El cerro de Numancia 'guarda' los restos de tres ciudades: dos celtíberas y una romana
El arqueólogo Alfredo Jimeno desvela las ciudades que poblaron Numancia.
El yacimiento de Numancia alberga, en realidad, restos de tres ‘Numancias’ o tres ciudades diferentes: la ciudad celtibérica que conquistó Escipión en la guerra del 133 a. d. C.; una segunda ciudad indígena que surgió de quienes se asentaron luego, colaboradores de Escipión; y la ciudad romana, que tiene dos fases, una ‘peregrina’ sin derecho romano y la reconocida por Vespasiano, con todos los derechos de un municipio romano, que creció desbordando los límites de las murallas de la ciudad celtíbera.
Así lo ha explicado el director de las excavaciones arqueológicas de Numancia, Alfredo Jimeno, en una amena conferencia titulada ‘Las Numancias de Numancia’, dentro del ciclo de conferencias de Caja Rural de Soria ‘Hablemos de nuestra querida Soria’ , y ante un Salón Gerardo Diego del Casino de Soria repleto.
Han sido muchos los asistentes a la conferencia que han ‘descubierto’ esta circunstancia: la existencia de tres ciudades diferentes en el cerro de Numancia, en periodos diferentes. Alfredo Jimeno ha señalado que “lo que veíamos hasta ahora de Numancia, a través de la interpretación de las excavaciones realizadas en el siglo XIX y XX, es que había una ciudad con piedras pasaderas en las calles, que se correspondería con la ciudad celtibérica y otra inmediatamente encima, que sería la romana".
Sin embargo, tras profundizar en los trabajos arqueológicos del cerro de Numancia, “ahora sabemos que eso eran dos fases de una misma ciudad, la romana”, ha indicado Jimeno.
El director de las excavaciones de Numancia ha informado de que “hemos podido localizar dos ciudades celtibéricas". "Una, la que está más abajo, que es la que destruyó Escipión, con casas totalmente celtibéricas; y una segunda, que fue asentamiento de indígenas que habían colaborado con Escipión, y a los que les cedió la ciudad según confirman las fuentes de textos de la época".
Esta ciudad, que estaría debajo de la romana, y encima de la Numancia de la guerra del 133 a. d C., también resultó arrasada, más que la Numancia del mito de la lucha heroica contra los romanos, ha explicado Jimeno. Esta segunda ciudad celtibérica, ha continuado Jimeno, se destruyó en el año 75-72 a. d. C. por las guerras sertorianas.
Fue un enfrentamiento romano de poder entre Sertorio y Pompeyo, ha continuado Jimeno. Las ciudades de la línea del valle del Duero se inclinaron por Sertorio, que fue el perdedor, y Pompeyo arrasó todas las ciudades que no le habían apoyado, incluida Numancia.
Luego, hasta el emperador Augusto no hay ciudad en el cerro de Numancia. Pero el levantamiento de cántabros y astures propició la construcción de la vía 27 del itinerario Antonino, para que los romanos pudieran llegar lo antes posible a las guerras cántabras, ha apuntado Jimeno en su conferencia.
"Se necesitaba crear asentamientos para el abastecimiento de las legiones y de los que pasaran por la vía, y volvió a revitalizarse una ciudad en Numancia, de tipo indígena, ‘peregrina’ que se dice por no tener reconocido el derecho romano", ha añadido Jimeno.
Pero habrá que esperar al emperador Tito Flavio Vespasiano, en época Flavia, en el año 69 d. d. C., a que se declare Numancia como una ciudad con todos los derechos romanos, y por tanto con las características de cualquier ciudad romana. Esto propició la ampliación de la ciudad, que desbordó los límites iniciales de la ciudad celtíbera, y se construyen los monumentos habituales de una ciudad romana, como fueron una curia, dos termas, un templo y un arco honorífico a la entrada del Numancia.
Fuente: sorianoticias.com| 21 de septiembre de 2016
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