Un paseo en el Arqueológico de Sevilla por Aitor Manuel Vacas Carrillo
Ubicado en la Plaza de América, su enclave estratégico es formidable; varios accesos a través del Paseo de las Delicias, Avenida de María Luisa, Avenida de Portugal y Avenida de Borbolla hacen con junto el edificio construido por el omnipresente arquitecto Aníbal González, un lugar especial. La fachada evoca un parecido singular al Palacio de Monterrey de Salamanca, recordemos que éste y otros edificios repartidos por la zona fueron sedes de la exposición iberoamericana de 1929 y que coincidió con la Exposición internacional de Barcelona y que le dio a España algo de impulso en el escenario internacional, deteriorado ya muchos años atrás y que como bien sabemos no remontaría hasta después de la transición.
El museo Arqueológico se la capital Hispalense tiene sus raíces a finales del Siglo XIX, cuando se gesta una colección pública de antigüedades, la mayoría de ellas extraídas de la ciudad romana de Itálica. Sabemos, que no será hasta la mitad del siglo XX cuando consolide su trayectoria y decisiva ampliación con el traslado desde el antiguo Convento dela Merced. El museo se estratifica en tres plantas (sótano, planta baja y planta alta). Vamos a desgranar las piezas repartidas en la planta baja que recogen testigos de la Época Romana, La Antigüedad Tardía y la Edad Media hasta concluir con la Edad Moderna.
Entrada principal |
Vista panorámica de la sala |
Desgranamos las salas que se dilatan desde la sala XI hasta la XXVII, y tal como hemos dicho antes, van siguiendo un proceso cronológico y ordenado. Así, en la sala XI podemos apreciar todo tipo de figuras tal como se pueden preciar en las imágenes, y como no leones,que en el mundo turdetano son considerado como los guardianes de las tumbas.
Estela funeraria |
En esta sala, también se pueden observar capiteles jónicos, estelas funerarias, normalmente de caliza. Mostramos la siguiente estela, en la que se puede leer un Epitafio Romano para una mujer indígena del S.I d. C.
De este modo, la temática esencial que nos vamos a encontrar será íbero-turdetana con capitales jónicos, Estelas funerarias, relieves y figuras de animales (leones, ciervos y caballos).
Vamos directos a la sala XII y un imponente Torso de Amazona nos recibe en la sala, acompañada de mosaicos y vitrinas cargadas de herramientas de época Romana (Vitrina 1) de la que no se debe perder detalle (Hachas, Azuelas, Picos, Azadas, Tenazas, etc). En la siguiente vitrina podemos observas valiosos objetos de la vida cotidiana de la vida romana como lucernas y una asombrosa colección de utensilios de material médico. A su derecha, no podemos parar sin dejar de ver la increíble colección de fichas de juego e instrumentos para la escritura (vitrina 2).
Vitrina 2 |
Vitrina 1 |
Mosaico del Triungo de Baco de Écija. |
En la siguiente sala, un colosal mosaico está presidiendo la habitación con junto escultura monumental de mármol, que en la exposición es una constante que nos vamos a encontrar en casi todas las salas.
El Juicio de París de Casariche (Sevilla) |
En la XIV tienen cabida dioses, héroes y mitos tan presentes en la época antigua romana: Baco, Diana, Juno, Minerva, Venus, Hércules, Hyllax, el "Juicio de París" y "Los Argonautas". Mercurio es el más presente, especialmente en su soberbia escultura, pero también en la dedicatoria que está presente en su pedestal, el mosaico de "El Juicio de París" y el de "Perissotervs". En las vitrinas, divinidades romanas y otros seres mitológicos a escala menos, en terracotas y delicados mármoles: la Gorgona, la Victoria, Cibeles, Zeus, Attis, Pan y Ceres.
La siguiente sala llama la atención por la exposición de numerosas lápidas votivas de Itálica marcadas con huellas de pies e inscripciones que aluden a divinidades femeninas. Némesis, Celeste y otros nombre se refieren a una misma diosa que tendría su templo en el Anfiteatro. Otras se dedicaron a Isis en su santuario junto al Teatro. La vitrina nos muestra que, en los altares domésticos, las divinidades romanas convivían con la foráneas, como el oriental Mitra o la cartaginesa Tanit. Son, pues, el testimonio de una cultura religiosa integradora.
La sala número XVII, es una pequeña habitación que nos muestra lo que quzá puedo ser la vida ciudadana romana en Hispania, aquí destacamos los retratos de Itálica, Alcalá del Río y de la Bética en General. la sala XIX presida la Estatura d eDiana Cazadora hasta el momento, destaca la gran aportación el conjunto arquitectónico de Itálica (Santiponce, muy presente en toda la exposiciòn), gran valuarte del arte y mundo Romano en la Hispania Romana.
Estatua de Diana Cazadora |
Adriano |
Trajano |
De la siguiente sala vamos a destacar las esculturas de Trajano y Adriano, de este modo, uno frente a otro, nuestros emperadores italicenses, acompañados por retratos de otros príncipes como Augusto, Galba, Vespasiano, Domiciano y Marco Aurelio, bustos de algunos miembros de familias imperiales y otros retratos. Se trata sin duda del mayor legado escultórico romano de la provincia Baetica.
En la Sala XXI, una gran muestra de Ara y Estelas funerarias de distintas zonas de Sevilla y la región se presentan en un generoso repertorio de documentación escrita en piedra, que combina símbolos de poder, religiosos y de ultratumba. Son Epígrafes honorarios dedicados al emperador o a personajes públicos, votivos -consagrados a los dioses- y funerarios, con memorable epitafios que recuerdan a seres queridos de familias de la provincia Bética, hoy Andalucía. Se completa la escena con un mosaico de tema marino y otro con el nombre de Trahius, un antepasado de los emperadores Trajano y Adriano.
Pasamos directamente a la sala XXIII, presidido por la diosa fortuna de pequeño tamaño, pero de gran calidad Artística, también destaca un muestrario de ánforas. Las ánforas nos muestra mucha información, sobre todo por lo que guardan o podían guardar en su interior, así como su forma también varía según su contenido (Fecha, Fabricación..)
En las siguientes salas, Hispania cambia de manos y pasa a manos visigodas tras la caída de Roma. De este modo visigodos, suevos y alanos toman posiciones en la península ibérica. Recadero, el popular rey visigodo, fue el primero que abandonó la religión arriana y abrazó el Cristianismo, consiguiendo en cierto modo, la unificación religiosa. En el 711 Al- Andalus cae y se forma el califato de Bagdad (se abre una nueva etapa en la península ibérica). En el siguiente enlace podéis ver la conquista musulmana de la península ibérica.
Terminamos con la última sala, que hace referencia a la época de los reinos de Taifas, así la presión territorial y fiscal de Castilla, les obligó a pedir ayuda a los Almorávides y Al-Andalus (convirtiéndose en una nueva provincia)
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