista -agrega- la baja Nubia y Asuán se convierte en el punto clave de la retaguardia. Era muy importante que los gobernadores de Elefantina fueran lo más cercanos a la monarquía porque si el rey iba de campaña militar, ellos tenían la llave para permitir que el ejército volviese. Jugaron un papel central no solo en la administración de un país sino dentro de las relaciones con la baja Nubia".
La biografía de Sarenput I es, además, uno de los objetos de estudio de la misión jiennense. Una de sus integrantes, Luisa García, prepara su tesis doctoral en la figura de Sarenput I, gobernador del primer nomo del Alto Egipto, con el propósito de "aclarar ciertos aspectos de la administración egipcia a principios del Reino Medio".
Fuente: Francisco Carrión, El Mundo, 9 de noviembre de 2016
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