Córdoba contará con un jardín arqueológico sobre el alcázar andalusí
Patio de la Biblioteca provincial, en el que están los restos arqueológicos que se pretenden recuperar. - A.J. GONZÁLEZEl fin es dar unidad a los múltiples vestigios existentes y tener en el futuro un centro de interpretación. El patio de la biblioteca será el eje central de la iniciativa que empezará recuperando sus restos
Por Isabel Leña
Córdoba tendrá un jardín o parque arqueológico sobre el alcázar andalusí, un complejo palatino que fue el centro del poder civil durante varios siglos y que, junto a la Mezquita, que era el núcleo del poder religioso, refleja la historia de la ciudad durante la Edad Media. De la etapa de mayor esplendor de Córdoba, la de los tres siglos (del VIII al XI) en los que fue capital del principal estado islámico en Al Andalus, pervive la Mezquita, monumento que más visitantes atrae, pero el centro político se desintegró con el paso del tiempo hasta perder su fisonomía. Sin embargo, las huellas de ese alcázar andalusí, precedente de Medina Azahara, salpican todo el entorno del Campo Santo de los Mártires, repartidas en distintos espacios que son grandes desconocidos y que con la lectura unitaria que pretende darles el Ayuntamiento pueden convertirse en un atractivo para cordobeses y visitantes.
Punto de partida de un proyecto más ambicioso
La idea está recogida en el proyecto Los alcázares de Córdoba, que el Ayuntamiento quiere llevar a cabo y que presentó a la Junta para contar con su ayuda. La Junta ha visto con buenos ojos esta iniciativa y ha plasmado una partida de 74.000 euros en los presupuestos del año que viene, que el lunes anunció la consejera de Cultura, Rosa Aguilar. El Ayuntamiento prevé recoger una cantidad, que oscilará entre 40.000 y 50.000 euros, en sus cuentas y dentro de la delegación de Cultura. No se descarta que Urbanismo contemple también dinero.
Ese será el punto de partida de este proyecto ideado por el profesor del área de Arqueología de la Facultad de Filosofía y Letras Alberto León, el arqueólogo e investigador de la Delegación de Cultura de la Junta Alberto Montejo, y el jefe del servicio de Arqueología de Urbanismo, Juan Murillo. Su puesta en marcha requerirá la firma de un convenio entre Ayuntamiento, Junta y UCO, en el que se concretarán las actuaciones. Lo que se va a iniciar de forma más inmediata es la primera fase, que tiene un plazo de ejecución de tres años y que, según sus artífices, debería tener después continuidad en el tiempo y lograr que «el complejo arquitectónico palatino andalusí» sea un «referente patrimonial a nivel internacional» que «corrija la visión parcial» que se tiene.
Explicar restos existentes y actuar en la biblioteca
El objetivo principal es mostrar y explicar, con paneles y recreaciones, cómo era el alcázar andalusí a través de sus restos, que no están solo en los Baños Califales, que es el elemento más conocido. Vestigios de ese alcázar quedan también en el Patio de Mujeres del Alcázar de los Reyes Cristianos, Palacio de Congresos, Palacio Episcopal, noria de la Albolafia, Caballerizas, biblioteca, y aparcamiento de la calle Cairuán. En este proyecto cobrará especial relevancia el patio de la biblioteca provincial, conocido también como Jardín del Obispo, que formaba parte del Palacio Episcopal y que el Ayuntamiento pretende «integrar en el paisaje urbano», haciendo «visibles y comprensibles» los restos excavados en los años 70, según consta en el proyecto. Para ello, la idea es abrir «vanos o transparencias en el muro» y «reabrir la portada adintelada de 1714 que hay frente al Monumento de los Enamorados». No se descarta tampoco derribar la parte del muro de la biblioteca que sea posible para que haya mayor conexión entre esta y los Baños Califales. Además, se harán labores de limpieza y acondicionamiento de los restos arqueológicos existentes y del lienzo de muralla que forma parte del cierre norte del alcázar califal, que se restaurará. Otra de las ideas es llevar a cabo prospecciones geofísicas en el solar con el fin de planificar actuaciones arqueológicas futuras. El Ayuntamiento, según las fuentes consultadas, quiere «poner en valor los restos arqueológicos en un jardín accesible al visitante, que sea un espacio público abierto a la ciudad» e integrarlo con el resto de elementos en una ruta para conocer el alcázar andalusí. Todo esto se completará con labores de investigación. Los resultados de todos estos trabajos ayudarán a definir un plan a largo plazo.
La meta, tener un centro de interpretación en el futuro
Disponer de un centro de interpretación sobre el alcázar andalusí es uno de los objetivos de este proyecto, aunque a largo plazo, por lo que el Ayuntamiento no tiene decidida su ubicación. No obstante, en el entorno del Campo Santo de los Mártires hay varias alternativas, aunque no todas son de propiedad municipal, por lo que exigirían negociaciones, desde el Alcázar con su Patio de Mujeres y otras dependencias, hasta la biblioteca que gestiona la Junta, que se quedará libre en el momento en que sus fondos pasen al edificio que construye el Gobierno central en los jardines de los Patos, sin descartar otros inmuebles sin uso en el entorno, como el Mercado del Alcázar, destinado a sede del IESA.
