Exploran las Islas Coronado (México) en busca de los primeros habitantes de América
Con la hipótesis de poder hallar los rastros de los primeros pobladores del Continente Americano, los investigadores Antonio Porcayo Michelin, del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), y el estadunidense Todd Braje, de la Universidad Estatal de San Diego, California, iniciaron la primera expedición oficial a las Islas Coronado en Baja California y encontraron –en menos de una semana– al menos 30 sitios con vestigios arqueológicos.Poco menos de una semana de trabajos de campo fue suficiente para corroborar lo que propone una investigación iniciada años atrás, cuando Antonio Porcayo, Todd Braje y Joseph McCain decidieron dar continuidad a diversos hallazgos registrados por un buzo de Ensenada, quien encontró morteros móviles a 20 metros de profundidad, y a las pesquisas de dos arqueólogos y un oceanógrafo norteamericanos que en el siglo XX visitaron las islas y hallaron vestigios antiguos en dos de ellas: Malcolm Rogers en los años treinta halló dos sitios, uno en la isla Norte y otro en la Sur; Carl Hubbs exploró el de la isla Norte en los cincuenta, y Darcy L. Ike, en 1979, hizo estudios alrededor de la casa del guardafaro en la isla Sur.
“En los casos de los estadunidenses fueron trabajos muy limitados efectuados solamente en las puntas norte de ambas islas, por lo que el resto de su territorio seguía siendo desconocido desde el punto de vista arqueológico hasta el presente proyecto, donde se recorrieron en su totalidad”, destaca el INAH mediante un comunicado.
Señala que “las exploraciones confirman que se trata de un territorio de alto potencial arqueológico”. Los investigadores han recorrido el conjunto insular, localizado a 16 kilómetros de Tijuana. Se trata de cuatro islas: Coronado Sur (3.2 kilómetros) Coronado Norte (800 metros), y Coronado Centro. Se recorrieron por primera vez en forma completa las islas Norte y Sur, y se registraron sitios desconocidos para la arqueología.
El INAH describe que el viaje, realizado entre el 13 y el 18 de octubre, ha sido difícil y peligroso, pues las aguas de esa zona presentan un oleaje brioso y fuertes corrientes marinas.
Los arqueólogos lograron, sin embargo, hallar sobre la superficie del suelo –sin necesidad de excavar– restos de herramientas de piedra que han definido como prehistóricas: tajadores y raspadores, y que consideran debieron manufacturarse por medio de “percusión bipolar, usando cantos rodados obtenidos en los acantilados que dan al mar”.
Encontraron igualmente campamentos a cielo abierto y tres profundos abrigos en las rocas en los que se hallaron desechos del consumo intensivo de moluscos, peces y mamíferos marinos, que han asociado a grupos humanos antiguos.
Porcayo explica en el comunicado que antes de la expedición se reunieron datos históricos, como el hecho de que los cronistas españoles inspeccionaron la isla en el siglo XVI y no encontraron indígenas. Menciona la expedición hecha en 1542 por Juan Rodríguez Cabrillo, quien las llamó islas Desiertas, por lo tanto el estudioso infiere que los grupos humanos debieron habitarlas mucho tiempo atrás.
El investigador del INAH considera que las Islas Coronado se encuentran en el camino de una ruta migratoria seguida por los primeros humanos que llegaron a América, y bajaron hacia el sur costeando la península de Baja California, desde el actual estado de California en Estados Unidos, hasta Los Cabos, en Baja California Sur.
Se han hecho ya descubrimientos en otras islas como el conjunto Channel Islands, al norte de las Coronado, e Isla Cedros, que permiten sostener que hubo presencia de poblaciones hace 11.000 años.
Según el INAH, esta primera expedición rebasó las expectativas porque da pie al desarrollo de proyectos de investigación relacionados con el poblamiento del continente y aspectos como la navegación de los antiguos indígenas, entre ellos los yumanos.
Porcayo informó el hallazgo de dos tiestos de cerámica yumana, que podría datar de alrededor de 1000 d.C.: “Estas evidencias abren la posibilidad de que grupos indígenas llegaran a la isla en canoas”.
“Es importante pues –agrega– que hasta el momento no se tenían evidencias de que los yumanos navegaran en mar abierto, y confirmar que sí abre nuevas interrogantes a la arqueología de Baja California”.
También destaca que se han encontrado restos de épocas muy recientes como los cimientos del Hotel Casino, construido en la época de la Ley Seca en Estados Unidos (1920-1933), el faro y la casa del guardafaro que data de 1931, las trincheras de vigilancia del Ejército Mexicano en la Segunda Guerra Mundial y fragmentos de un avión militar de Estados Unidos.
La primera expedición oficial a las Islas Coronado estuvo integrada en campo por los arqueólogos Antonio Porcayo, Joseph McCain, José Aguilar y Raquel Hernández, así como el fotógrafo Isidro Madueño. Contó con el apoyo de la Secretaría de Gobernación, la Armada de México y la Capitanía de Puerto de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, en Ensenada. Las islas no están habitadas por población civil, precisa el INAH.
Fuente: proceso.com.mx | 25 de octubre de 2016
Antonio Porcayo, Todd Braje y Joseph McCain decidieron dar continuidad a diversos hallazgos registrados por un buzo de Ensenada, quien encontró morteros móviles a 20 metros de profundidad, y a las pesquisas de dos arqueólogos y un oceanógrafo norteamericanos que en el siglo XX visitaron las islas y hallaron vestigios antiguos en dos de ellas: Malcolm Rogers en los años treinta halló dos sitios, uno en la isla Norte y otro en la Sur; Carl Hubbs exploró el de la isla Norte en los cincuenta, y Darcy L. Ike, en 1979, hizo estudios alrededor de la casa del guardafaro en la isla Sur.
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