El Patio de Mujeres del Alcázar, una de las joyas
Uno de los artífices de este proyecto, Alberto León, explica que los límites de «buena parte de todo el recinto amurallado» del alcázar omeya «los tenemos» definidos, más sus ampliaciones posteriores, pero todo el legado existente aparece como «elementos aislados» que hay que integrar «en un conjunto». En el Alcázar de los Reyes Cristianos, por ejemplo, se encuentra «la joya» de este proyecto, el Patio de las Mujeres, que el área de Cultura del Ayuntamiento está recuperando dentro de las obras que lleva a cabo desde marzo para hacer más accesible el monumento con ascensores y rampas y recobrar la entrada por la Puerta Barroca (Ribera). Las obras, que tenían un plazo de ejecución de ocho meses, están muy avanzadas y ya está casi terminada la plataforma desde la que se verán los restos excavados entre el 2002 y 2004, así como las nuevas taquillas. Entre los múltiples hallazgos arqueológicos existentes, hay vestigios de un «castellum» que fue el origen del alcázar omeya. Además, se perciben distintas fases de época omeya, así como de la posterior almohade, etapa en la que se produjo una gran transformación que dio lugar al palacio almohade, germen del actual Alcázar de los Reyes Cristianos y centro de otro complejo arquitectónico con varios recintos amurallados que triplicaron la extensión del alcázar omeya. Durante las obras han aparecido restos de la puerta almohade. El Patio de Mujeres no era visitable pero cuando acaben estas obras del Alcázar podrá serlo. Aunque su apertura forma parte de un proyecto distinto y más inmediato, la iniciativa del Ayuntamiento para mostrar lo que fue el alcázar andalusí se aprovechará de su recuperación.
El patio de la biblioteca, clave de la intervención
«Clave» en esta intervención es también el patio de la biblioteca por su potencial arqueológico, ya que «desde que se construyó el palacio del obispo entre el siglo XV y XVI está virgen», sin «superposiciones ni edificios encima», según señala León, por lo que puede convertirse en «un parque arqueológico sobre la sede del poder, no solo de Córdoba, sino de todo el estado andalusí, durante los siglos VIII, IX y X, y el germen de Medina Azahara». En el solar se buscaron, aunque sin éxito, las tumbas de los emires y califas omeyas, y en él hay, además de restos de estructuras de época musulmana, parte de la muralla norte del alcázar, estancias de un baño mudéjar y vestigios de una alberca.
Presente en el Palacio de Congresos y el Episcopal
Vestigios del alcázar andalusí hay también en el Palacio de Congresos, cerrado desde hace más de un año, y en el Palacio Episcopal, que tiene unas obras paralizadas y pendientes del visto bueno de la comisión de Patrimonio. En el Palacio de Congresos hay dos torres ligadas al histórico recinto y también lienzo de muralla, que ha sido restaurada durante las obras que han quedado paradas. Por su parte, durante las obras del Palacio Episcopal que el Obispado lleva a cabo en el Patio de Carruajes han aflorado, según el proyecto, «el cierre de un gran edificio tardoantiguo, precedente del palacio omeya, y restos de estancias de época emiral y califal, vinculadas al control de una posible puerta, y el acceso interior al sabat», pasaje elevado que conectaba el centro del poder político con la Mezquita, y cuyas huellas están marcadas en el pavimento de la calle Torrijos. Además, la fachada del Palacio Episcopal conserva en su alzado lienzos y torres con paramentos de época emiral y califal.
También en Caballerizas, en la noria y en un párking
Los restos de la muralla septentrional del recinto omeya se encuentran en el párking público de la calle Cairuán, donde también está el vano de una puerta de entrada al recinto palatino y un aljibe del siglo XV que regaba los jardines. En Caballerizas ha aflorado el límite occidental del alcázar. Además, y según explica Alberto León, la noria de la Albolafia, de época almorávide, tiene sus orígenes en el siglo IX y se usaba para regar el jardín funerario del cementerio interior del alcázar. Con todos estos detalles, «la idea es aproximar al visitante a la evolución de todo un sector urbano que fue la sede del poder desde el siglo V hasta final del XV», señala. El nombre de «los alcázares» responde a que cuando los cristianos conquistan la ciudad, reparten el complejo de edificios existente y los reyes se quedan con el palacio almohade, que reconstruyen, mientras que el resto queda distribuido entre nobles y la Iglesia, que hace su palacio. Así se disgregó el complejo andalusí.
Recogido en el plan especial del conjunto histórico
El Plan del Conjunto Histórico (Pepch) contempla conectar los Baños Califales con los restos del patio de la biblioteca y recuperar el carácter unitario y peatonal del Campo Santo de los Mártires. El PP, durante su mandato, presentó al programa La ciudad amable de la Junta un proyecto para habilitar una calle peatonal para unir la Mezquita--Catedral con el Campo Santo de los Mártires, entre Tomás Conde y la calle Torrijos. También preveía la puesta en valor del lienzo norte de la muralla y convertir el patio de la biblioteca en el punto de partida de una zona verde. Aquel proyecto no salió adelante. Ahora echa a andar otra idea.
Fuente: Diario de Córdoba
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